La gran duda de los estrategas financieros de bancos, ALYC y fondos de inversión locales y extranjeros es cómo habrá que posicionarse en activos financieros en los próximos días en nuestro país en función del escenario electoral que tiene como epicentro en primer lugar las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires (PBA) del 7 de septiembre y luego la nacionales de medio término, el 26 de octubre.
La mayoría de los expertos consultados por iProfesional sostiene que en este esquema será fundamental el futuro judicial de la expresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, que anunció la semana pasada que será candidata a diputada provincial en la Tercera Sección electoral el bastión del conurbano bonarsense, donde nunca perdió el peronismo ni el kircnerisno desde que se presentó en el 2.005 hasta el presente.
En medio de todo aparece la primera revisión del acuerdo con el FMI que se pasó para julio próximo y donde el ministro de Economía Luis Caputo y el titular del BCRA deberán extremar esfuerzos y conseguir recursos extras de varios organismos del Estado para cumplir con las metas fiscales, monetarias y de acumulación de reservas internacionales netas (RIN) comprometidas en el acuerdo.
A esto se suma la incertidumbre que despierta el futuro veto del Presidente de la Nación, Javier Milei, en el caso que las leyes aprobadas la semana pasada en la Cámara de Diputados que implican más gastos en jubilaciones de unos 300 millones de dólares mensuales, sean aprobadas por la Cámara de Senadores y también hay que considerar la conflictividad en el sector de la salud, que podría agravarse con más marchas de protesta de los trabadores de ese sector luego de los sucesos del Hospital Garrahan.
Por último, en el aspecto político y económico, hay que destacar que el jueves pasado el Gobierno anunció el envío al Congreso de la Nación del proyecto de ley llamado de “Inocencia Fiscal” que le dará en el futuro en caso de ser aprobado un armazón jurídico a esas medidas hace dos semanas, de las medidas de información automática de ARCA, de flexibilización de montos controlados por parte de la Unidad de Información Fiscal (UIF) y la puesta en marcha de un régimen nuevo simplificado de impuesto a las Ganancias, cuyo objetivo es que los argentinos comiencen a gastar los dólares sin declarar.
Carry trade: ¿seguirá siendo rentable o es el principio del fin?
La gran duda es si en este mes hay que seguir apostando de pleno al carry trade o a la tasa de interés en pesos y, de ser así, hasta cuándo o si es preferible empezar a dolarizar portafolios de cara a las elecciones donde surgen alternativas como bonos en dólares o ADR de acciones que cotizan en el NYSE (New York Stock Exchange).
Luego de la suba del tipo de cambio en los últimos días de mayo, los que apostaron por el carry trade tuvieron ese mes una ganancia entre 1% y 3% en dólares.
En la jerga financiera se denomina carry trade a la estrategia de vender dólares, invertir los pesos a tasa de interés y recomprar las divisas al tipo de cambio oficial.
En tanto que este mes arrancó con el dólar oficial manteniéndose cerca de la banda de flotación. En este contexto, el dólar blue el miércoles se cerró en $1.180, su valor récord en el último mes, Si bien el viernes bajó a $1.165, mientras que el dólar minorista en Banco Nación se mantiene en torno a $1.200.
Estrategias divididas: pesos a corto, cobertura en dólares a mediano
El mercado dio en los últimos días un aviso, con el dólar oficial despegándose del piso de la banda que estableció el ministro de Economía, Luis Caputo -para que la cotización del BCRA flote en entre 1.000 y 1.400 pesos- y sobrepasando los 1.200 pesos por unidad. De hecho, la brecha negativa superó los 30 pesos de diferencia entre el precio oficial y el del dólar “blue”.
En ese aspecto el economista Federico Glustein destaca que “seguirá el apetito por la divisa norteamericana y creo que el centro de banda es el valor más ajustado a la realidad actual, aunque podría tener una suba considerable si no se acumulan más divisas en la oferta y en ese sentido, es negocio empezar a dolarizar portfolio previo a las elecciones, porque es una garantía tres meses antes de la contienda electoral, un momento prudente de cobertura. Que Cristina Kirchner sea candidata en sí genera una tensión, pero el escenario al cual se postula no es relevante en la política económica, aunque puede ser la antesala de lo que sucederá en octubre en la nacional y un mes más se podría apostar por el carry trade”.
