Tras el interés de EE.UU. por poner submarinos, China y Rusia buscan posicionarse en Tierra del Fuego
Ambas potencias tienen la mira puesta en lograr una cercanía con la Antártida y prometen inversiones. China reactivó un acuerdo que trajo polémica
05/06/2025 – 11:53hs
El interés de las principales potencias por mantenerse a un paso de la Antártida con vistas a las próximas décadas sigue intensificando los movimientos e intereses en torno a Tierra del Fuego y su área de influencia. A muy poco de que se conociera que Estados Unidos busca hacerse con un muelle en Ushuaia para atracar algunos de sus submarinos nucleares, China y Rusia apuraron el paso y retomaron las conversaciones con el gobierno de esa provincia para, a partir de un paquete de inversiones, intensificar la presencia en territorio fueguino. En el primer caso, volvió a ponerse en marcha un plan de desembolsos por más de u$s800 millones abandonado hace más de una década y que incluso llevó a una batalla judicial con capitales de ese país asiático.
En las últimas horas, Gustavo Melella, gobernador de Tierra del Fuego, firmó un nuevo acuerdo con Tierra del Fuego Energía y Química SA (TEQSA), la compañía con participación china, para retomar un cronograma de desembolsos que en su momento quedó aplazado por denuncias de corrupción.
Los chinos vuelven a desembarcar en Tierra del Fuego
En concreto, TEQSA retomará el proyecto de instalación de una planta de urea en la zona norte de la isla. La iniciativa, que había quedado trunca por “mezquindades políticas” según expresó Melella, vuelve a ponerse en marcha con una inversión de u$s830 millones dividida en dos etapas.
“El proyecto se frenó años atrás por decisiones políticas que no pensaron en el desarrollo de la provincia. TEQSA nos había iniciado un juicio millonario y hoy logramos resolverlo sin que la provincia pague ni un peso. Esto nos permite volver a apostar por la industrialización del gas, especialmente en Río Grande”, dijo el mandatario provincial.
Desde el gobierno fueguino se indicó que TEQSA avanzará con la instalación de dos generadores de turbina y la puesta en marcha de una central termoeléctrica, con una inversión inicial de 100 millones de dólares. “(En una) segunda fase, aún más ambiciosa, implicará la construcción de la planta de producción de urea, con una inversión cercana a 730 millones de dólares”, precisó la gobernación.
El acuerdo establece que la empresa debe utilizar mano de obra y materias primas fueguinas, y distribuir buena parte de su producción en el mercado nacional. El compromiso renovado con TEQSA tiene sus antecedentes en un memorándum de cooperación rubricado en 2009 con la provincia china de Shanxi (China).
La inversión luego quedó en la nada tras denuncias de irregularidades en la composición accionaria de la compañía basada en fondos chinos. Por ejemplo, se comprobó que el representante de la empresa, Fernando Lin, aparecía mencionado como director siendo que sólo se trataba de un particular con categoría de monotributista y pocos aportes.
Rusia y el interés por el petróleo
A la par del nuevo pacto con los chinos, Melella busca abrochar un acuerdo con la petrolera rusa Gazprom para recuperar algunas de las áreas abandonadas en la provincia y, en simultáneo, promover el desarrollo de nuevos campos de hidrocarburos convencionales en el norte y el centro de Tierra del Fuego.
La intención de la Gobernación fueguina es cerrar una asociación entre la mencionada Gazprom y Terra Ignis, la petrolera estatal de ese distrito. Si bien por el momento resta formalizar el entendimiento con la firma rusa, los asesores de Melella dan por descontado que se llegará a un acuerdo a partir del interés geopolítico de la potencia.
Ocurre que Rusia también está entre las naciones que buscan posicionarse muy cerca de la Antártida. La posibilidad de una asociación con Gazprom impacta por la relevancia de la petrolera, considerada la mayor compañía de Rusia y una petrolera “top 3” a nivel mundial.
Los movimientos de China y Rusia en ese extremo de la Argentina suceden a pocos días de que el Gobierno nacional abriera la puerta a un pedido de la jefatura del Comando Sur de los Estados Unidos para la eventual instalación de una base de submarinos al servicio de la armada norteamericana.
La iniciativa, expuesta por el almirante Alvin Holsey, al mando de la división militar estadounidense, a funcionarios de la Casa Rosada viene cosechando todo tipo de rechazos en territorio fueguino. Y se sumó a la controversia derivada de la solicitud, también de Estados Unidos, de reactivación de un radar de alta potencia que se presume opera bajo control de capitales británicos.
Fuente: iprofesional.com