Rocío Marengo está viviendo uno de los momentos más felices de su vida. Hace apenas unos días, la modelo confirmó que está esperando a su primer hijo junto a su pareja de hace once años, Eduardo Fort, hermano de Ricardo Fort y hasta confirmó cuándo nacerá.
Pero detrás de esta alegría, hay una historia de lucha, perseverancia y acompañamiento, donde Marta Fort ocupó un rol especial y muy valioso. En una entrevista con el programa LAM, Rocío se sinceró sobre el complejo proceso que atravesó para quedar embarazada.
Es así que no dudó ni un segundo en destacar notoriamente a la hija de Ricardo Fort por el gran apoyo que le brindó durante estos años. “Martita, gran compañera mía de tratamiento”, expresó conmovida al hablar de su vínculo con la joven.
Según relató, Marta estuvo presente en los momentos más difíciles, cuando Marengo afrontaba tratamientos de alta complejidad en su búsqueda por ser madre. “Martita me bancó mucho, somos muy compañeras, los viajes. Sí, obviamente se dio todo natural, pegamos onda y tenemos una relación re linda”.
Y siguió con mucha ternura: “En este momento del tratamiento conté con ella, que es un momento difícil compartirlo porque es muy íntimo y estuvo”. El vínculo entre Rocío y Marta se fortaleció en la intimidad de un proceso difícil, marcado por intentos fallidos y mucho desgaste físico y emocional.
La joven fue una de las primeras en celebrar públicamente la noticia del embarazo: “Felicitaciones a los futuros papás por esta noticia tan esperada. Solo vos y yo sabemos lo mucho que lo querías y por fin se puede decir”, escribió Marta en sus redes.
En diálogo con Ángel de Brito, Rocío dio detalles de su recorrido hasta llegar a este presente: “Fueron cinco años. Primero, la búsqueda fue de manera natural, después baja complejidad y después alta complejidad. Todos los meses me sacaba óvulos y eso se me hizo muy largo. Con el tratamiento me aferré mucho a la fe”.
Sobre los momentos más duros, confesó: “Fue duro, yo lo defino como muchas piñas en la cara porque era no, no. Volvé el mes que viene, inyección. Le metía mucha garra a esto, era prueba y error porque era todo desconocido”. Y ahora, con la felicidad de saber que su sueño está en camino, reflexionó con emoción.
“Hoy que lo pasamos y ya con este final tan feliz, digo ‘menos mal’. No fue lo que yo pensaba. El tratamiento es ir mil veces, hacerte ecografías, recibir medicación” terminó diciendo muy conmovida. La historia de Rocío es también la de muchas mujeres que luchan por ser madres. Y el gesto de Marta demuestra que, el acompañamiento puede marcar la diferencia.
Fuente: paparazzi.com.ar