Para Gustavo Neffa, director de Research for Traders, la candidatura “de CFK no suma, pero creo que el mercado no se siente muy aquejado por ese tema, no sé si resta tanto. El mercado está preocupado más que nada por cómo el BCRA acumularía reservas a corto plazo y cómo el crecimiento se daría con baja de inflación”.
En ese marco, Neffa consideró que “sigue siendo válido el hecho de hacer carry. Vemos el tipo de cambio en la zona de $1.100 a $1.200 al menos durante junio y posiblemente pueda bajar un poco más ya entrando en el tercer trimestre, con lo cual de acá hasta las elecciones estamos optimistas con respecto a inversiones en pesos”.
A su vez, Neffa puntualizó que siguen recomendando los bonos CER (el TZX26 y el TZXD&), pero la mayoría son LECAPs que vencen de acá a diciembre, y BONCAP (T15D5) el Bono dual TTS26 (vence en septiembre de 2026).
Bonos en dólares versus inversiones en pesos
De acuerdo a la opinión del especialista Salvador Di Stefano, las inversiones en pesos lucen como las mejores opciones en tiempos de incertidumbre para el mercado de capitales, con un dólar que no logra definir una tendencia, y una actividad económica que no parece despertar.
Di Stefano señala que “estamos a 90 días de las elecciones en provincia de Buenos Aires, y 140 días para las elecciones legislativas del 26 de octubre. Daría la impresión que todavía estamos lejos para tener encuestas confiables que hagan mover al mercado y todo indicaría que desde agosto en adelante comenzara el movimiento fuerte en el mercado”.
El analista describe que “lo mejor pasa por los instrumentos en pesos, ya que el consenso dicta que la inflación irá a la baja, mientras que las Letras del Tesoro Nacional Capitalizables en Pesos (LECAP) y Boncap muestran en la mayoría de los casos rendimientos superiores al 30% anual”.
Di Stefano destaca además que “los bonos soberanos en dólares no muestran un gran atractivo en este contexto, recordar que pagan amortización y renta el 9 de julio próximo. El bono en pesos con vencimiento en el año 2030 rinde el 27,5% anual, mientras que el bono en dólares AL30 rinde el 13,2% anual, para igualar ambos rendimientos la tasa de devaluación debería ser del 12,6% anual; si esto ocurre, los bonos en dólares rendirían mucho menos que un Boncap dual con vencimiento en marzo del año 2026, que tiene una TIR del 40,0% anual.
El analista de F2 Soluciones Financieras Andrés Reschini, sostiene:”No creo que el carry sea una mala estrategia y pueden pasar las dos cosas, que en junio siga habiendo apetito por el dólar por la cercanía a las elecciones y el condimento que a esto le agrega la candidatura de CFK y que, a su vez, se mantenga relativamente calmo, dado que el Gobierno ha logrado establecer ciertas condiciones que pueden contribuir a que durante este período el dólar no escale descontroladamente”.
Pablo Lazzati, CEO de Insider Finance, manifestó que “junio no será un mes para dolarizarse, ya que es el último tramo del año que podrán liquidar con la baja de retenciones, y por ende entendemos que avanzaran con cosecha y liquidación, lo que generará mayor oferta y una baja del tipo de cambio a niveles de $1.100″.
Además explica que “si aceleran la liquidación podríamos estar viendo un dólar muy cercano al piso de la banda para fin de mes“. Así, el experto señaló que “durante junio sostenemos que se mantiene positivo el carry, y habrá que analizar una vez finalizado este mes si conviene mantener esta estrategia o empezar a migrarla”.
Por su parte, un trabajo del equipo de research de PUENTE indica que: “preferimos una estrategia en CER, BONTAMs (Bono Dual) o el nuevo BONTE para posicionarnos en pesos y esperamos que la inyección de liquidez comprima las tasas reales en el primer caso, y que eventualmente haya una compresión en los dos últimos, que vemos muy baratos”.
