La comunidad católica de Monteros está celebrando con gran alegría y devoción los 244 años de la creación de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, un hito religioso que marca la profunda conexión espiritual de la región con su historia.
Esta parroquia fue erigida canónicamente el 15 de agosto de 1780 por el Obispo del Tucumán, fray José Antonio de San Alberto, estableciendo un lazo sagrado que ha perdurado a lo largo de los siglos.
Los orígenes de esta parroquia tienen sus raíces en una capilla que data aproximadamente del año 1573, ubicada en la estancia de Juan de Espinosa. Esta capilla, que albergó la venerada imagen de la Virgen del Rosario, se convirtió en un importante centro de actividad pastoral y religiosa. La singularidad de esta capilla radicaba en su Cofradía, de la cual Espinosa fue Mayordomo, y su papel destacado entre las capillas rurales de la época.
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Un momento crucial en la historia de la parroquia se produjo en el año 1719, cuando la imagen de la Virgen del Rosario obró el milagro del Sudor en un rancho donde había sido trasladada debido a la intensa lluvia que deterioró la capilla original en 1716.
Este milagro y la continua actividad pastoral en la región influyeron en la decisión del Obispo de San Alberto de crear el Curato de los Monteros en la festividad de la Asunción de María a los Cielos, manteniendo a Nuestra Señora del Rosario como patrona.
Extensión
El Curato abarcaba un vasto territorio que se extendía desde El Manantial hasta Río Seco, e incluía cuatro vice-parroquias en Las Mercedes (Simoca), Famaillá, Lules y Amaicha del Llano (Leales). Durante esta época, la parroquia jugó un papel vital en la vida religiosa y social de la comunidad, conectando a diversas poblaciones y localidades.
La Parroquia Nuestra Señora del Rosario es más que un simple edificio; es un territorio espiritual que reúne a la comunidad en torno a la fe y la devoción.
Su sede original estuvo en una capilla en la ochava oeste de la esquina de Rivadavia y Lamadrid, y más tarde se trasladó al antiguo Templo parroquial de estilo colonial, que sirvió como centro de celebración religiosa desde 1838.
Parroquia actual
El actual templo parroquial, con su majestuoso estilo románico-bizantino, fue construido durante el siglo XX bajo la guía de los párrocos Simón Pedro Lobo, Joaquín Gómez Montenegro y Carlos Alfredo Robledo, y se inauguró el 17 de noviembre de 1962.
A lo largo de su rica historia, la Parroquia de Monteros ha sido presidida por distinguidos sacerdotes que dejaron una profunda huella en la comunidad. El Dr. Diego Miguel Aráoz, primer Párroco, se destacó como un hombre de nobles sentimientos y ferviente patriota.
Otros párrocos como Lucas Alejandro Córdova, Francisco Reyes Díaz, Jaime Roig Riera, Miguel Román, Zoilo Domínguez, Domingo del Campo y Juan Carlos Ferro también contribuyeron al legado espiritual de la parroquia.
Esta parroquia ha sido testigo de cambios diocesanos a lo largo de su historia, siendo parte de diversas diócesis hasta su pertenencia actual a la Diócesis de la Santísima Concepción.
La Parroquia Nuestra Señora del Rosario sigue siendo un faro de fe y espiritualidad, un lugar sagrado donde la comunidad se reúne para nutrir su conexión con lo divino.
Su legado perdura como una de las seis parroquias coloniales que existen en la República Argentina, un recordatorio de la rica historia y la profunda devoción que ha caracterizado a Monteros a lo largo de los años.