La espera terminó. La ansiedad, el murmullo, los rumores y esa mezcla de ilusión con expectativa que se respiraba desde hacía meses tuvo finalmente su desenlace este sábado 17 de mayo, cuando Claudio ‘El Diablito’ Echeverri pisó por primera vez la cancha vestido con la camiseta del Manchester City. Se esperaba mucho por su debut y se dio.
No fue en cualquier escenario ni en un partido cualquiera: su debut se dio en la mismísima final de la FA Cup, con Pep Guardiola dándole al Diablito la oportunidad de entrar cuando su equipo necesitaba un cambio de ritmo. Y si bien no se le terminó dando la victoria, esta puede ser la puerta a un futuro prometedor.
El reloj marcaba 75 minutos de juego. El City caía frente al Crystal Palace, y Pep movió el banco: mandó a Phil Foden y a Echeverri a la cancha, como reemplazantes de Savinho y Marmoush respectivamente. Fue un gesto de confianza para el argentino, pero también un voto a futuro demostrando que puede considerarlo seriamente dentro de la rotación.
Hasta hoy, el Diablito no había sumado minutos oficiales en el City. Una larga adaptación, el cambio de país, de idioma, de ritmo, y una competencia interna feroz lo habían relegado de esa oportunidad que tanto esperaba. Había sido convocado un par de veces, pero nunca había integrado el banco. Esta vez, una lesión de Mateo Kovacic le abrió la puerta. Y él trató de aprovechar su chance.
CÓMO LE FUE AL DIABLITO ECHEVERRI EN SU DEBUT CON EL MANCHESTER CITY
Al principio se lo notó bastante nervioso. El contexto ya lo tenía en contra, porque su equipo ya perdía 1-0. Sin embargo, con el paso de los minutos, el ex River se fue soltando. Y se animó: dio pases seguros, se animó a atacar y hasta tuvo una chance clarísima para anotar el empate… pero el arquero rival se lo negó.
“El Diablito fue una de las claves para buscar el empate que finalmente no llegó”, dijeron algunos medios ingleses sobre la actitud del Diablito. Al final, la historia para el City fue adversa y terminó perdiendo la final de la FA Cup, pero puede ser el puntapié inicial para que el camino del argentino se empiece a allanar.
Eso sí, nada de esto impidió que Echeverri se largara a llorar luego del silbatazo final. Se dieron como diez minutos adicionales después del tiempo reglamentario, pero nada desestabilizó a un Crystal Palace que alzó un título después de una victoria histórica que quedará en el recuerdo de la institución.
Fuente: paparazzi.com.ar