En la Casa Rosada había más hermetismo que de costumbre. Primero se filtró que iba a haber anuncios económicos. Una hora después, que serían sobre el Plan Colchón. Un poco más tarde, que hablarían el ministro Luis Caputo y el jefe de ARCA, Juan Pazo. Primero se iban a realizar a las 16. Luego, 16:30. No, a las 17:30, fue la última versión. Finalmente, en el salón Héroes de Malvinas aparecieron los encargados de dar detalles del Proyecto de Ley del Principio de Inocencia Fiscal.
Uno era Pazo, el otro, una sorpresa: el enfático y aguerrido presidente de la Comisión de Presupuesto de Diputados, José Luis Espert.
Antes de partir de gira, el presidente Javier Milei decidió que había que sacar a la cancha al hombre con el cual alguna vez habían separado rumbos, pero con el que decidieron volver a unir fuerzas hace más de un año. Tan así que Espert se afilió a La Libertad Avanza, cuando antes tenía su propia fuerza (Avanza Libertad).
“Espert es un hombre clave”, se le escuchó decir a Milei semanas atrás. El presidente decidió que el diputado ultraliberal -qué, como él, supo fatigar los canales de televisión en los últimos 25 años-, encabece la lista de diputados nacionales que el oficialismo presentará en la provincia de Buenos Aires en los decisivos comicios de octubre próximo.
“Espert es Milei”
Había llegado la hora de mostrarle al electorado que “Espert es Milei”, como se hizo en la elección porteña con el vocero presidencial, Manuel Adorni.
Al presentar el proyecto de Ley de Principio de Inocencia Fiscal, y con el tajante Espert a su lado, hasta el jefe de ARCA se animó a meterse en el “barro” de la política. Como su jefe directo, el ministro Caputo, le tomaron el gusto a la dialéctica y se sacaron el traje de tecnócratas para subir un peldaño en la escala libertaria. Son “soldados” del Presidente. Y Espert, a su vez, se mimetizó con cuestiones técnicas de la administración, en una conferencia que fue seguida con una sonrisa, desde la primera fila, por el propio Caputo.
La decisión de “jugar a Espert” también tuvo algunas razones menos vinculadas a las elecciones. Algunos cerca de La Libertad Avanza piensan que Caputo salió algo desgastado de la conferencia de prensa anterior, en la que amonestó muy duro a un periodista, intimándolo a que se retractara de la pregunta que había hecho.
“Toto se salió de las casillas y, como decía el Turco, eso en política no es aconsejable”, explicaba un operador todo terreno que ahora milita con fervor en el mileísmo. “El Turco”, obviamente, es el expresidente Carlos Menem, quien solía repetir que, en política, “el que se calienta, pierde”. No era una frase nueva, pero la inmortalizó un día de 1996, cuando ya era un hecho que Domingo Cavallo se iría del gobierno tras denunciar que había “corrupción”. El Mingo se había “calentado”, y Menem le enviaba malos augurios.
Pero, a diferencia de Cavallo, el ministro Caputo cuenta con el respaldo a rajatabla de Milei, a quien le gustó su reacción y aplaudió su forma de responder tan rudo. “¿Por qué si ellos preguntan duro, nosotros no podemos responder fuerte?”, habría sido el mensaje que bajó el líder libertario. Para el Presidente, no es tan cierto que, en política, “el que se calienta, pierde”.
Espert es totalmente funcional al plan de Javier Milei
En esa lógica, Espert es totalmente funcional. Es firme, no vacila y parece un teniente obedeciendo órdenes en una batalla, un tema que siempre seduce a un gobierno que suele hacer apelaciones al imperio romano en las redes sociales. El diputado se mostró muy duro en la conferencia de prensa, y su blanco preferido fue Axel Kicillof, el gobernador al que imaginan como competencia ya no solo en las elecciones bonaerenses de septiembre y las nacionales de octubre, sino también en las presidenciales de 2027.
Para la escuadra libertaria, así como Cristina Kirchner es la candidata “ideal” a vencer en las legislativas bonaerenses locales de septiembre próximo, se puede convertir en el rival ideal en las algo lejanas presidenciales. Por eso, en su conferencia, entre Espert y Pazo tildaron una decena de veces de “soviético” al gobernador. Son las vueltas de la política argentina. Guillermo Moreno, el inefable secretario de Comercio de Cristina Kirchner, llamaba “soviético” a Kicillof, aunque en este caso lo hacía con “cariño”, según reconoció. El Gobernador también lo respetaba, porque juntos defendían -según aseguraban-, la intervención del Estado frente a los “guitarristas del libre mercado”.
Con Adorni de gira con Milei, Espert debutó como “vocero” en la Rosada sin medias tintas y con definiciones durísimas. Dijo que, como el gobernador bonaerense anticipó que la provincia no adherirá al Plan Colchón, “desde ARCA le van a apagar la luz. No se le va a proveer ninguna información sobre la facturación y los gastos de los bonaerenses. Y como no va a tener manera de saber cuánto se facturó y cuánto se gastó, no va a poder perseguirlos” a los que guardaron sus ahorros en el colchón.
El legislador liberal aseguró que, con el nuevo régimen fiscal propuesto, se dejará atrás “la persecución a los contribuyentes” que, según él, caracterizó al kirchnerismo, y tildó a Kicillof, otra vez, de “soviético”.
“En Buenos Aires se manifestaron en contra del régimen. Le digo a Kicillof que no les meta miedo a los bonaerenses, porque es mentira que va a poder perseguirlos por no adherir”, le advirtió.
Enseguida, Pazo, casi irreconocible, ratificó esa decisión. Y sacó a relucir su nueva versión política: “No vamos a ser cómplices de un régimen que persigue ciudadanos. No vamos a pasarle información a la provincia de Buenos Aires. El gobierno de Kicillof es un régimen soviético, y desde ARCA no vamos a avalarlo”.
Fuente: iprofesional.com