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La inflación corre, la tasa de interés camina y el dólar gatea: una foto a la espera de correcciones

La agencia Bloomberg comparó la evolución de 148 monedas frente al dólar y concluyó que el peso argentino fue la que más se valorizó en el primer trimestre de 2024, dejando en claro que el arranque del plan de Presidente Javier Milei estuvo alejado de la dolarización que impulsaba en la campaña electoral a fines de 2023.

De acuerdo a ese análisis, el peso se fortaleció un 25% respecto del dólar libre (contado con liquidación) desde que asumió el nuevo gobierno, otra forma de mirar el rol de “ancla” cambiaria que el ministro de Economía, Luis Caputo, le asigna a la estabilidad del dólar en la pelea por bajar la inflación.

Ese resultado de la relación peso-dólar se sintetiza para Carlos Pérez, director de la Fundación Capital, en que “la inflación corre, la tasa de interés camina y el dólar gatea”, un resultado que en la semana tuvo cambios relevantes.

Uno de ellos fue la nueva rebaja que aplicó el Banco Central a la tasa referencia de la política económica que pasó de 70% a 60% anual y que, desde el arranque, llevó a 50% a renta de los depósitos a plazo fijo en algunos bancos, o sea a 4,16% mensual.

Esa tasa consolida el esquema en el que la inflación duplicaría a la tasa de los plazo fijo y esta, a su vez, a la suba del dólar oficial que, todo indica, seguiría aumentando a razón del 2% por mes.

En la lógica oficial, la baja de la tasa contribuye a licuar los pasivos del Banco Central al disminuir la emisión por esa deuda y también contribuye a licuar a los ahorristas en pesos que vienen perdiendo frente a la inflación, pero ganándole al dólar.

La discusión sobre el atraso cambiario y el futuro del dólar se mantiene, a pesar de que el Presidente viene ratificando que no habrá devaluación ni aceleración del ritmo de aumento del oficial en las puertas de la liquidación de la cosecha de soja y maíz

Según el último informe de la consultora Abeceb, “el tipo de cambio real multilateral perdió ya un 42% del máximo alcanzado el 13 de diciembre” y con ese resultado la queja de los productores agropecuarios crece por recibir un dólar atrasado por lo que venden y tener que pagar el impuesto País de 17,5% por los insumos que importan.

Un consuelo que les otorgó el Congreso fue que no se aprobó la suba adicional de las retenciones que propuso Luis Caputo. ¿Alcanzará como premio para favorecer la liquidación de las exportaciones? En las próximas semanas saldrá a la luz el resultado.

Hay un pago de US$ 2.800 millones al FMI previsto para la semana y los analistas miran con atención al dólar blend (los exportadores liquidan 80% por el oficial y 20% por el CCL) que le rindió frutos al gobierno en términos de baja de la brecha cambiaria, pero le resta la posibilidad de comprar US$ 1.300 millones más para las reservas.

El gobierno juega a su política cambiaria mientras mantiene el cepo a los pagos de importaciones y giro de divisas.

Con el cepo y la fuerte caída de la cantidad de dinero (el 60% de la mejora fiscal se explica por la licuación de las jubilaciones y por la recaudación del impuesto País) la baja de la tasa de interés no se traduce en una suba de los dólares libres.

El ajuste fiscal que tiene como respuesta clara la mejora de los precios de los bonos públicos y la reducción de la tasa de riesgo país se hace sentir con fuerza en la caída de la actividad económica.

Dice el informe de la consultora de Dante Sica: “El estimador de la actividad económica de febrero registra una caída interanual de 3,8%, con retrocesos del 19,1% en construcción, 8,4% en industria y 5,5% en comercio”.

Y agrega que en los últimos doce meses sólo hubo registros positivos en dos ocasiones y “actualmente los índices positivos relevantes de observan sólo en agricultura, minería y pesca”.

El consumo sigue muy relegado y el Banco Central cree en la reducción de los márgenes empresarios (baja de precios para poder vender ante la realidad de que “no hay plata”) y el redireccionamiento del crédito, desde el sector público al privado, serán las vías para recuperarlo.

Una vez más, la Argentina se encamina a poner la expectativa de recuperación en el segundo semestre, esta vez con un cambio sensible de precios relativos (salarios, jubilaciones, dólar, tarifas, prepagas, alimentos, servicios, etc) que aún no permite arriesgar un punto de estabilización.

Fuente: clarin.com

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