Funcionarios, financistas y también empresarios se fueron al fin de semana con toda la atención puesta al posible desembolso que el Fondo Monetario extenderá a la Argentina en el corto plazo, en medio de una notable pérdida de reservas del Banco Central, un escenario que no estaba en los planes de nadie hasta hace unas pocas jornadas.
En los seis días hábiles que separaron el viernes 14 del viernes siguiente, el BCRA se vio obligado a intervenir con u$s1.204 millones. Una dinámica imposible de continuar para un país que tiene reservas netas negativas.
Los plazos se acortaron: la agencia Bloomberg informó en la tarde del viernes que para este martes que viene se organizó una reunión informal entre el equipo técnico del FMI y el directorio ejecutivo del organismo.
El objetivo: analizar la chance de otorgar a la Argentina un préstamo por unos u$s20.000 millones. Queda indefinido aún qué proporción de ese volumen servirá para cancelar vencimientos con los organismos internacionales y cuánto para que vayan como excedente a las reservas del BCRA.
¿Nuevo régimen cambiario?
Economistas cercanos al Gobierno dijeron a iProfesional que Javier Milei no piensa en la posibilidad de una devaluación.
“Olvídense, el Presidente no va a permitir una devaluación. Dejaría maltrecho el plan de desinflación que viene bancando desde que asumió”, apuntó a iProfesional un economista con diálogo directo con Milei.
Sin embargo, otras voces no son tan “optimistas”. Suponen que el FMI pedirá un corrimiento del tipo de cambio como condición para habilitar ese préstamo.
En las últimas horas, funcionarios de primera línea del equipo económico tuvieron contacto con economistas. En todos los casos hubo una desmentida frontal de una posible devaluación.
En algunas de esas conversaciones, no obstante, desde el elenco oficial admitieron que el staff técnico del FMI instaba a un desarme del cepo cambiario.
Incluso admitían que el monto total del desembolso tenía una relación directa con la quita de esas restricciones, algo que luce lógico desde la óptica del FMI.
La posibilidad de un nuevo régimen cambiario había sido mencionada hace algunas semanas por el propio ministro de Economía, cuando nada hacía prever una dinámica de corrida cambiaria, como la que soportó la Argentina durante la última semana.
El economista Ricardo Arriazu dijo en las últimas jornadas que su impresión era que el Gobierno implementaría un sistema de bandas cambiarias, que vendría a reemplazar el crawling peg del 1% mensual que rige por ahora.
El propio Milei, en diálogos que tuvo con economistas en los últimos días, dejó entrever que si el Fondo Monetario no asegura un desembolso concreto, el Gobierno no tendría ningún inconveniente en continuar con el deslizamiento cambiario actual.
Convocatoria de urgencia
La agencia de noticias internacional Bloomberg citó a fuentes “familiarizadas con la negociación”, para informar que la reunión fuera de agenda del Fondo Monetario se realizará el próximo martes y representa un paso clave hacia un nuevo acuerdo a nivel de staff para un nuevo programa.
El FMI evaluará un acuerdo de facilidades extendidas por cuatro años, con un monto estimado en unos 15.000 millones de derechos especiales de giro (DEG), equivalentes a unos u$s20.000 millones. No obstante, advirtieron que el monto final podría modificarse tras las conversaciones con los miembros del directorio.
Milei señaló en las últimas horas que este acuerdo estará formalizado a mediados del mes que viene. La fecha coincide con la asamblea anual del Fondo, que se desarrollará en Washington.
El ministro Luis Caputo prepara un viaje para los próximos días a los Estados Unidos para definir el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
El Gobierno pretende apurar los tiempos, con el objetivo de dar un mensaje concreto en medio de las turbulencias en el mercado cambiario de las últimas jornadas.
En las últimas horas, el Gobierno deslizó que los próximos pasos dependerán de dos cosas: el monto del crédito del organismo y el ritmo de los futuros desembolsos.
Según trascendió, el Presidente vería con buenos ojos ir hacia una flotación del tipo de cambio, pero con una condición irrenunciable: que el FMI desembolse una suma relevante de dólares para las reservas del BCRA.
El jefe de Estado no quiere que haya volatilidad en el mercado, al momento del eventual cambio de esquema; por eso cree necesario imponer esta condición.
Fuente: iprofesional.com