UN INFIERNO PARA LOS VECINOS| Un nuevo fin de semana, un nuevo episodio de contaminación ambiental en Tucumán. La quema de cañaverales, una práctica prohibida por ley pero persistente, volvió a teñir de negro el cielo de Monteros y sus alrededores, generando una situación de emergencia que pone en riesgo la salud de la población y el medioambiente.
Los vecinos de Monteros se despertaron una vez más bajo una densa capa de humo, producto de los múltiples incendios forestales que se desataron en la zona. Las cenizas cubrieron calles, casas y vehículos, generando una sensación de asfixia y malestar general.
Un problema estructural sin solución a la vista
La quema de cañaverales es una práctica arraigada en la provincia, a pesar de estar prohibida por la Ley Provincial 6.253 y el Decreto 1.955. Las multas previstas son elevadas, pero no parecen ser un disuasivo suficiente para los productores que continúan utilizando esta práctica ancestral.
El impacto en la salud y el medio ambiente
La inhalación del humo generado por la quema de cañaverales puede provocar graves problemas respiratorios, irritación en los ojos y alergias. Además, las partículas en suspensión contaminan el aire y el agua, afectando la salud de las personas y de los ecosistemas.
El peligro en las rutas
La visibilidad reducida producto del humo generado por los incendios representa un grave peligro para los conductores, aumentando el riesgo de accidentes viales.
Tras el infierno de los vecinos por las quemas, la comunidad clama por una solución
La creciente preocupación de la población ante esta situación ha llevado a exigir medidas más contundentes por parte de las autoridades. Vecinos, organizaciones ambientalistas y expertos coinciden en señalar la necesidad de implementar políticas públicas efectivas para erradicar definitivamente esta práctica.