La Municipalidad de Monteros, a través de su intendente, Francisco Serra hijo, conjuntamente con el reconocido abogado e historiador, José María Posse, se encuentra inmersa en un proyecto turístico de gran relevancia en la región, la “Ruta de la Independencia”, que busca destacar la figura de Bernabé Aráoz, un prócer monterizo cuya importancia en la historia de la Independencia Argentina es fundamental.
Posse, autor del libro “Bernabé Aráoz, el Tucumano de la Independencia”, no solo aboga por el reconocimiento nacional de Aráoz, sino que también se dedica a difundir su legado y contribuir a su reconocimiento en todos los ámbitos.
Este ambicioso proyecto turístico, concebido como un desarrollo autosustentable, tiene su punto de partida en Monteros y recorre localidades como Lules, Simoca, Yerba Buena, Burruyacu, Famaillá, Trancas y Tafí Viejo, destacando la importancia histórica y cultural de estos lugares en el contexto de la Independencia argentina.
PUEDE INTERESARTE: «Hace 144 años la plaza de Monteros pasaba a llamarse Bernabé Aráoz (VIDEO)»
En una reunión que tuvo lugar la semana pasada, Posse se reunió con el intendente “Panchito” Serra para discutir los avances y detalles de la propuesta. Ambos coincidieron en la trascendencia de honrar la figura de Bernabé Aráoz y en la necesidad de obtener el reconocimiento que merece como uno de los héroes fundamentales de la gesta independentista.
Según ha trascendido en algunos portales de noticias, para Serra, Aráoz es una inspiración para el progreso de Monteros y de toda la provincia, y es crucial promover su reconocimiento a nivel nacional.
Este año marca el bicentenario del fusilamiento del prócer monterizo, un evento que será conmemorado con homenajes en diversos sitios históricos de la provincia de Tucumán, resaltando la relevancia de la figura de Aráoz en la historia argentina.
Durante el encuentro, participaron también autoridades locales, como el Director de Información Pública y Medios, Facundo Aybar, las Profesoras Judith Muñoz y Veronica Figueroa, el Subsecretario de Cultura, Educación, Deporte y Turismo, Alfredo Rubio, quienes se suman al impulso de este proyecto que busca enaltecer la memoria y el legado de Bernabé Aráoz en la región y más allá.
La ruta de la independencia en honor al monterizo héroe:¿Quién fue Bernabé Aráoz?
La Figura de Bernabé Aráoz: Militar y Gobernante durante la Independencia Argentina
Bernabé Aráoz, nacido en Monteros, provincia de Tucumán en 1776 y fallecido en Trancas en 1824, fue un destacado militar y político argentino que desempeñó un papel crucial como gobernador y caudillo en la provincia de Tucumán durante las décadas de 1810 y 1820.
Su legado se encuentra estrechamente ligado a la historia de la Independencia argentina, destacándose por su participación en importantes batallas y su rol en la administración gubernamental de la región.
El Héroe de la Batalla de Tucumán
Aráoz provenía de una familia de comerciantes locales con una sólida fortuna personal. Desde temprana edad, se unió a las milicias y brindó su apoyo a la Revolución de Mayo desde posiciones secundarias. Su momento de mayor relevancia llegó el 10 de septiembre de 1812, durante el “éxodo jujeño” liderado por Belgrano hacia Córdoba.
En ese contexto, Aráoz se presentó en el campamento patriota de La Encrucijada, junto a prominentes vecinos de Tucumán, desafiando las órdenes del Primer Triunvirato para detener la retirada y enfrentar la batalla en la ciudad de Tucumán.
LEE TAMBIEN: «El prócer de Monteros Bernabé Aráoz recibirá una cantata en su homenaje»
Bajo las órdenes de Juan Ramón Balcarce, Aráoz participó en la decisiva batalla de Tucumán el 24 de septiembre de 1812, marcando un hito en la resistencia contra la invasión española en territorio argentino.
Posteriormente, Aráoz se sumó a la batalla de Salta con el rango de coronel y regresó a Tucumán para organizar nuevos refuerzos para el Ejército del Norte. Su contribución a la construcción de la fortaleza defensiva conocida como La Ciudadela, junto a la ciudad, resaltó su compromiso con la defensa del territorio argentino.
Primer Gobierno y Desafíos Políticos
En abril de 1814, Aráoz fue designado Gobernador de la provincia de Salta del Tucumán, y posteriormente se convirtió en el primer gobernador titular de la provincia de Tucumán, tras separarse de Salta en octubre de 1814. A lo largo de su gobierno, Aráoz demostró ser un patriota comprometido y convincente, aunque su estilo de liderazgo era descrito como frío e inmutable por algunos contemporáneos.
Con la caída de Alvear y la sublevación de Fontezuelas, Aráoz se afianzó en el cargo a través de una asamblea en el Campamento de la Ciudadela, consolidando su posición en un contexto donde el centralismo cedía terreno en favor de las capitales provinciales. Sin embargo, enfrentó desafíos internos como la sublevación autonomista en Santiago del Estero, que logró sofocar con éxito.
