“Lo que han hecho es impresionante”. Las palabras del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, fueron una caricia para los oídos del ministro de Economía, Luis Caputo, quien viene batallando por cerrar un acuerdo con el FMI que permita levantar el cepo cambiario.
La muy buena reunión con Bessent justificó la decisión de Caputo de ir en persona a visitar al funcionario norteamericano, tras el cierre de la gira que el presidente Javier Milei hizo por Washington, donde volvió a hablar en la conferencia conservadora del CPAC y se reunió otra vez con Donald Trump.
El rol de Donald Trump y una reunión de Caputo que fue decisiva
La impresión que se llevó el titular de la cartera económica del encuentro fue que el acuerdo para obtener fondos frescos del Fondo Monetario estaba más cerca que nunca, ya que Estados Unidos es un socio decisivo en el organismo multilateral.
Milei y Trump se habían reunido en el marco de la Conferencia de Acción Conservadora (CPAC) una mega convención de miembros de la derecha estadounidense y global. En ese encuentro había participado también Caputo, junto con el canciller Gerardo Werthein y la secretaria de presidencia, Karina Milei. Por el lado de Trump, estaba presente el Asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz.
Tras aquella reunión, la Casa Blanca destacó en un comunicado que habían conversado sobre “las innovadoras reformas económicas del presidente Milei” y cómo pueden trabajar juntos más estrechamente. Además, agregaron, Trump invitó a Milei a “visitar la Casa Blanca en los próximos meses”.
Días después, el presidente norteamericano se mostró abierto a firmar un tratado de libre comercio con la Argentina, como propuso Milei.
En el cierre de la gira, Caputo se quedó en Washington para cosechar los primeros frutos de la cumbre Milei-Trump: se reunió con el secretario del Tesoro, un hombre clave para las negociaciones con el Fondo.
Y el resultado fue mayor al esperado: el Departamento del Tesoro emitió un comunicado en el que señalaba que Bessent se había reunido con el ministro, con un texto por demás elogioso.
“Discutieron los impresionantes esfuerzos de reforma de la Administración Milei para reducir la inflación, reavivar el crecimiento impulsado por el sector privado, reducir la pobreza y aumentar los salarios reales”, ponderó el Tesoro norteamericano.
Y detalló que el secretario Bessent “elogió al ministro de Finanzas por las medidas de reforma macroeconómica y estructural que reducen la carga de la regulación sobre el sector privado, y que reducen el tamaño y la influencia del Gobierno”.
Semejante respaldo es fundamental en momentos que el Gobierno está afinando los detalles de un nuevo programa con el FMI, una continuidad del que se firmó en el 2022 con el gobierno de Alberto Fernández y que finalizó en diciembre pasado.
Con sus reformas, Milei busca que el nuevo plan contemple un desembolso de al menos 11.000 millones de dólares, que es lo que se estima que será necesario para salir del cepo sin turbulencias. A esto se sumaría, según algunos bancos internacionales, que el Fondo refinanciaría todos los vencimientos de este año. El paquete total rondaría los u$s 20.000 millones, según el banco suizo UBS.
Un gesto del FMI que llevó calma al mercado
Otra señal que refleja hasta qué punto están avanzadas las negociaciones, es que el FMI salió este jueves a aclarar que la aprobación del acuerdo por parte del Congreso no es una exigencia del organismo. Las palabras de la vocera del Fondo, Julie Kozack, contribuyen a descomprimir aún más las tensiones en torno del acuerdo.
En este marco, el Presidente adelantó que enviará el nuevo acuerdo con el FMI, mediante un DNU, al Congreso. “La Oficina del Presidente informa que, tal como se comprometió el Presidente Javier Milei en la apertura de sesiones ordinarias, se dictará y remitirá al Congreso Nacional un DNU para obtener su apoyo en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”, señaló el comunicado oficial, publicado en la cuenta de X de la Oficina del Presidente.
Y detalló: “Dicho acuerdo implicará una operación de crédito público mediante la cual el Tesoro Nacional cancelará la deuda existente con el banco Central. El resultante neto de esta operación implicará una reducción del total de la deuda pública”.
El Fondo Monetario continúa “de manera constructiva”. “Seguimos haciendo buenos progresos”, dijo Kozack, y señaló: “Brindaremos más actualizaciones a medida que las tengamos con respecto a algunas de las preguntas sobre los detalles de las negociaciones, el tamaño potencial del programa. Lo único que puedo decir por ahora es que esto todavía está en discusión como parte del diálogo continuo y constructivo que estamos manteniendo con las autoridades”.
Horas después, Caputo insistió en que el Fondo Monetario no pide una devaluación y aseguró que ya se pusieron de acuerdo en cómo continúa el programa económico. Además, ratificó que el programa se cerraría en este primer cuatrimestre.
“Va a haber un acuerdo en el primer cuatrimestre. Nos pusimos de acuerdo con el programa económico. El FMI nunca pidió una devaluación”, dijo Caputo, quien reiteró que el programa incluirá fondos frescos para recapitalizar los activos del Banco Central y que esto “no implica aumento de la deuda bruta. Va al Tesoro, que después le recompra deuda que el BCRA tiene del Tesoro”.
E insistió: “Nos hemos puesto de acuerdo en cómo sigue el programa económico. Van a haber nuevos fondos frescos para recapitalizar el balance, los activos, del Banco Central. No van a implicar un aumento de la deuda bruta”.
Otro pilar que exhibe el Gobierno es la baja de la inflación. Si bien Caputo reconoció que “hay precios caros en dólares”, ratificó que “no es solución devaluar. La solución es que bajen, y bajan con menos impuestos y más competencia. En esas industrias los precios van a bajar, tal como ya sucedió con los autos”.
En el Gobierno consideran que ya está todo dado para cerrar el acuerdo con el FMI, y consideran que la clave para lograrlo es que se decidió mantener ordenadas las cuentas públicas.
Caputo enfatizó que la estabilidad macroeconómica “vino para quedarse”, y prometió ante empresarios que lo que se viene es una profundización del modelo con más reformas estructurales, más desregulaciones y menos impuestos. “Se viene la reafirmación del rumbo”, señaló.
Dijo que “la previsibilidad es sumamente importante. No nos vamos a mover de este rumbo económico, porque para eso nos votaron”. Y destacó que es la primera vez que “hay un orden macroeconómico por decisión política”.
El ministro de Economía sostuvo que la Argentina cuenta hoy con una economía previsible, con la inflación rondando el 2% mensual, sin déficit fiscal, sin emisión monetaria, y habiendo bajado la pobreza 20 puntos.
“Se sacó a más de 10 millones de personas de la pobreza, con un modelo económico que cada vez más la gente apoya y las provincias también”, destacó Caputo.
Y, reafirmando que se suma a la campaña electoral, el funcionario aseguró que la Argentina volverá “a ser un gran país, serio, rentable, que crece, y que va a ser ejemplo en el mundo”.
“Como dice el presidente Javier Milei, una potencia mundial”, señaló el ministro, que espera poder anunciar en breve el que será un logro clave de este año que los mercados esperan con ansiedad.
Fuente: iprofesional.com