Clara Darín, hija menor de Ricardo Darín, sorprendió al compartir una historia en su cuenta de Instagram que rápidamente se volvió viral: se la ve luciendo una máscara casi idéntica a la que su padre utiliza en El Eternauta, la serie de Netflix que ya se convirtió en fenómeno global.
Sin necesidad de texto ni declaraciones, su gesto fue leído como un respaldo silencioso al trabajo de su padre, pero también como una celebración del objeto más simbólico de la historia creada por Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López.
Clara, licenciada en Bellas Artes y alejada del circuito mediático, rara vez aparece en los medios. Fundadora de proyectos independientes de diseño como Teta Stuff y CxClara, y co-creadora de la marca Sarasa, su presencia pública es limitada.
Por eso, el hecho de que se sumara al clima de fervor que rodea al estreno de El Eternauta no pasó desapercibido. Mucho menos si se considera el carácter profundamente simbólico del accesorio que eligió: la máscara de Juan Salvo.
“La rusticidad hacía verosímil la historia”, explicó la directora de vestuario, Patricia Conta, quien reveló que el diseño final fue resultado de una larga experimentación. Primero se descartaron modelos soviéticos tipo Chernóbil por resultar poco expresivos, y luego se abandonó la idea de replicar la máscara de buceo original de la historieta, por no generar suficiente empatía visual.
Finalmente, se optó por una pieza artesanal, con un visor amplio y detalles oxidados que transmiten una estética de urgencia y decadencia tecnológica. Se construyeron más de 500 modelos distintos, algunos caseros, otros industriales, diseñados en base a una consigna clave: “Imaginen que tienen que salir a buscar comida. Armen su máscara para sobrevivir”.
Así, cada accesorio se transformó en una extensión de la identidad del personaje, reflejando su historia, sus medios y su fragilidad.
RICARDO DARIN Y SU ESPOSA, FLORENCIA BAS