El viernes pasado, de manera sorpresiva y en declaraciones radiales, el director del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Marco Lavagna, anunció los principales cambios que se aplicarán en la nueva base metodológica para medir la inflación minorista mediante el renovado Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Inflación: una nueva metodología para corregir distorsiones
Tal vez, la presentación del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ante la Cámara de Diputados el 16 de abril pasado reavivó el debate sobre la necesidad de actualizar la metodología.
En su informe de gestión, Francos fue consultado por legisladores sobre la posibilidad de incorporar una canasta que refleje los cambios reales en los hábitos de consumo, lo que permitiría mejorar la precisión del IPC y su relación con el costo de vida.
En esa presentación, Francos informó que el Ministerio de Economía comunicó “que el Indec finalizó en marzo de 2025 todos los desarrollos técnicos y metodológicos del nuevo IPC, así como también las consultas y testeos técnicos del nuevo índice para su implementación”.
Y agregó que “actualmente se encuentra a la espera de los avales institucionales para realizar la campaña de sensibilización y alfabetización del nuevo IPC”.
Tal vez por esa razón Lavagna salió a dar explicaciones el viernes pasado, acerca de la aplicación futura de una nueva metodología para medir el IPC.
Lavagna explicó que uno de los ajustes más importantes será la actualización de la canasta del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que incluirá nuevos productos y servicios de acuerdo con la Encuesta de Gastos de Hogares realizada entre 2017 y 2018 por el Indec.
Brecha entre inflación estimada con nueva canasta y la vigente
Según el titular del organismo, esta actualización tiene como objetivo reflejar con mayor precisión las modificaciones en los hábitos de consumo de la población, en un contexto económico que se modificó drásticamente en los últimos años.
Esto se traducirá en una mayor ponderación de los servicios y una menor incidencia de los alimentos, mientras que rubros como vivienda, tarifas y transporte ganarán relevancia en la nueva fórmula.
“Estas modificaciones buscan corregir distorsiones en la medición del impacto inflacionario, sobre todo en sectores de clase media y media-alta, donde el peso de los servicios regulados y privados es mayor”, manifestó Lavagna.
El funcionario destacó que la incorporación de productos como Netflix, celulares y otros bienes o servicios de consumo actuales, no implicará una variación sustancial en los resultados del índice.
“A pesar de que se añadirán nuevos productos y servicios a la medición, el objetivo principal de esta actualización es mejorar la calidad de los datos ofrecidos. Son diferencias pequeñas entre los esquemas. Uno busca el resultado final de la inflación, y por temas internacionales también tenemos que cambiar el esquema”, explicó el economista.
Lavagna advirtió que el índice ajustado no mostrará diferencias significativas en el resultado final, lo que implica que la tendencia de inflación seguirá siendo la misma, lo que genera grandes interrogantes en los analistas económicos.
De acuerdo con la información que iProfesional obtuvo de fuentes cercanas al Gobierno, todavía no está decidido a partir de cuándo se comenzará a difundir el nuevo IPC base 2017-2018, que reemplazaría al actual IPC base 2004.
Lavagna señaló también que “este proceso de actualización aún no tiene una fecha precisa para su implementación. Estamos viendo todo el proceso para cuando lo vayamos a implementar, todavía el cambio de metodología no tiene fecha“.
A pesar de que el nuevo índice está en desarrollo, el economista indicó que los cambios son parte de una evolución natural en la medición de los precios, ya que el índice debe adaptarse a los nuevos comportamientos de consumo que marcan la pauta en la sociedad argentina.
De acuerdo con lo que pudo saber iProfesional, el último recálculo de la evolución del IPC sobre la base de las variaciones que informa mensualmente el Indec por grandes rubros, en base a la participación de cada sector que arrojó la última Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) -noviembre de 2017 a noviembre de 2018 inclusive-, arrojó diferencias poco relevantes en relación con la medición vigente estructurada con la ENGHo 2004/05.
