Tras la reciente actualización del marco cambiario acordada entre el Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI), distintos sectores del mercado financiero comenzaron a revisar sus estrategias de inversión en el corto y mediano plazo. Una de las alternativas que ha cobrado relevancia es el carry trade, una práctica que consiste en vender dólares para adquirir activos en pesos, con el objetivo de recomprar posteriormente más divisas utilizando las ganancias obtenidas.
En este contexto, analistas del sector señalan que la nueva política de flotación cambiaria con bandas ha generado un entorno que, si bien presenta mayores niveles de volatilidad, también introduce un marco previsible para los rendimientos en moneda local.
Este esquema, según distintas consultoras, podría incentivar un flujo de inversiones hacia instrumentos en pesos, especialmente aquellos que ofrecen tasas de interés más elevadas.
Bonos en pesos y esquema de bandas cambiarias
El informe semanal elaborado por GMA Capital describe cómo el nuevo régimen de bandas afecta la operatoria de carry trade con tipo de cambio oficial.
El análisis destaca que este esquema reconfigura la relación riesgo-retorno, ya que si bien no garantiza rendimientos en dólares, establece claramente las ganancias y pérdidas máximas esperadas según el comportamiento del tipo de cambio oficial dentro de las bandas.
Por su parte, Delphos Investment remarcó que el régimen actual continúa siendo favorable para los bonos en pesos, debido a la previsibilidad que genera la nueva referencia cambiaria.
Esta situación, sumada a las tasas en alza, configura un escenario propicio para inversores dispuestos a asumir un grado moderado de riesgo.
Tasas de interés y perspectivas de ingreso de divisas
La reciente suba de tasas en pesos de instrumentos como las Letras Capitalizables (Lecap), que actualmente ofrecen retornos mensuales cercanos al 3% o 3,5%, es uno de los factores más mencionados a la hora de justificar la viabilidad del carry trade. A esto se suma la expectativa de ingreso de divisas en el corto plazo, que mantendría al tipo de cambio oficial en los rangos medio o inferior de la banda de flotación, lo cual reforzaría la estrategia.
El especialista en finanzas José Bano, en declaraciones al portal iProUP, explicó que invertir en pesos “tiene sentido” en el marco actual, aunque subrayó los riesgos asociados a la volatilidad del tipo de cambio en Argentina. En ese sentido, recomendó utilizar esta estrategia solo con una porción del portafolio.
Como ejemplo, mencionó que un inversor con una cartera 100% dolarizada podría destinar un 20% al carry trade, manteniendo el resto en divisas como mecanismo de cobertura.
Proyecciones de rendimiento
De acuerdo con un informe de la consultora Quantum Finanzas, la rentabilidad potencial de esta estrategia dependerá, entre otros factores, del instrumento elegido y del comportamiento del tipo de cambio oficial. En su análisis sobre el bono del Tesoro capitalizable a diciembre de 2025 (T15D5), estimaron una ganancia en dólares del 12% si el tipo de cambio al vencimiento se ubica en torno a los $1400, dentro del margen establecido por el Ejecutivo.
Sin embargo, los especialistas de Quantum también señalaron que, dadas las condiciones actuales del mercado, resultan más atractivas las posiciones de corto plazo. Esto se debe a que la tasa de interés vigente podría mantenerse en los niveles actuales o incluso incrementarse, al menos hasta que se verifique una desaceleración más consistente de la inflación.
En ese sentido, advirtieron que un cambio en la tendencia inflacionaria o una baja anticipada de tasas podría afectar la rentabilidad futura de estas colocaciones.
GMA Capital realizó un cálculo similar sobre la Lecap con vencimiento a fines de junio de 2025 (S30J5). Según sus estimaciones, el retorno máximo en dólares sería del 24% en un escenario en el que el tipo de cambio descendiera hasta el límite inferior de la banda. En contrapartida, si el valor del dólar se mantuviera en el centro de la banda, el rendimiento sería prácticamente nulo.
Consideraciones sobre el horizonte temporal
Un aspecto clave que los analistas destacan es la incertidumbre respecto a la duración del entorno macroeconómico actual.
Si bien las condiciones actuales parecen sostenibles hasta las elecciones previstas para más adelante este año, y eventualmente durante los meses posteriores si se consolida una reducción inflacionaria, no existen garantías sobre la continuidad del esquema cambiario ni sobre las políticas de tasas de interés.
Este elemento introduce un componente adicional de riesgo a las estrategias de carry trade, que históricamente han mostrado resultados dispares en la economía argentina.
En el pasado, la apreciación del tipo de cambio o cambios abruptos en las tasas de referencia han impactado negativamente en los retornos esperados por los inversores.
Fuente: iprofesional.com