Dólar bajo y la estela de Qatar: los motivos de por qué llegan las estrellas

Keylor Navas, arquero estrella de la Selección de Costa Rica en el Mundial 2014, luego del Real Madrid y del Paris Saint Germain de Messi, Neymar y Mbappé, dice mientras es presentado como nuevo jugador de Newell’s: “Hoy es un día importante en mi carrera”. Admite que habló con Lionel Messi y se entusiasma con volver a volar. El español Ander Herrera, quien también fue parte del PSG y del Manchester United, cuenta al lado de Juan Román Riquelme, que cumplirá uno de sus sueños: el de jugar en la Bombonera, un estadio que su padre –que ya estuvo ahí– siempre definió como único en el mundo. El River interestelar de Marcelo Gallardo se refuerza con campeones del mundo a los que todavía les restan muchos años para su retiro profesional. No “están de vuelta”, como solía ocurrir en otras décadas, sino que se encuentran en el medio de su carrera, en plenitud.

El fútbol argentino –muchas veces improvisado, muchas veces inentendible, pero siempre competitivo– de repente se convierte en una plaza codiciada por futbolistas de élite internacional. El uruguayo Edinson Cavani y el vasco Iker Muniain son los casos anteriores de un fenómeno que en este mercado de pases se acrecentó. Y que puede seguir acrecentándose si Racing consigue cerrar la llegada del paraguayo Richard Sánchez, el mediocampista del América de México, uno de los clubes con contratos más altos de ese país, que siempre cautivó a los argentinos justamente por el dinero, no por la competencia.

¿Qué pasa? ¿Por qué pasa? ¿Es el dólar barato, que no solo permite una invasión argentina en las playas brasileñas, sino la posibilidad de tentar a europeos para que vengan a la liga de un país que se encareció para la mayoría de sus hinchas y habitantes? ¿Es el imán que todavía significa el logro en el Mundial de Qatar? ¿O el efecto dominó que empezaron Cavani y Muniain, o que hace algunos años había esbozado el italiano Daniele De Rossi?

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Puede ser un poco de todo eso. El factor económico puede homologarse con un dato: la liga argentina se ubica quinta entre las que más dinero transfirieron en este mercado de pases, por encima de torneos poderosos como el Calcio, la Bundesliga o la Liga española. River, Boca y Estudiantes, con el discutido financiamiento del magnate estadounidense Foster Gillet, se pusieron al frente de esas erogaciones, que representan en total 83 millones de euros y que están solo por debajo de la Premier League, el Brasileirao, la Ligue 1 y la MLS. A eso se le podría sumar el ranking que elabora la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol, que puso a la Liga Profesional dentro de las mejores diez de todo el mundo.

El tesorero de San Lorenzo, Leandro Goroyesky, ensaya una teoría: “Es un conjunto de factores. La liga argentina sigue siendo atractiva, es la liga de los campeones del mundo. Muniain, por ejemplo, está fascinado con Buenos Aires, con nuestra cultura, con el país en general. Quizás es un componente que en otros países de América Latina no está”, dice. Y agrega sobre la cuestión macroeconómica: “La cotización del dólar favorece a los clubes y a los jugadores. Se achicó la brecha y eso abre oportunidades”.

El tesorero de River, Andrés Ballota, también va en esa línea: “Sin dudas que la brecha tan corta entre el dólar oficial y el paralelo ayuda al fútbol argentino”, asegura. Desde este mes, la tesorería de River tendrá que pagar los sueldos de Gonzalo Montiel (cuya ficha costó cuatro millones y medio de dólares pagados al Sevilla), Lucas Martínez Quarta (siete millones a la Fiorentina) y Enzo Pérez (libre de Estudiantes), tres de los futbolistas que integraron el operativo retorno que comandó el entrenador Marcelo Gallardo, a los que se suman dos figuras como Matías Rojas, quien proviene del Inter Miami y brilló en Racing hace dos años, y Giuliano Galoppo, ex Banfield y San Pablo.

Boca también dio un golpe de efecto y trajo a Herrera, de origen vasco, como Muniain, con quien compartieron vestuario en el Athletic, y también excompañero de Cavani, Marcos Rojo y Chiquito Romero en el Manchester United. A Herrera se le suman Agustín Marchesín (Gremio), Carlos Palacios (Colo Colo), Ayrton Costa (Royal Antwer), Rodrigo Battaglia (Atlético Mineiro) y Alan Velasco (Dallas).

El mapa de donde provinenen sus refuerzos –Chile, Brasil, Estados Unidos– es también una muestra de cómo cambió la ecuación de algunos futbolistas, que antes desestimaban la vuelta porque los contratos estaban lejos de lo que percibían en esas ligas.

“Hemos comprado jugadores de jerarquía a valores razonables y vendido a jugadores surgidos de nuestras inferiores a muy buenos precios para lo que es nuestro mercado. Riquelme cuida muy bien tanto los valores de venta como los de compra. Nunca pondría al club en una situación crítica porque sabe que tiene que cuidar su patrimonio”, le dice a PERFIL el tesorero xeneize, Carlos Montero. Y agrega: “Nos vemos necesitados de reforzar el equipo porque tenemos varios campeonatos a la vez: torneo local, Copa Argentina, Copa Libertadores y Mundial de Clubes. En los próximos 34 días tenemos diez partidos”.

En el valor de venta, y en el emparejamiento dolarizado con respecto a otros países, puede hallarse uno de los motivos de este lote de refuerzos de élite.

Fuente: perfil.com

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