YPF y Petronas, alianza exitosa: amplían obra clave para exportar más petroleo desde Vaca Muerta

La empresa YPF puso en marcha la segunda planta de tratamiento de crudo del yacimiento La Amarga Chica, uno de los principales bloques productores de Vaca Muerta que opera en sociedad con la malaya Petronas.

Con esta obra, que implicó una inversión de u$s200 millones, se duplicará la capacidad de tratamiento del bloque y se incrementará en un 25% la posibilidad de procesamiento total que tiene la compañía en sus desarrollos no convencionales.

Esta inversión acompaña el salto productor de YPF a partir de su plan 4×4, que busca incrementar la producción de petróleo de la formación neuquina de la mano de la mayor eficiencia y la apertura de mercados internacionales.

La planta, que fue construida por la compañía AESA, tiene una capacidad de tratamiento de 12.000 metros cúbicos diarios, en el pico de obra generó más de 500 puestos de empleo y tuvo la intervención de una decena de compañías subcontratistas.

Esta planta se suma a otra de iguales características que ya opera en La Amarga Chica, el bloque de mayor crecimiento en Vaca Muerta el año pasado, y uno de los tres con más producción del país, y en estas instalaciones también tratará crudo de bloques linderos como Aguada del Chañar.

También en La Amarga Chica, YPF construyó una de las cabeceras del Oleoducto Vaca Muerta Norte que se completó a fines del año pasado y que consiste en un ducto de 151 kilómetros que atraviesa 16 áreas productivas hasta el nodo Puesto Hernández, lo que fortaleció la capacidad de exportación del Oleoducto Trasandino que permite exportar crudo a Chile.

Con una capacidad de transporte de 160 mil barriles diarios y una playa de tanques con una capacidad de almacenamiento de 370.000 barriles, el oleoducto también conecta con el complejo Luján de Cuyo, en Mendoza, una de las principales refinerías del país

La alianza entre YPF y Petronas se mantiene

La sociedad entre la mayor petrolera nacional y el gigante malayo cumplió diez años pocos meses atrás. En 2014, ambas compañías firmaron un acuerdo para el desarrollo del megayacimiento La Amarga Chica, un bloque que en la historia de no convencional fue el que más inversiones recibió luego del fundacional Loma Campana que YPF lleva adelante con Chevron.

Con el desarrollo masivo del área iniciado en 2016, la operatoria del bloque con Petronas permitió consolidar el tercer mayor productor de shale oil.

De acuerdo a las cifras de enero, Loma Campana encabeza ese ranking de productividad con 87,3 m3/d y un crecimiento de 3,2% frente a enero de 2024, seguida por la concesión de Vista en Bajada del Palo que alcanzó 65,7 m3/d con un alza de 20,7%, y La Amaraga Chica con 65 m3/d y un crecimiento de 9,4% interanual.

Allí, ambas compañías invirtieron en 2024 poco más de u$s1.000 millones, de lo cual el 70% se destinó a la construcción de nuevos pozos, tal como demanda la producción del no convencional que presenta un rápido declino y obliga al desembolso constante para mantener e incrementar los volúmenes de crudo.

Buena parte de esa producción se destina al mercado de exportación que este año representará el 45% del total que produzca la Cuenca Neuquina, con al incentivo para la compañía malaya de gozar de los beneficios del Decreto 929 de 2013, el cual le permite a Petronas exportar el 20% de la producción sin pagar impuestos y mantener en el exterior las divisas generadas.

Socias en Vaca Muerta pero también en el GNL

El éxito alcanzado por la sociedad entre las compañías, en poco tiempo, derivó en el trabajo conjunto en un proyecto más ambicioso que se convirtió en el conocido Argentina LNG, un desafío de convertir a la Argentina en un productor neto de gas natural licuado para monetizar el shale gas de Vaca Muerta, pero que finalmente Petronas abandonó en diciembre.

Los técnicos de ambas empresas en los últimos tres años delinearon el desarrollo de tres gasoductos dedicados para abastecer una megafactoria on shore que permitiría exportar 80 millones de toneladas anuales de GNL, en una terminal portuaria sobre las costas de Rio Negro, un proyecto al que se sumó la angloholandesa Shell.

La planta de licuefacción en Sierra Grande, sobre el Golfo San Matías, es un proyecto estratégico que buscaba capitalizar la experiencia de Petronas en GNL y su capacidad para agregar valor a los recursos no convencionales, rol que ahora asumirá el nuevo socio.

A pesar de desistir de la iniciativa más ambiciosa de la industria energética argentina, Petronas se mantiene en Vaca Muerta como la quinta productora de shale oil bajo el criterio de propietario, es decir, la producción neta de cada empresa según el porcentaje accionario en cada proyecto, y que en 2024 le permitió administrar 33.000 barriles diarios.

Así, en el mapa del no convencional, se ubica por encima de empresas como la noruega Equinor, Pan American Energy, Tecpetrol, Phoenix Global Resources y Pluspetrol.

Petronas (acrónimo de Petroliam Nasional Berhad) tiene 50 años de existencia, posicionándose en la explotación offshore y la operación de plantas de GNL, pero el gigante malayo tiene negocios en petroquímica, derivados del petróleo y hace pocos años empezó a involucrarse en energías renovables.

Fuente: iprofesional.com

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