Gastos en los principales rubros de consumo de la población
La comparación de los resultados que obtuvo el Indec del agregado de esos rubros con la canasta actual, que fue de 117,8% en 2024, con la nueva ponderación de la ENGHo 2017/18 hubiese arrojado aproximadamente 123,5%, casi 6 puntos porcentuales más.
En el caso de tomar el período desde diciembre de 2019 a marzo de 2025, la brecha entre ambas mediciones fue de apenas 2 puntos porcentuales.
Como ejemplo, los técnicos del Indec toman un producto que valía $100.000 en 2019 y ahora cuesta $453.400 con la base 2004/05 y $443.500 si se toma con la base 2017/18.
El nuevo IPC incorpora mejoras metodológicas y un mayor alcance estadístico, ya que pasará de relevar 320.000 precios mensuales a 500.000, y de 16.700 a 24.000 informantes en todo el país.
El nuevo IPC dará más relevancia a nuevos servicios y eliminará otros que ya no se usan
Esta ampliación permitirá capturar con mayor precisión las variaciones de precios y los cambios en el consumo, en un contexto de volatilidad como el actual, marcado por la suba del dólar oficial y la desactivación del cepo cambiario.
En el actual período de ensayo y calibración del sistema informático, que procesa una base de datos con más de 350.000 precios, se incluyen servicios de streaming (Netflix, Disney+, Spotify, Pack Fútbol y otras plataformas digitales) que no formaban parte de la canasta 2004/2005.
Pero desaparecerán otros, como el alquiler de películas en videocasetes (caso Blockbuster) y la compra de CD, reproductores MP4 o walkman, que ya pertenecen al pasado.
También perdieron relevancia en el índice la telefonía fija y el fax, que desaparecieron debido a la fuerte expansión de la telefonía móvil, al igual que los servicios de TV por cable y accesos a internet.
En productos de consumo masivo, el sistema está programado para incorporar los cambios de tamaño en los envases (de alimentos, gaseosas y artículos de limpieza) a fin de obtener precios homogéneos y comparables.
Dentro del gasto por finalidad, en 2017/2018 perdió peso la ponderación del rubro alimentos y bebidas no alcohólicas en comparación con encuestas anteriores, ya que bajó a 22,6% del total desde 25,7% en 2004/2005 (y 28,8% en 1996/97), aunque en las regiones NOA y NEA se mantuvo en torno al 30%.
¿Cuánto pesa cada rubro en el gasto de los hogares?
En tanto, aumentó de 10,6% a 14,5% en vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles; de 11,6% a 14,2% en transporte (donde predomina, con un 8%, el funcionamiento de equipos de transporte personal, como autos y motos) y de 4% a 5,2% en comunicaciones, con ínfima participación de servicios postales.
En cuanto a los lugares de compra de alimentos y bebidas, los datos de la encuesta revelan que, si bien el gasto en super e hipermercados representó 24,8% del consumo de los hogares (con picos de 51% en aceites, 54% en condimentos y 44% en bebidas alcohólicas), al comprar productos frescos no envasados más de la mitad eligió hacerlo en “otros negocios especializados” como fruterías (58,5%) y verdulerías (51,5%).
Lo mismo ocurre con las carnicerías (55,3%), en tanto que en alimentos listos para consumir más del 68% prefiere adquirirlos en pizzerías, restaurantes, bares y heladerías.
El 6 de septiembre del año pasado, en declaraciones a Radio 10, Lavagna había adelantado que el Gobierno lanzaría en dos meses el nuevo IPC con una base de 500.000 precios y 24.000 informantes.
“Estamos en las pruebas finales y en los próximos dos meses podremos estar saliendo con el nuevo IPC. El índice actual tiene 320.000 precios y va a pasar a 500.000 precios, y vamos de 16.700 informantes a 24.000 informantes”, explicó. Sin embargo, su salida se retrasó hasta ahora y, al parecer, por las recientes declaraciones del viernes, todavía no hay una fecha prevista por el Indec para que se empiece a publicar.
Fuente: iprofesional.com