Axel Wahnish: “El Presidente eligió pararse del lado correcto de la historia con Israel”

-Se reunió este jueves con Yarden Bibas, el marido de Shiri, Ariel y Kfir, los mimebros de la familia de origen argentino asesinados por Hamas ¿Cómo fue ese encuentro?

-Fue muy duro, muy fuerte. A veces, uno dice que no hay palabras y puedo asegurar que para ese momento la frase “no hay palabras” es 100% real. Lo abracé y le dije “no tengo palabras”. Él me dijo “dame un abrazo, nada más”. Y le dije: “yo con este abrazo quiero transmitirte el abrazo de todos los argentinos, de todo el pueblo argentino que te acompaña, que estamos con vos y que te acompaña en esta tragedia cometida por manos de terroristas sin ningún tipo de valores básicos por la dignidad humana”.

-¿Dónde vive Yarden ahora? ¿Adónde lo visitó?

-Su casa está toda quemada. Él ahora está en un centro de atención y acompañamiento que se armó en un hotel en Tel Aviv. En ese hotel está él con toda su familia. Hay un salón enorme que se llena de gente que lo va a abrazar y a saludar y a transmitirle el acompañamiento y sus condolencias. Él va a estar ahí un mes más. Ni él sabe, pobre, como va a hacer con su vida. Me dijo: “salí de un infierno y entré en otro peor”. Porque ya haber estado ahí es algo inimaginable, estar ahí 500 días. Le pregunté dónde estuvo, qué sentía. Él me dijo: “mira, yo desde el primer día tenía una esperanza firme en mi corazón de que iba a salir”. Me dijo que estuvo en túneles la mayoría del tiempo y a veces lo llevaban como a casas de familia y lo tenían ahí secuestrado y de pronto lo volvían a llevar a túneles. Él dice que estaba seguro de que salía y eso pasó 500 días después.

-O sea que tenía una fe muy fuerte…

-Muy fuerte. Pero me sorprendió porque Iair Horn (uno de los rehenes argentinos liberados recientemente) estuvo siempre en un túnel, día a noche sin luz. En situaciones completamente inhumanas. Iair bajó 37 kilos de peso. También lo fui a ver y me dijo: “Yo pensé que no salía”.

-Usted es uno de los pocos embajadores que accede personalmente al premier Benjamin Netanyahu. ¿Qué le dice él de la Argentina?

-Lo que se vive con Bibi, personalmente, es una admiración para el gobierno argentino, una admiración por el presidente Javier Milei. Eso a nivel valores, es decir, todos, y Bibi personalmente, entienden que esto es una unión de valores, que no es una cuestión de simplemente ser socios. No es una especulación. Acá es que Argentina e Israel están unidos por los valores básicos de libertad, la democracia y el combate contra el terrorismo, de las dictaduras, del antisemitismo, de la discriminación. Entonces, en ese sentido, es admiración y agradecimiento. Y después, en un sentido más práctico, hay muchísimo entusiasmo y emoción para avanzar con proyectos de cooperación y colaboración en materia de innovación, de tecnología, de defensa y seguridad. En la última reunión surgió el tema del vuelo directo Tel Aviv, Buenos Aires. Estamos hablando de que hoy tenés entre 20 horas a 26 horas. Depende si es una o dos escalas y un vuelo directo podría ser 13 o 14 horas. Y eso lo que genera es abrir las puertas comerciales, las puertas del turismo, las puertas de la cultura, porque genera una fluidez de ida y vuelta. Entonces a Bibi se le abrieron los ojos, mandó a pedir un mapa. Y empezó a mostrarme y a ver por qué países podíamos sobrevolar, por cuáles no. Y dijo: “sí, esto va a abir y va a hacer florecer la cooperación comercial en negocios y cultura”.

-¿Milei viaja este mes a Israel?

-El plan es para fin de marzo. Y el plan es que sería una visita oficial, donde tendríamos encuentros obviamente con los principales actores. Y algo muy trascendental, es que él fue invitado por el presidente de la Knesset, el Parlamento israelí, a dar un discurso magistral ahí. Eso es muy simbólico, particularmente aquí en Israel. Y también esperamos poder avanzar en un memorándum histórico, que se viene trabajando hace tiempo. Es un memorándum que se va a llamar “Memorándum de Libertad y la Democracia”, en lucha con el terrorismo, el antisemitismo y la discriminación.

Llevando el abrazo del pueblo argentino.

