Los refugiados palestinos esperan la tregua para poder volver a sus casas

A la espera del inicio del acuerdo de alto al fuego entre Israel y el grupo islamista Hamas, que entrará en vigor este domingo, los palestinos desplazados por la guerra en la Franja de Gaza sueñan con volver a sus casas. La mayoría de las 2,4 millones de personas que viven allí fueron desplazadas al menos una vez a otras partes del territorio por culpa del conflicto que lleva ya 15 meses.

“Iré a besar mi tierra”

Umm Jalil Bakr vive con su familia en el campamento de Nuseirat, en el centro de la Franja, donde los palestinos desplazados hacen lo posible, a pesar de la guerra, por llevar una vida con un ritmo lo más parecido a la normalidad. Allí hornean pan en hornos de barro, barren las calles y juegan a las cartas para pasar el tiempo cuando no hay bombardeos.

Si la tregua se mantiene, la gente empezará a volver a sus casas, aunque no se ilusionan con lo que encontrarán. “Tomaré mi carpa, quitaré los escombros de la casa y colocaré mi carpa sobre los escombros, donde viviré con mis 10 hijos”, dijo Umm Jalil a la agencia de noticias AFP. “Sabemos que el clima será frío y no tendremos mantas para la cama, pero lo que importa es que volvamos a nuestra tierra”, señaló.

Alrededor de Jalil se juntaron unos niños pequeños para ver a su madre hablar, mientras se divertían saltando a los costados de la carpa. Su determinación por reconstruir su vida a pesar de la devastación total luego de 15 meses de guerra es un sentimiento compartido por los vecinos del campamento.

Cualquiera que sea el estado actual de sus hogares, las dificultades de la vida en el campamento fueron mucho peores, sostuvo Umm Mohamad al Tawil. “Regresaremos, y cualquiera que sean las dificultades que enfrentemos, regresaremos”, afirmó y agregó: “Esto no es vida, y no es nuestra vida”.

De vuelta en Nuseirat, recostado en el suelo dentro de su carpa alfombrada, Nasr al Gharabli no puede esperar más por volver a su hogar. “Estoy esperando la mañana del domingo cuando anuncien el cese al fuego… Iré a besar mi tierra”, mencionó. “Si muero en mi tierra, sería mejor que estar aquí como desplazado”, subrayó.

El dolor por las vidas perdidas

Mientras tanto, a unos pocos kilómetros al sur, en Deir al-Balah, la familia Moqat empaquetaba sus pocas pertenencias en cajas de cartón, listas para regresar a Beit Lahia, en el norte de Gaza. La familia estaba buscando un camión que los lleve a casa, dijo Fatima Moqat. “Nos llevaremos la carpa con nosotros… y viviremos en ella hasta que nos encuentren una solución para la reconstrucción”, explicó.

Según Moqat, es el dolor por las vidas perdidas en la guerra lo que será más difícil de superar. “Gaza fue destruida y reconstruida cien veces antes… Las casas pueden ser reemplazadas, pero las personas no”, dijo. La guerra en el territorio palestino empezó el 7 de octubre de 2023, cuando el grupo islamista Hamas llevó a cabo el ataque más sangriento en la historia de Israel. 

El hecho le costó la vida a alrededor de 1.200 personas, en su mayoría civiles. En respuesta, el ejército israelí emprendió una campaña de represalia que mató hasta ahora a más de 46.700 personas en la Franja de Gaza, también mayoritariamente civiles, según datos del ministerio de Sanidad gazatí que la ONU considera confiables.

Destrucción “sin precedentes”

El jueves la ONG Human Rights Watch (HRW) denunció la destrucción que han producido los incesantes ataques de Israel. “En 2024 el Ejército israelí siguió asesinando, hiriendo, matando de hambre y desplazando forzosamente a miles de civiles palestinos en Gaza, y destruyendo sus hogares, escuelas, hospitales e infraestructura a una escala sin precedentes en la historia reciente”, apuntó la organización en su informe anual sobre los DD.HH. en el mundo.

Según el texto, más del 87 por ciento de las escuelas y universidades gazatíes fueron destruidas, mientras que un 84 por ciento de los centros sanitarios han sido arrasados o dañados en los últimos 14 meses de guerra (hasta noviembre de 2024). En ese tiempo, Israel allanó hospitales, bombardeó colegios y detuvo tanto a pacientes como personal médicos, muchos aún en paradero desconocido.

Además HRW estimó que un 83 por ciento de la ayuda alimentaria fue bloqueada por Israel en los pasos fronterizos. “El cierre prolongado, así como las restricciones establecidas por Egipto en su frontera con Gaza, privaron a los 2,2 millones de palestinos de Gaza, salvo pocas excepciones, de su derecho a la libertad de circulación y de oportunidades de mejorar sus vidas, limitaron severamente su acceso a electricidad, atención de la salud y agua, y devastaron la economía”, denunció la ONG.

“La orden impartida por Israel de evacuar el norte de Gaza no tuvo en cuenta las necesidades de personas mayores, personas con discapacidad y pacientes, que en muchos casos no están en condiciones de irse. La decisión genera el riesgo de desplazamiento forzado, lo que constituye un crimen de guerra”, remarcó HRW.

Para paliar este crisis humanitaria, la Comisión Europea anunció esta semana un nuevo paquete de ayuda de la Unión Europea de 126 millones de dólares para Gaza, mientras que el Programa Mundial de Alimentos de la ONU señaló que en estos momentos 80 mil toneladas de alimentos están esperando para ser ingresadas en Gaza, capaces de alimentar a un millón de personas.

Fuente: pagina12.com.ar

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