Todavía no hay una fecha definida, pero desde Washington ya confirmaron que una misión del FMI llegará a Buenos Aires “en algún momento de junio”.
Para esta altura, en el Fondo Monetario Internacional creían que la visita sería un trámite rápido, previo a la aprobación de la primera revisión del acuerdo que hace algunas pocas semanas el gobierno de Javier Milei rubricó con el organismo. Pero no.
Contra lo esperado por funcionarios de primer nivel del organismo, Milei y Luis Caputo desistieron de acumular reservas. Desde que se firmó el pacto, a mediados de abril, el Banco Central no compró ni siquiera un dólar en el mercado.
El Gobierno dejó pasar la liquidación de la cosecha gruesa sin adquirir divisas para las reservas, a pesar de que el acuerdo obligaba a juntar casi u$s5.000 millones a lo largo de los primeros dos meses desde la firma.
El FMI llega para la primera revisión y el Gobierno no acumula reservas
Luis Cubeddu —el venezolano que desde el FMI encabeza la negociación con la Argentina— aparece como uno de los más duros a la hora de analizar la situación.
En recientes encuentros con fondos y bancos de Wall Street dijo directamente: “Para nosotros es muy importante que el gobierno argentino cumpla con la meta de acumulación de reservas. Ese objetivo está para cumplirlo”.
El Gobierno confía en que la entrada de dólares se dará por la cuenta capital. El ingreso de fondos por parte de inversores extranjeros, dispuestos a jugar una ficha por el ordenamiento de la economía argentina.
También, es cierto, el Ejecutivo viene acelerando acuerdos con las provincias y puso en marcha distintas medidas para flexibilizar las inversiones en la economía real, por parte de los argentinos que guardan dólares en los colchones y las cajas de seguridad.
¿Luis Caputo ampliará el plan para sacar dólares del colchón?
Por último —o dicho más arriba-: Argentina se encuentra muy lejos del cumplimiento de esa meta. Solo ingresaron u$s1.000 millones de la colocación del Bonte 2030.
Es muy probable que, en las próximas jornadas, se anuncie una nueva licitación de títulos de deuda y hasta la chance de un “repo” con un club de bancos internacionales, por un monto superior a los u$s2.000 millones, según la versión que circuló por la City en las últimas horas.
En bancos locales tampoco se descarta que Economía convoque a inversores locales para una colocación de títulos de deuda en dólares, con el objetivo de captar billetes verdes en las cajas de seguridad. Una especie de ensanchamiento del “plan colchón”. Desde el equipo económico no hacen comentarios al respecto ante una consulta de iProfesional.
¿Qué pasará después de un eventual waiver?
Hay que tomar algo en cuenta, a la hora de analizar la posibilidad de un pedido de “perdón” (waiver). El FMI no tendría problemas en otorgarlo. Pero la dispensa pondrá en obligaciones al gobierno argentino.
“Llegado el caso, no habrá problemas con el ‘waiver’. Acá el tema es que el Fondo querrá asegurarse de que Argentina sume reservas en el Banco Central”, dice una fuente que camina los pasillos del edificio del FMI desde hace años.
“Yo creo que el Gobierno debería tomar medidas correctivas si le dan el perdón”, dice Héctor Torres, ex representante argentino ante el organismo.
En los bancos de inversión siguen con atención esta fase. Hay un consenso que, después del arreglo y el desembolso del FMI a la administración Milei, nadie va a poner en riesgo la estabilidad cambiaria.
Pero una cosa es esa realidad —incluso política— y otra es que el Fondo deje pasar la posibilidad de asegurarse que el Gobierno corregirá esa postura.
Acá la cuestión es que, difícilmente, Milei cambie de estrategia (solo se compran dólares si el tipo de cambio baja al piso de la banda, hoy en $980), pero la posibilidad es que el Gobierno apure la colocación de títulos de deuda para juntar dólares. E incluso poner en marcha todas las herramientas que tenga a mano para lograr ese objetivo.
“El FMI puede entender la clave política ante la proximidad de las elecciones, pero no es alentador comenzar un nuevo programa e incumplir ante la primera revisión”, agrega Torres.
Los mercados ya tomaron nota de este contrapunto con el FMI: el riesgo país se mantiene sobre los 650 puntos, lo que hace improbable el regreso de la Argentina a los mercados voluntarios de crédito internacionales.
Fuente: iprofesional.com