La Punta se le Escapó a River y Ahora, a Revisar Los Números

ESCAPO A RIVER| El Club Atlético River Plate tenía la mesa servida para treparse a la cima de la tabla anual. El empate de Rosario Central le abría la puerta de par en par. Pero el 0 a 0 contra San Lorenzo en el Monumental dejó un sabor amargo y la chance se esfumó.

Si bien el Millonario sigue con vida en la Copa Libertadores y la Copa Argentina, la buena performance local es clave para asegurar un lugar en el próximo certamen continental. Y anoche, no se pudo dar el gran golpe.

Noche gris: ni ideas ni goles

Fue una noche de pocas luces, mucha fricción y escasas chances de gol. A River le costó encontrarle la vuelta a un San Lorenzo que hizo un partido inteligente y bien planteado.

El equipo se resintió con la lesión temprana de Maxi Salas, justo después de un gol anulado a Enzo Pérez. Aunque mantuvo el invicto, el punto sumado no conforma del todo.

Con este resultado, River sigue puntero de su zona con siete unidades. Sin embargo, en la tabla anual, la que mira a la próxima Libertadores, quedó segundo con 38 puntos. Rosario Central, con 40, sigue en lo más alto, y Argentinos Juniors, con 35, cierra el podio de clasificación directa.

Carácter sí, fútbol pendiente

River mostró el espíritu y la garra que pide la camiseta. El equipo salió decidido a ganar, metió, corrió y empujó en cada pelota. En eso, nada para reprochar.

Pero el gran problema fue la falta de fútbol. No hubo ideas, ni creatividad con la pelota. River la tuvo, la manejó, pero no fluyó. No generó el peligro necesario para lastimar a un rival que se sintió cómodo con el desarrollo del partido.

Más allá de algunos pasajes, River nunca pudo arrinconar ni doblegar al equipo de Damián Ayude. Se notó el esfuerzo individual y colectivo, pero no alcanzó para superar las limitaciones del rival.

Gonzalo Montiel empujó, los centrales hicieron lo suyo, y Marcos Acuña confirmó su buen momento. Enzo Pérez fue el mejor de la cancha, a pesar del VAR que le negó un verdadero golazo.

Cambios que no cambiaron nada

Las variantes de Gallardo no surtieron efecto esta vez. El Pity Martínez entró mal, sin poder imponer su gambeta ni acertar centros.

La vuelta de Juan Fernando Quintero generó expectativa, pero aunque pidió la pelota e intentó conducir, lo hizo muy lejos del área. Su maravillosa zurda, sin embargo, habilitó a Giuliano Galoppo en la última jugada, que tuvo el gol del triunfo en su cabeza, pero definió mal.

En construcción y con desafíos urgentes

River está en una etapa de formación, con la llegada de refuerzos y la consolidación de muchos jóvenes. Hay paciencia, por supuesto. Pero el funcionamiento que se vio ante Platense e Instituto, con buenos goles y sensaciones, debe ser una constante.

Lo de San Lorenzo fue un retroceso futbolístico. No se notaron las diferencias de plantel con un rival que no pudo incorporar refuerzos por su delicada situación financiera. A veces, la billetera no juega en la cancha.

Ahora, a dar vuelta la página y pensar en el “otro” Santo, el de Tucumán. River tiene que seguir vivo en la Copa Argentina y evitar sorpresas. Es fundamental ganar y clasificar este sábado. La Libertadores es el gran objetivo, pero el Millonario tiene prohibido distraerse: necesita sumar un título sí o sí en este 2025.

La mala noticia es la lesión de Maxi Salas. En las próximas horas se conocerán los resultados de los estudios, y las alarmas están encendidas. Habrá que encontrar al reemplazante ideal, porque Salas había sido clave para el “lavado de cara” del equipo en este segundo semestre.

Hoy, Borja parece haber perdido el aura con la gente, que le tiene cada vez menos paciencia. Facundo Colidio está en un buen momento, y la vuelta de Sebastián Driussi es una gran noticia. Pero lograr que no se extrañe al “7 bravo” será todo un desafío. Es cierto que nunca hay que depender de un solo hombre, pero partidos como el de anoche confirman que River lo necesita como el aire para respirar.

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