En un hecho que ha generado gran conmoción tanto a nivel nacional como internacional, el presidente Javier Milei ha decidido remover a la canciller Diana Mondino de su cargo. La razón esgrimida por el mandatario es la decisión de Argentina de respaldar en la Asamblea General de la ONU la resolución que solicita el levantamiento del embargo económico impuesto por Estados Unidos a Cuba.
La votación y sus implicancias
Con 187 votos a favor, la resolución que condena el embargo estadounidense hacia Cuba ha obtenido un amplio respaldo a nivel mundial. Argentina, al sumarse a esta postura, se ha alineado con la mayoría de los países miembros de las Naciones Unidas. Esta decisión, sin embargo, ha generado tensiones internas en el gobierno argentino y ha puesto en evidencia las diferencias ideológicas dentro del gabinete.
Las razones detrás del despido de Diana Mondino
La votación a favor de Cuba, según fuentes cercanas al gobierno, ha sido interpretada por Milei como una desobediencia por parte de Mondino. El mandatario, conocido por sus posturas liberales y su cercanía con Estados Unidos, habría considerado que la decisión de la canciller contradecía la línea política trazada por su administración.
Gerardo Werthein, el nuevo canciller
Para reemplazar a Mondino, Milei ha designado a Gerardo Werthein, quien hasta el momento se desempeñaba como embajador en Estados Unidos. La elección de Werthein, un diplomático de carrera con una extensa trayectoria, sugiere un intento por estabilizar las relaciones exteriores de Argentina en un momento de gran turbulencia.
Las reacciones internacionales y las consecuencias del embargo
La comunidad internacional ha celebrado el amplio respaldo a la resolución que condena el embargo estadounidense. Cuba, por su parte, ha agradecido el apoyo recibido y ha denunciado las consecuencias humanitarias de las sanciones impuestas por Estados Unidos.
El embargo económico, vigente desde hace más de seis décadas, ha tenido un impacto devastador en la economía cubana y ha limitado el acceso de la población a alimentos, medicinas y otros bienes esenciales. A pesar de las múltiples resoluciones de la ONU que condenan esta política, Estados Unidos ha mantenido su posición.