Debuta el nuevo dólar: este es el riesgo del “techo corto” que alertan economistas

“Esto no es una devaluación; esto es una flotación”, aseguró Luis Caputo durante la conferencia de prensa. Esa idea, justamente, le permitió al ministro eludir una de las preguntas clave que se abrirá desde el lunes: el impacto en los precios de este nuevo esquema cambiario, que reemplaza al “crawling peg” del 1%.

“Es difícil conocer el ‘pass through’ (traspaso a precios de la suba del tipo de cambio) porque no sabemos el precio del dólar que le pondrá el mercado. Tampoco conocemos el impacto en las tarifas de los servicios públicos”, dijo el ministro cuando le preguntaron por la evolución inflacionaria tras los anuncios del viernes.

Desde una de las principales alimenticias dijeron a iProfesional que el directorio de la compañía está convocado para el lunes antes de la apertura de los mercados para monitorear “online” el precio del dólar.

“Acá la clave es mirar el impacto del billete verde en las materias primas, que son todas dolarizadas. Y ahí definiremos si tenemos que ajustar las listas de precios”, apuntó el director de una fábrica de alimentos líder.

Inflación y el riesgo del techo corto

El techo de la banda fue puesto en $1.400. Un 30% por encima del cierre del dólar oficial del viernes.

No quiere decir que la cotización deba ir a ese precio el lunes. Para nada. La cotización de los dólares financieros -MEP y CCL- cerraron la semana por debajo de ese límite: $1.360 y $1.370 respectivamente.

En la suposición de que el nuevo precio del dólar “oficial” quede por debajo de esos valores -digamos a $1.300) representaría un alza del 20% respecto del último cierre del “mayorista”.

Aun cuando el alza sea inferior todavía, un 15% por ejemplo, es de esperar que el traslado a precios sea inmediato, al menos en los alimentos.

Caputo también se negó a dar una estimación de la inflación proyectada para este año. Un dato clave de la política económica. Está claro que ese juego “a las escondidas” tiene que ver con la idea de no formar expectativas negativas sobre el anuncio.

La cuestión -el desafío para el equipo económico- es que esta modificación en el régimen cambiario no potencie los aumentos en los precios de los alimentos, que ya vienen con una dinámica complicada.

El traspaso a los precios por la eventual suba del dólar tendrá un impacto en la eficiencia del régimen cambiario que se estrenará el próximo lunes.

El tipo de cambio real multilateral, según admite el propio Banco Central- se encuentra ahora en 79.99 puntos, el peor nivel desde noviembre de 2015, justo antes de la asunción de Mauricio Macri. Ahí estaba en 75.43 puntos.

La inflación de marzo, del 3,7%, empeora la perspectiva. ¿Qué quiere decir? Que la aceleración inflacionaria puede quitarle atractivo al techo de la banda.

Un IPC que se mantenga por encima del 3% en los próximos dos meses -algo totalmente posible en el actual contexto- dejará, otra vez, al tipo de cambio real menos competitivo: no hay que olvidarse que la evolución de la banda de arriba -ahora en $1.400- corre con un alza mensual de apenas el 1%.

Por eso mismo, el Gobierno necesita que la inflación encuentre su techo lo más pronto posible. Y eso sí dependerá de lo que suceda con el precio del dólar de “mercado” a partir de este mismo lunes.

Nuevo dólar y chau cepo: qué harán inversores

El economista Martín Redrado es explícito. Dice que será relevante, a partir del lunes, saber cuántos dólares estará dispuesto el Banco Central a poner en juego para evitar que el dólar presione al techo de la banda.

En la City apuestan a que el Gobierno ni siquiera tenga que apelar a esa ficha de última instancia. Una sucesión de jornadas con el BCRA vendiendo divisas puede alterar los ánimos y poner en jaque al nuevo experimento.

También habrá que pensar en la actitud de los chacareros. “Los productores van a liquidar lo justo y necesario de la soja porque van a estar expectantes del precio del equilibrio del dólar”, sentenció ayer Redrado.

Desde el sector exportador, Gustavo Idígoras -titular de la cámara aceitera- dijo que “el programa (…) puede indicar claramente una orientación a que la Argentina vaya recuperando la competitividad necesaria exportadora”.

Obviamente, el sector espera que el tipo de cambio -ya sin el estímulo del dólar “blend”- vaya a equilibrarse lo más cerca posible de los $1.400.

Fuente: iprofesional.com

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