River sigue desencantado: apenas empató con Riestra y no pudo subir a la cima de su zona

La cancha de Deportivo Riestra probablemente sea la que más cerca está de un cementerio en la Argentina. En línea recta, si sobrevolamos la avenida Perito Moreno y Lafuente, la distancia con el cementerio de Flores es de menos de 200 metros. ¿Qué tiene que ver esto con el empate apático que apenas consiguió River ayer a la tarde? Casi nada. O sí: el estadio Guillermo Laza, que más que estadio es un campo de juego impecable con algunas modestas tribunas y paredones de ladrillo de cemento a su alrededor, se convirtió en el nuevo cementerio de los elefantes del fútbol argentino. Con Colón sufriendo en la interminable B Nacional de 37 equipos, esa condición que históricamente tenía su estadio, el Brigadier López, ahora la podría tomar el club del Bajo Flores, donde en el último año cayeron River, Independiente y San Lorenzo (Boca y Racing no jugaron aún: las rarezas del fútbol argentino).

Ayer, como el año pasado con Demichelis en el banco, River volvió a sufrir allí, sobre la olvidada avenida Varela, convertida a veces en un basural a cielo abierto del sur porteño. Lo cierto es que el equipo de Marcelo Gallardo mereció el triunfo, pero en el final pudo haberlo perdido tranquilamente. Con este empate cero a cero, el Millonario dejó pasar la oportunidad de ser líder momentáneo de la Zona B, aunque se mantiene entre los tres primeros.

River salió decidido a imponer condiciones frente al local, que apostó a salir de contragolpe. Tuvo una buena chance con un cabezazo de Maximiliano Meza que el arquero Ignacio Arce evitó que fuera gol con un gran vuelo abajo en el primer palo. Con el correr de los minutos, River se hizo dueño del dominio a pesar de sus falencias y su imprecisión. A los 24 minutos, el delantero Facundo Colidio se retiró lesionado e ingresó el juvenil Ian Subiabre, que le dio frescura a los ataques de los de Gallardo.

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Sobre el final del primer tiempo, Meza con un sutil toque corto dejó mano a mano a Miguel Borja contra el arquero Arce. El colombiano lo eludió pero se abrió demasiado y terminó estrellando su remate al palo izquierdo.

En el complemento, Deportivo Riestra pudo controlar los avances de River y se acomodó en el partido, que se volvió chato y con mucha fricción, algo que lógicamente le convenía: el talento de casi todos los jugadores de River quedaba neutralizado entre tanta incomodidad. Recién en el final hubo algunas emociones, y fueron para el local, cuando Armani salvó a River tras una incursión de Paz. Ahora River tendrá que intentar olvidar esta tarde, algo que empieza a hacerse costumbre en este 2025.

Fuente: perfil.com

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