Un operativo policial terminó el domingo por la noche, con una inspección de un local de baile en Monteros que no tenía la licencia apropiada y se abrió una investigación por supuesta evasión de impuestos.
Los encargados cobraban a los clientes 1.000 pesos por la entrada, aunque le explicaron a la policía que el lugar era un bar.
Un grupo de efectivos de Jefatura de Zona III de Monteros se hizo presente en el lugar situado sobre la Ruta Provincial 325 y se dieron con que la gente pagaba una tarifa de entrada para ingresar: Cuando la persona a cargo explicó que era un bar, los uniformados descubrieron que no había mesas, sillas ni indicio de que lo era.
Después de confirmar que el lugar no tenía permiso de la policía para usarlo como lugar de baile, los oficiales confiscaron algunas pruebas, incluido una entrada emitida a los clientes.
Además, secuestraron un teléfono móvil que será examinado en busca de información para desarrollar la logística del establecimiento y otros datos vitales de la pesquisa.
Asimismo, lo documentado durante el operativo de este fin de semana en la ciudad de Monteros, ha sido proporcionados a la Unidad Fiscal de Turno, para la investigación de sospechas de evasión de impuestos.