A medida que avanzaba el año 1816, Aráoz se vio inmerso en conflictos con el general Belgrano, quien cuestionaba sus decisiones y acciones, especialmente en lo referente a los sueldos de los funcionarios y el apoyo logístico a las tropas. Esta tensión llevó a Belgrano a solicitar en reiteradas ocasiones la remoción de Aráoz al Director Supremo Pueyrredón, quien finalmente lo reemplazó en septiembre de 1817 por Feliciano de la Mota Botello.
La República del Tucumán y Nuevos Desafíos
En noviembre de 1819, Aráoz regresó al poder en Tucumán luego de una revuelta que culminó con su nombramiento como gobernador. Este episodio, calificado por el general Paz como un preludio de futuras revueltas en el país, consolidó la autoridad de Aráoz en un contexto de creciente inestabilidad política.
Durante su segundo gobierno, Aráoz promulgó una Constitución para la República de Tucumán, estableciendo un marco regional de gobierno que buscaba fortalecer la autonomía de la provincia en un contexto de anarquía nacional.
Sin embargo, enfrentó resistencia en Santiago del Estero y una revolución dirigida por Juan Felipe Ibarra en 1820, que desencadenó una serie de conflictos internos y enemistades políticas, incluyendo la hostilidad del gobernador de Salta, Güemes. Estos desafíos marcaron el final de la carrera política de Aráoz, quien se retiró a sus fincas rurales en espera de nuevas oportunidades.
Bernabé Aráoz, con su astucia y determinación, dejó una huella significativa en la historia de Tucumán y de Argentina durante la época de la Independencia, enfrentando adversidades y desafíos políticos con determinación y liderazgo en un período crucial para la consolidación del país como nación independiente. Su legado perdura como un testimonio de coraje y compromiso con la causa patriótica en tiempos turbulentos de la historia argentina.
La Trágica Trayectoria de Bernabé Aráoz: Guerras y Destino Fatal en Tucumán
PUEDE INTERESARTE: «Turismo en Monteros ¿Qué visitar?»
Conflictos y Revueltas: El Legado de Bernabé Aráoz en Tucumán
La historia de Tucumán se vio marcada por un período tumultuoso de guerras civiles y luchas internas, en medio de las cuales destacó la figura de Bernabé Aráoz, un militar y político argentino cuya trayectoria estuvo envuelta en conflictos y tragedias que marcaron el destino de la provincia.
Desde su papel como gobernador hasta su trágico final, Aráoz se convirtió en un personaje emblemático de una época convulsa en la historia de Argentina.
Desavenencias y Enfrentamientos
Aráoz, lejos de colaborar con los intentos de Güemes de marchar al Alto Perú, se vio envuelto en una serie de conflictos que desencadenaron una guerra civil en Tucumán. El 23 de enero de 1821, Ibarra comunicó a Güemes la necesidad de defenderse ante un inminente ataque de Aráoz, lo que desembocó en un enfrentamiento que sacudió la región. La falta de colaboración y los intereses encontrados entre las facciones políticas llevaron a una situación de confrontación que dividió a la provincia.
Revueltas y Derrocamientos
La invasión de Güemes a Tucumán y la ocupación de Catamarca por el coronel Saravia marcaron un punto de inflexión en el conflicto, con la destitución de Juan José de La Madrid y la formación de una junta de gobierno. Sin embargo, la resistencia de Aráoz y sus seguidores desencadenó una serie de batallas que culminaron en la derrota sorpresiva de Güemes en Rincón de Marlopa, seguida de su trágica muerte a manos de los realistas.
A pesar de reconocer la autonomía de Santiago del Estero, Aráoz enfrentó oposición en la capital y la separación de Catamarca de Tucumán, lo que exacerbó las tensiones internas. Los continuos derrocamientos y retornos al poder de Aráoz reflejaron un escenario político inestable y convulso, con casi veinte cambios en el cargo de gobernador en un corto período de tiempo.
El Trágico Final de Aráoz
En octubre de 1822, Aráoz retornó al gobierno por última vez, logrando mantenerse durante casi un año en medio del caos reinante. Aportó esfuerzos para el Ejército de los Andes y trató de restablecer el orden en la provincia, pero su mandato estuvo marcado por la inestabilidad y la lucha constante por el poder. Su destitución final a manos de Javier López en 1823 lo llevó a huir a Salta, donde su destino daría un giro fatal.
En un trágico desenlace, Aráoz fue arrestado en Salta y entregado en Trancas, donde fue fusilado el 24 de marzo de 1824. La ejecución de Aráoz, acusado de intentar sobornar a sus escoltas, se convirtió en un símbolo de las tensiones y conflictos que marcaron el período de guerras civiles en Tucumán.
Legado y Reflexiones
Bernabé Aráoz, recordado como un patriota entusiasta y un hábil organizador militar, se vio atrapado en un entramado de rivalidades políticas y luchas de poder que marcaron su destino y el de la provincia. Su ejecución, lejos de traer la paz tan ansiada, se convirtió en una de las causas principales de la guerra civil que asoló la región durante años posteriores.
Su legado, marcado por la ambición y la tragedia, es un recordatorio de los desafíos y contradicciones de una época convulsa en la historia de Tucumán y de Argentina.