Lo que más me conmovió fue el enorme agradecimiento de Yarden Bibas por el acompañamiento del Presidente @jmilei y de toda la sociedad argentina. pic.twitter.com/fPD13tdItd

— Axel Wahnish (@axelwahnish) February 28, 2025 -En la Argentina se critica a ese Memorándum en el sentido de que no son comparables los enemigos de Israel con los de Argentina, que no tiene dictaduras alrededor y tampoco vecinos que la quieran destruir.

-Voy a responder en dos niveles. Primero, uno teórico. Obviamente que cuando dos naciones firman un acuerdo, hay puntos en común y puntos en los que no se compara. Pero eso no ocurre con Argentina, con Israel. Eso ocurre con cualquier país, con cualquier nación con la que Argentina firme un memorándum, un acuerdo o una declaración. Uno cuando firma un memorándum, trata obviamente de buscar cuáles son los puntos en común que compartimos para reforzar y cuáles son las necesidades de cada una de las dos naciones en las que se puede hacer una cooperación bilateral. Entonces, desde un punto teórico, el argumento que acaba de plantear es algo muy, muy débil.

-¿Y desde el punto de vista práctico?

-Desde un punto práctico, me parece que se está obviando acá que la Argentina fue víctima de dos ataques terroristas brutales y que el enemigo, el responsable de esos dos ataques, es exactamente el mismo enemigo terrorista que existe acá (en Israel). Irán, Hezbollah y Hamas. Entonces, yo veo que sí tenemos muchísimo en común, desde ese punto de vista que somos, ambos víctimas del terrorismo. En un segundo punto, no nos olvidemos de que hay células terroristas, hay focos terroristas alrededor de la Argentina, y las investigaciones ya demostraron que hubo filtraciones por la frontera en ambos ataques. Entonces yo creo que sí tenemos algo muy en común, que es un mismo foco y células terroristas, de las cuales ambos estados, de libertad y democracia, deberían estar atentos y reforzarse para combatir esas amenazas.

-¿Cuáles son los puntos fuertes del memorándum? ¿Defensa, Seguridad? ¿Cómo se haría para agilizar el comercio de mercados muy lejanos?

-Este memorándum se plantea con un marco, un paraguas amplio que después genere derivados, con acuerdos y otros memorándum específicos por cada área, con cosas concretas. Es decir, lo que se buscó hacer es englobar en el nivel de máxima jerarquía para que el presidente Milei y el primer ministro Netanyahu, firmen un memorándum marco. Entonces, este memorándum es muy simbólico y de valores. Se habla de incisos en cooperación en materia de seguridad y defensa, obviamente para combatir el terrorismo, la discriminación y el antisemitismo. Pero la idea es que englobe también áreas de innovación, de derechos humanos, de cooperación en materia de inclusión, para personas con movilidad reducida o necesidades especiales.

-El Presidente se acercó a Netanyahu en su Gobierno de una manera que no se acercaron otros países de Occidente.

-Yo creo que a partir del 7 de octubre hubo un antes y un después y ese antes y un después a nivel geopolítico global generó que el conflicto local se convierta en un símbolo mundial. El Presidente y la Argentina eligieron tomar una postura que es que, ante el terror, uno no se puede quedar callado porque, al quedarse callado, uno se convierte en cómplice y apoya y permite que esto suceda y que siga sucediendo. Entonces, el Presidente eligió pararse del lado correcto de la historia con Israel, que es condenar fuertemente al grupo terrorista y al ataque terrorista, y apoyar el derecho de autodefensa que tiene el Estado de Israel.

-El mundo democrático condenó el atentado y compartió el dolor de Israel. El punto es que el Gobierno argentino va mucho más allá en su alianza con Netanyahu, incluso no reconociendo más el derecho de Palestina a tener su Estado, como se lo reconocía hasta 2023.

-Eso es una política. Cada país tiene que evaluar y tomar sus decisiones. Me excede a mí como embajador, porque estoy representando al gobierno argentino y al Presidente. Él es el máximo responsable, la autoridad de tomar las decisiones, porque así se ha elegido en democracia. Y el pueblo argentino así lo determinó, lo avaló y cada país tiene su postura.

De rabino de Milei a un activo embajador en Israel

Un año atrás, la vida del rabino Axel Wahnish era por completo diferente a la que lleva hoy como embajador de la Argentina ante Israel. Una misión que pudo elegir especialmente por su inmensa influencia en la vida de Javier Milei, de quien ha sido guía espirtual en el judaismo.

Shimon Axel Wahnish nació en Buenos Aires en 1981, en el seno de una familia no religiosa.

