La Gran Dulce: el nuevo imperio de la ropa barata ofrece precios increíbles para este invierno

Ubicada en el límite sur de la Ciudad de Buenos Aires, La Gran Dulce se consolidó como uno de los destinos de compras más populares del conurbano. Con una propuesta basada en precios bajos, variedad de productos y una oferta que combina moda, electrodomésticos y hasta marcas internacionales, el centro comercial atrae a miles de personas cada semana.

La Gran Dulce abrió sus puertas por primera vez a principios de 2024 en un predio de 60.000 metros cuadrados donde antes funcionaba una antigua fábrica de golosinas, de ahí su nombre. Sin embargo, en mayo de ese mismo año fue clausurada por problemas de habilitación. Lejos de significar su final, esta pausa operativa dio paso a una reapertura en agosto de 2024 que disparó su popularidad. Desde entonces, se transformó en furor y en uno de los lugares más elegidos para comprar ropa a bajo costo.

Moda para todos los gustos… y bolsillos

El fuerte de La Gran Dulce es su enorme y diversa oferta de indumentaria. Desde prendas básicas hasta artículos de moda contemporánea, el predio reúne tanto a vendedores independientes como a tiendas ya consolidadas. Los pasillos, amplios y bien señalizados, invitan a recorrer decenas de locales que venden desde jeans, remeras, camperas y sweaters hasta ropa interior, calzado, pijamas y accesorios.

Uno de los grandes atractivos del lugar es su sector Premium Outlet, operado por JMC Group, donde se pueden conseguir prendas de marcas como H&M, GAP, Bershka, Forever21, New Balance y Pull&Bear. Allí se venden tanto sobrantes de temporada como líneas completas, incluyendo productos discontinuados y saldos de colecciones anteriores.

Las promociones son una constante: por ejemplo, tres remeras de hombre por $15.000, sweaters desde $15.000, camperas inflables desde $35.000 y tapados de marca por $90.000. También hay prendas térmicas, buzos infantiles desde $10.000 y camperones largos desde $40.000. Incluso es posible armar un equipo completo de invierno por $100.000, incluyendo jean, remera, sweater, bufanda, guantes, gorro y campera impermeable.

Precios directos de fábrica y talles especiales

En la parte central del predio -más alejada del sector de marcas- los precios bajan aún más. Muchos locales comercializan ropa fabricada localmente, en algunos casos por los mismos proveedores de marcas conocidas. Allí, por ejemplo, los jeans de hombre pueden costar $10.000, las camperas simil cuero desde $25.000, y packs de 12 pares de medias desde $4.500.

Una característica destacada es la inclusión de talles especiales, principalmente para hombres. Las remeras o chombas de hasta talle 14 tienen el mismo precio que las talles S, una política que no se ve habitualmente en otros centros comerciales.

También se venden artículos para el hogar como acolchados doble plaza desde $20.000, pantuflas desde $6.000 y pijamas desde $20.000. Y hay un área de perfumería donde pueden encontrarse productos de primeras marcas a precios muy competitivos: perfumes sin tapa desde $10.000 para hombres y $15.000 para mujeres.

Infraestructura y servicios

El predio cuenta con cafeterías, áreas de descanso, un amplio patio de comidas y estacionamiento gratuito. También funcionan una sucursal del banco Macro, una casa de cambio y, próximamente, se instalará un “Barrio Chino” con oferta gastronómica y comercial.

Aunque la mayoría de los comercios aceptan únicamente efectivo o transferencia, algunos locales del sector Premium ofrecen planes de pago con tres cuotas sin interés, e incluso hasta seis cuotas en compras mayores.

¿Cómo llegar a La Gran Dulce?

La Gran Dulce está ubicada en Villa Celina, sobre la calle 27 de febrero, a metros del Puente La Noria y de la Av. General Paz. Es fácilmente accesible en auto desde Capital Federal y el Gran Buenos Aires. También se puede llegar en transporte público combinando las líneas de colectivo 21, 28, 31, 378, 8 o 306.

Para facilitar el acceso, la organización anunció que en junio lanzará servicios de charter de compras que saldrán desde distintos puntos de la ciudad y el conurbano.

Además del impacto comercial, La Gran Dulce ha tenido un efecto positivo en la economía local. Revitalizó una zona en decadencia, generó cientos de empleos directos e indirectos y le dio impulso a numerosos pequeños emprendedores que encontraron en este mercado una plataforma para crecer.

Por todo esto, La Gran Dulce se convirtió en mucho más que una feria: es un polo comercial que combina accesibilidad, marcas reconocidas, propuestas familiares y precios competitivos. Un lugar donde es posible equipar a toda la familia sin hacer una gran inversión.

Fuente: iprofesional.com

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