Increíble, pero real. Nadie la obligó a zambullirse de lleno en ese encierro, en ese experimento social de enormes secuelas psicológicas de aislarse del mundo, de no entender nada de lo que sucede en la vida. A pesar de su elección voluntaria y principalmente sus escasos días en la casa, ya no aguanta más.
Katia acaba de ingresar a Gran Hermano, por la salida de Andrea, que padeció dolores insoportables e incontenibles. Empero, en este puñado de jornadas ya sintió que no está preparada para los avatares de la convivencia con dos docenas de desconocidos en espacios comunes.
Sí, la blonda acaba de confirmar que desea abandonar el reality, por razones muy mundanas, casi unas nimiedades. En una charla en el patio, Fenocchio explicó su calvario cotidiano y absolutamente normal: “Me cuesta ir al baño. Y es la segunda semana que me pasa“.
Sopa procuró aportarle un poco de tranquilidad por esa complicación fisiológica y le expresó: “Es normal… ya te va a pasar“. Sin embargo, Katia redobló la apuesta e iluminó otro infierno que sufre en esas cuatro paredes: “Estábamos en la prueba del líder y me estaba durmiendo. Nunca me pasó en la vida”.
KATIA SE QUIERE IR PORQUE NO PUEDE USAR EL BAÑO DE GRAN HERMANO
En cuanto a las circunstancias que la aquejan para conciliar el sueño y que se vinculan con el compartir con una montaña de participantes, La Tana asestó: “Recién estaba luchando contra el sueño. A la noche de me cuesta dormir un montón. Alguien hace algún ruido y me despierto“.
Tras la descripción de todo el malestar, de la incomodidad, de las dificultades para llevar a cabo actividades humanas imprescindibles, Katia se animó a revelar que desea salir de Gran Hermano: “Si no me saca la gente antes, voy a ver si en un mes me acomodo y sino, voy a priorizar mi salud”.
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