Pero su vocación religiosa dentro de una comunidad judeo marroquî le surgió siendo joven. Muy lejos entonces del que sería su futuro, fue bajista y percusionista e integró la murga de su colegio secundario, el comercial Carlos Pellegrini.

Y mientras cursaba Psicología Educacional con quien luego sería su esposa, entró a la escuela rabínica donde alternaba sus estadios a distancia y epocas presenciales en Israel.

Wahnish está enrolado en una línea observante y los lineamiento del Shulján Aruj. Es una codificación de la ley judía que siglos después de su primera publicación en 1565, en Venecia.

En esa comunidad marroquí en la Argentina, de la calle Borges, en Palermo es donde conoció a Milei. Fue en 2021, y los presentó el economista Julio Goldestein, un amigo. Milei se volvió un estudioso del judaismo, y ahí se forjaron las bases para las relaciones carnales que montó con Benjamin Netanyahu, a quien visitó en su primer viaje como presidente en febrero de 2021, y ahora va a visitar en marzo de 2025.

Casado y con seis hijos, su condición de rabino y guia espiritual del Presidente, sin experiencia en diplomacia hizo que Wahnish fuera embestido por la oposición durante el tratamiento de su pliego en el Senado a principios del año pasado, lo que demoró su aprobación. Por otro lado, también muchos le pidieron explicación por los deseos de Milei de trasladar la embajada de Argentina de Tel Aviv a Jerusalén, un hecho disruptivo con la tradición argentina y con la de la comunidad internacional por las resoluciones de las Naciones Unidas que se han pronunciado contra ese movimiento.

Por ahora, lo único real es que Wahnish instaló su residencia en Jerusalén y ahí mantiene muchas de sus actividades oficiales porque ahí también funciona el gobierno israelí. Nadie el gobierno quiere mencionar si Milei va a ser un acto oficial que plasme por completo el funcionamiento del gobierno argentino allí durante su viaje a Israel de marzo. El hecho molesta a los defensores de la causa palestina.

Al mismo tiempo, Wahnish ha sorprendido con su intens agenda diplomática, lo que se traslada al campo político, cientifico, militar y economico, entre otros. Pero también por su intensa atención de la colectividad argentina, muy afectada por la guerra en Gaza, y con varios casos de rehenes como los de la familia Bibas, la de Horn y la de los Cúneo.

Cuando se le pregunta cómo se vive el cese de fuego entre Israel y Hamas recurre a un modo de analisis que siempre divide en niveles. “En primer lugar, yo me cuido mucho de involucrarme o de o de emitir una opinión sobre una cuestión muy local”, empieza pero dice que, “todo el pueblo siente que rescatar a los secuestrados es parte de la identidad, y de la dignidad nacional”, pero que al mismo tiempo negociar con quienes el 7 de octubre asesinaron, masacraron, abusaron sexualmente, decapitaron bebés acá es una herida en la sociedad” se “siente como una herida abierta en donde todo el estado y toda la nación” y que por ello les cuesta liberal a cambio a palestinos que estuvieron presos por crimenes ataques terroristas atroces.

Itinerario

Axel Wahnish es embajador ante Israel desde abril de 20024. Nació en Buenos Aires en 1981. Hijo de una familia descendiente de judíos marroquíes, cursó sus estudios primarios en la escuela Beron de Astrada del barrio de Palermo y los secundarios en el Colegio Carlos Pellegrini. Se licenció en Psicología educacional en la Universidad CAECE. Ganó el premio al mejor musico juvenil de Buenos Aires por EMBA.

Estudió para rabino en academias de Israel, donde vivió en diversos períodos. Fue director de diversas academias de estudio de historia y filosofía judía, estudia y enseña kabalah. Se desempeñó como Rabino principal de la comunidad sefaradí-marroquí de la Argentina, en la comunidad ACILBA de Buenos Aires. Casado con seis hijos.

Al toque

Un proyecto: crecer como persona y poder ayudar a quienes me rodean.

Un sueño: nunca dejar de soñar.

Un líder político: Winston Churchill.

Un recuerdo: jugando con mi hermano.

Un libro: El hombre en busca de destino, de Viktor Frankl.

Un líder: El cabalista italiano Luzzato.

Una comida: Pasta

Un placer: Además de estar con mi familia, enseñar, estudiar, escribir y la música.

Una película: The Truman Show.

Una miniserie: Los Simuladores.

Un equipo de fútbol: River.

Fuente: clarin.com

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