Si no salen las reelecciones indefinidas, más de la mitad de los intendentes bonaerenses no podría presentarse en 2027

La política bonaerense es un cambalache que lo tararean todos. La falta de conducción domina a los espacios legislativos con una agenda parlamentaria semiparalizada. El internismo partidario complica la convivencia de los legisladores, que parecen estancados en un pantano de desconfianza y fragmentación que alimenta una dispersión poca veces vista.

En ese contexto nadie sabe bien qué proyectos podrían avanzar hasta conseguir los apoyos necesarios para ser aprobados. La incertidumbre sobre cualquier iniciativa legislativa suele ser absoluta. El gobernador Axel Kicillof ni siquiera logró la aprobación del presupuesto 2025 y su enfrentamiento con La Cámpora no para de escalar. En el medio están los diputados y senadores que responden a Sergio Massa, que tuvo que desempolvar aquello de “la avenida del medio” para barrenar en la confrontación de sus socios políticos.

La mayoría de los intendentes están hartos del caos. Sienten que no es su pelea. Sus pretensiones, por lo menos las más urgentes, bailan en otra pista. La gestión y el reclamo de los vecinos los condiciona. La inseguridad es su principal preocupación. Necesitan plata y una política sólida y abarcativa del Ejecutivo provincial.

También existen motivos más personales. Ningún jefe comunal pretende dejar el poder porque así lo establece una ley. Es la que aprobó la ex gobernadora María Eugenia Vidal con apoyo del propio Massa. La norma permite una sola reelección, tanto para los intendentes como para los legisladores provinciales, los concejales y consejeros escolares.

El miércoles pasado se dio un primer paso para derogar o modificar esa ley. La comisión de Legislación General del Senado bonaerense avanzó con una iniciativa que habilita la reelección indefinida para legisladores, concejales y consejeros escolares. El proyecto lo presentó el peronista Luis Vivona, de Malvinas Argentinas, dejá afuera a los intendentes y podría ser tratado esta semana. Contaría con el apoyo de varios senadores radicales, del PRO y de los libertarios blue.

De no modificarse la ley, la renovación forzada en los liderazgos municipales tendrá una magnitud extraordinaria. En total suman 82 jefes comunales que quedan impedidos de buscar la reelección en 2027. Representa más del 60% del total de 135 intendentes bonaerenses. De ese total, 52 pertenecen a Unión por la Patria (UP), 8 al PRO, 17 a la Unión Cívica Radical (UCR), 1 a La Libertad Avanza (LLA) y 4 son vecinalistas.

En el Gran Buenos Aires la cifra es similar. La ley afecta a 14 jefes comunales de un total de 24. Entre ellos hay varios intendentes que desde hace años ostentan un poder casi absoluto con reelecciones abrumadoras. Entre ellos están Mario Ishii (José C. Paz), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Mario Secco (Ensenada).

También figuran Juan Andreotti (San Fernando), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mayra Mendoza (Quilmes), Ariel Sujarchuk (Escobar), Julio Zamora (Tigre), Federico Achaval (Pilar), Leonardo Nardini (Malvinas), Andrés Watson (Florencio Varela) y Mariel Fernández (Moreno).

¿Se podrá sumar a los intendentes al proyecto que beneficia sólo a los legisladores y concejales? En los distintos bloques le reconocen a Clarín que hoy no hay clima propicio para discutir el tema de los jefes comunales aunque la aprobación de la habilitación de los legisladores y concejales marcaría un precedente favorable para avanzar con los intendentes.

Unión por la Patria cuenta con 21 senadores de los 46 que conforman la cámara. El PRO cuenta con 9 y UCR-Cambio Federal 8, la Libertad Avanza 4, los libertarios blue 3 y el monobloque de Joaquín de La Torre.

Fuente: clarin.com

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