El trabajo considera que: “para un inversor agresivo, ir a tasas fijas, largas, tratar de fijar una tasa en pesos como la de hoy de 30% a un año, o del 2,3% mensual tiene mucho sentido, sobre todo si miramos la inflación bajando muy fuerte pero si somos un poco más cautelosos, pero quiérenos hacer carry trade y no queremos perder tasas del 30% anual, podemos ir a los bonos duales largos”.
El trabajo señala el bono TTJ26, que es un bono dual que va a pagar lo mejor entre la tasa fija y la tasa variable de ese momento.
El analista financiero Gustavo Ber prevé que en junio el tipo de cambio “podría mantenerse relativamente estable, entre los $1.200 y $1.100, y ello se debe a que continuaría sostenida la oferta desde el campo y el apetito por carry trade a partir de las positivas señales sobre el proceso de desinflación” y resaltó que “no creo que el escenario electoral vaya a alterar sustancialmente la calma cambiaria”. Sostuvo además que hasta agosto el carry podría resultar atractivo, y según el escenario electoral y la desinflación, se podrían entonces ir extendiendo los plazos.
Para Ber, “los mejores vehículos para el carry siguen siendo las LECAPs y BONCAPs, ya que serían los de mejor relación riesgo-retorno”.
De todos modos, el analista evaluó que se podría empezar poner la mitad la cartera de inversión “en dólares, a través de Bonar 2038, 2035 y corporativos más largos como Vista 2035, TGS 2031 y Pan American Energy 2032”.
En lo que respecta al futuro del dólar varios analistas están expectantes acerca de si la mesa de dinero del BCRA seguirá operando en el mercado de futuros para incidir en el mercado spot ya que en mayo se calcula que el BCRA vendió unos 2.000 millones de dólares en ese mercado.
Los empresarios, por su parte, anticipan que hacia diciembre el dólar se venderá en torno a 1.345 pesos, de acuerdo al relevamiento de confianza empresaria que realizó la organización de CEOs y Directores Generales de compañías en la Argentina. Ese pronóstico aumentó nueve pesos desde el trimestre anterior.
La previsión de los empresarios no se encuentra lejos de la de los expertos en finanzas, según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central de mayo, del cual participaron 29 consultoras y centros de investigación locales e internacionales y 12 entidades financieras de Argentina. Ellos estimaron un tipo de cambio nominal de 1.322 pesos por dólar para diciembre de 2025.
En relación al escenario internacional la mayoría de los analistas opina que por el momento las acciones en la bolsa americana siguen con un comportamiento anodino y todavía no se animan a pronosticar qué pasará con la guerra declarada entre el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump y su ex amigo y ex funcionario el multimillonario empresario Elon Musk dueño de la red social X y empresas líderes mundiales como Space. Starlink y Tesla.
El gobierno estadounidense, a través de una nueva ley aprobada en la Cámara de Representantes (y que está a la espera de tratamiento en el Senado), podría gravar los intereses, dividendos y rentas que fluyen a países extranjeros, con tasas que podrían ir del 5% al 20%. A esto habrá que sumarle un impuesto del 3,5% al dinero enviado afuera de Estados Unidos de parte de un inversor extranjero.
En lo que respecta al mercado accionario, la mayoría de los analistas consultados coincide en que ya alcanzó en enero del año 2025 su punto máximo, coincidiendo con el pago de amortización y renta de los bonos soberanos en dólares, a partir de allí el mercado inicio un proceso de toma de ganancias, en el marco de un escenario económico desafiante, con escasas reservas y un dólar oficial que empezó a subir.
También coinciden en que la mayor demanda de pesos encareció a la tasa de interés activa, que se ubica en torno del 50% anual en pesos, y del 10% anual en dólares. Las tasas pasivas comenzaron a trepar, la tasa de plazo fijo en pesos se ubica en torno del 34% anual para grandes sumas, y en dólares en el 5,0% anual.
La mayoría de los consultados sostienen que si aumenta la oferta de pesos, el dólar debería bajar al piso de la banda, algo que hoy no parece estar disponible, por lo tanto, todo hace pensar que el mercado seguirá con tasas de interés elevadas, y que el ajuste de la microeconomía avanza a toda marcha.
Fuente: iprofesional.com