Este martes, la comunidad educativa de cinco colegios ubicados en San Miguel de Tucumán se vio sacudida por una serie de amenazas de bomba que generaron la evacuación inmediata de los establecimientos.
Los colegios afectados fueron el Colegio Pellegrini, Colegio Del Huerto, Colegio Belgrano, Instituto Kennedy y el Colegio San Francisco. Las amenazas, realizadas a través de correos electrónicos, obligaron a la intervención de la Policía y su personal especializado en explosivos para asegurar la seguridad de los colegios.
En el caso del Colegio Del Huerto, ubicado en Virgen de la Merced y Córdoba, el comisario Walter Salvatierra explicó que las autoridades fueron alertadas mediante una comunicación telefónica.
Como medida preventiva, se evacuó el establecimiento mientras el personal especializado de la División Explosivos de la Dirección de Bomberos llevaba a cabo una minuciosa revisión del colegio en busca de posibles artefactos explosivos, señaló.
Afortunadamente, se concluyó que se trató de una falsa alarma y los estudiantes pudieron regresar al colegio una vez que se aseguró su seguridad, confirmó.
En el caso del Colegio Pellegrini, ubicado en calle Congreso al 600, se suspendieron las actividades durante la mañana, mientras se realizaban las inspecciones correspondientes para descartar cualquier amenaza real. Al igual que en el Colegio Del Huerto, se determinó que no existía ningún peligro y la falsa alarma fue desestimada.
En el Instituto Kennedy, de calle Las Piedras al 100, también se recibió una amenaza de bomba. Sin embargo, tras una evaluación minuciosa, se llegó a la conclusión de que no había una amenaza real y el establecimiento fue considerado seguro, permitiendo que las actividades continuaran normalmente.
Más tarde, se reportaron otros dos casos de amenazas en los colegios Belgrano y San Francisco. En ambos casos, las autoridades tomaron las medidas necesarias para asegurar la seguridad de los estudiantes y descartar cualquier amenaza.
Estas amenazas de bomba no son un hecho aislado en la provincia de Tucumán, ya que desafortunadamente se han repetido en diferentes ocasiones en diversos establecimientos educativos. Este patrón es preocupante y debe ser tratado con la seriedad que merece. Las amenazas de bomba no solo perturban el normal desarrollo de las actividades educativas, sino que también generan ansiedad y temor entre los estudiantes, docentes y padres.
Es fundamental que las autoridades y la sociedad trabajen en conjunto para prevenir y enfrentar este tipo de situaciones. Es necesario fortalecer las medidas de seguridad en los colegios, así como implementar campañas de concientización sobre las consecuencias de realizar amenazas falsas. Además, es importante investigar a fondo cada caso para identificar a los responsables y aplicar las sanciones correspondientes.
La educación es un derecho fundamental de todos los niños y jóvenes, y es responsabilidad de todos proteger el ambiente seguro en el que deben desarrollarse. La comunidad educativa debe estar unida en su rechazo a este tipo de actos y trabajar juntos para garantizar que los colegios sean lugares seguros y libres de amenazas. Solo así podremos brindar a nuestros estudiantes el entorno propicio para su aprendizaje y crecimiento personal.