Embarcados: técnicas para anchoas y limones

Durante los meses de verano, muchos pescadores se vuelcan a la actividad de mar y –más precisamente– a la embarcada en el Mar Argentino. Una modalidad apasionante, calificada, cualitativa y de un vértigo absoluto, porque son muchas las especies que podemos capturar. Entre las más características encontramos la variada en general, con corvinas, pescadillas, meros, besugos, salmones, chernias y hasta tiburones de diferentes clases: escalandrún, bacota, martillo y gatopardo, entre otros. Pero también existen otras capturas un poco más combativas y deportivas, como la de los limones y las anchoas, que se pescan plenamente de fondo con carnada o bien –y como la mayoría de los pescadores podemos hacerlo– con artificiales tanto de media agua como de flote. Realmente algo apasionante y que nos remonta a la pesca de tipo pelágica en otros países, como el atún. 

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Para la pesca de mar embarcado con artificiales podemos utilizar diferentes equipos pesados de baitcasting, trolling y spinning. Obviamente, hay muchas y muy buenas variantes, pero sólo vamos a enumerar algunas. Si la idea es pescar con baitcasting, utilizaremos cañas de hasta 2,20 m de largo con una potencia de 25 a 40 lb (1 lb = 0,453 kg) y reeles medianos cargados con hilo multifilamento de entre 50 y 65 lb de buena calidad. Para trolling podríamos utilizar los mismos equipos recién mencionados, pero las cañas deberían ser de embarcado y su longitud podría llegar hasta los 2,40 m. En cuanto a los reeles, los redondos cargados con hilo multifilamento del más fino que se pueda, pero que tenga una excelente resistencia, son los óptimos debido a que tenemos que lograr buena profundidad en poco tiempo. Finalmente, para el spinning el tamaño de las cañas va de 2,10 hasta 2,70 m de largo con acción de punta y los reeles ideales son los frontales medianos hasta un tamaño 6000 cargados con multifilamento de 50 a 65 lb. Con este equipo –y particularmente con los más largos– podemos practicar la modalidad popping, que consiste en arrojar un señuelo del tipo popper lo más lejos posible y hacerlo trabajar hasta unos pocos metros de la embarcación. 

Tema señuelos

Realmente son muchos los que podríamos enumerar, pero existen algunos que no podemos dejar pasar, como los poppers Cano, Williamson, Rapala, Voraz, Quimera y Red Fish. Si vamos a pescar a media agua, los Gozio Arrow, Glidding Rapala, Slider Cano, Pucará y Rubí. Pero también podemos buscar limones y anchoas con señuelos del tipo minnow, donde vamos a encontrar gran variedad de modelos. Todos sirven pero algunos suelen hacer diferencias. ¿Qué queremos decir con esto? Lo de siempre: llevemos todos los artificiales que tengamos a nuestro alcance, no dejemos nada en casa porque siempre nos va a faltar el que descartamos.
Hay otra modalidad con la cual podemos pescar limones y anchoas: el jigging o pirking, en la cual se utilizan cañas de entre 1,60 y 1,80 m, casi siempre para reeles frontales. Quizá sea una pesca más activa y de mucho trabajo, pero algunas veces suele hacer la diferencia. Una de las maneras de realizar esta pesca es buscar los puntos estratégicos previamente marcados en un sonar o en un GPS, y preparar los equipos de trolling para patrullar la zona. Si recibimos respuestas inmediatas, vamos a buscar los equipos de bait o spinning para hacer la pesca un poco mas divertida. 
Las especies limón y anchoa son muy combativas y de mucha fuerza, cualidades que requieren de la destreza del pescador, primero para hacerlos tomar el artificial y luego para lograr arrimarlos a la embarcación sin sufrir ningún tipo de corte en la línea. 

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Para este relevamiento nos subimos a las embarcaciones de algunos amigos que estuvieron pescando en Mar del Plata hace unos días, ya que cuando nosotros viajamos el viento nos jugó una mala pasada y no pudimos embarcar durante tres jornadas. Ellos, en cambio, se quedaron más tiempo y pudieron elegir los días de navegación. Sin duda, este tipo de pesca despierta pasiones y, si bien es muy difícil practicarla durante todo el año, a partir de fines de octubre ya se comienzan a realizar los primeros intentos. 

55 km camino al horizonte 

Este verano, nuestro amigo Fernando Caletti, junto a Luis y Lucas Solimeno, embarcó todos los días que el mar lo permitió, y en esas primeras salidas pusieron proa a un punto previamente marcado unas 20 millas (1 MN = 1,852 km) mar adentro, para practicar solamente con artificiales. Para eso prepararon los equipos de trolling y –utilizando señuelos de profundidad del tipo Rapala Magnun 20 y 30– comenzaron a recorrer la zona a bajas revoluciones. Fueron muchas las pasadas por la marca sin obtener repuesta alguna. Así que rápidamente cambiaron de lugar para ver si corrían mejor suerte y en una zona con algunos pedregales pudieron pinchar un par de limones. 
Inmediatamente, junto al grupo que los acompañaba intentaron con las modalidades jiggs y popping, con las cuales pudieron capturar solamente algunas anchoas: nada despreciable pero no era lo que buscaban. Pasaron los días, las salidas se hicieron más habituales y las pescas comenzaron a satisfacer a los aficionados, quienes lograron algunas capturas importantes pero sin cantidad, sólo calidad. 

Seguimos pescando 

La otra embarcación a la que nos subimos imaginariamente fue a la de Martín Docarmo y Matías Pavoni, dos grandes pescadores. El primero vive en Mar del Plata, y es un ferviente y apasionado seguidor de estas especies, al punto que cada vez que puede se interna en el mar con su poderoso semirrígido de dos motores para recorrer varios puntos que esconde rigurosamente para sus clientes y amigos. Martín estuvo pescando en diciembre con muchos altibajos y hasta el cierre de esta edición pudo lograr algunas capturas en trolling. En cuanto al popping, estuvieron mucho tiempo realizándolo sin resultados para el limón, pero sí –en cambio– pescaron varias anchoas que suelen tirarse con voracidad ante el paso del popper que cada pescador va trabajando en superficie a su parecer. 

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Ya estamos en una fecha a la que se considera lo mejor de la temporada y en la que –obviamente– no sólo se trata de limones o anchoas, sino que podemos pescar todas las especies que enumeramos al principio de la nota. Hay muchos guías y empresas que consultan y ofrecen qué es lo que nos gusta pescar en cada variante, lo que se denomina pesca activa o de altura. Y, Mar del Plata es una gran opción para realizar este tipo de capturas. Como consejo final, siempre preguntar de antemano el estado del tiempo, que si viene mal puede convertirse en nuestro enemigo. Prometo regresar por la revancha y traer mis propias imágenes. ¡Buena pesca para todos!

Fuente: perfil.com

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