En la Argentina los empleados en relación de dependencia están costumbrados a recibir subas de sueldo más frecuentemente que en otros mercados. Esto es así para mantener el poder adquisitivo de los talentos a la par de la acelerada inflación que atraviesa el país.
No obstante, esos ajustes son solo recomposiciones de salario y no verdaderos aumentos de sueldo. Si el ingreso que se percibe solo en el mejor de los casos empata la inflación, nuestro poder adquisitivo no crece, incluso puede reducirse, y por lo tanto es fundamental saber negociar una mejora que supere las alzas de precios y tarifas.
Muchas personas en lugar de ir a pedir un aumento de sueldo incrementan sus ingresos cambiando frecuentemente de trabajo para ascender y pedir una remuneración más competitiva, pero este es un recurso que tiene sus límites.
A muchas empresas, además, no le gustan los “job hoppers“, personas que buscan nuevos empleos constantemente sin comprometerse con ninguno y procurando solo su bienestar individual.
En cualquier caso, así sea para negociar un aumento de sueldo en la empresa en la que ya se presta servicio o para conseguir un nuevo puesto con otro empleador, será necesario negociar el salario.
A continuación, algunos consejos expertos para argumentar con éxito y conseguir ese objetivo.
5 pasos para negociar un aumento de sueldo
Saber negociar un aumento de sueldo en un país con una inflación interanual superior al 250% como es la Argentina, es una habilidad fundamental para cualquier profesional.
Cuando los precios aumentan todos los días mientras que el sueldo solo lo hace ocasionalmente y solo puede “empatar” la inflación, implica que las personas se vuelven cada vez más pobres. Sentarse a mantener bajo perfil y esperar que la calidad del propio trabajo hable por sí mismo no es una opción para no perder poder adquisitivo.