Gran Hermano vive emociones a flor de piel a cada hora y como parte de la convivencia hay alianzas y enemistades que se van fortaleciendo con el paso del programa. Dentro de este grupo, hay situaciones que han ido cambiando y que no parecen tener punto de retorno, y eso es justamente lo que pasó con Lourdes Ciccarone y Martina Pereyra en estos días.
Si bien ambas pertenecían al recordado grupo de los Power Rangers que eran liderados por Brian Alberto -además de la presencia de Luca Figurelli-, Lourdes y Martina ya no están en el mismo bando y las únicas sobrevivientes de dicho bloque terminaron por disolver su amistad. No fue de un momento a otro, sino que es algo que se viene dando en los últimos días cuando la marplatense notó que su compañera empezó a acercarse a otro grupo.
Resulta que Martina últimamente empezó a tener más afinidad con el Tridente, un grupo que también fue mutando y que hoy componen Santiago ‘Tato’ Algorta, Luz Tito y Lucía ‘Luchi’ Patrone. Sin embargo, esto no le cayó nada bien a Lourdes, que en los últimos días le puso los puntos a la oriunda de La Plata.
“Martina está muy sensible por su vínculo con Lulú… ella está de alguna manera vinculándose con otro grupo dentro de la casa, que puede pasar también. De hecho Martu está muy sensible y ha llorado todos los días”, dijo Santiago del Moro antes de presentar un tape donde mostraron cómo se fueron enemistando las examigas.
POR QUÉ LOURDES Y MARTINA QUEDARON DISTANCIADAS PARA SIEMPRE EN GRAN HERMANO
“Siento que estamos más distanciadas… a ella la veo más ahora con Cata, con Gabi, y a mí no me gustan ellas”, le decía Martina a Luz en una charla que tuvieron en el jardín. Mientras esto sucedía, tanto Catalina Gorostidi como Chiara Mancuso empezaron a llenarle la cabeza a Lourdes diciéndole que su amiga la había dejado sola. “Por serle leal a ella no me meto en ningún bando, no respondo por nada y quedo como una imparcial, tibia y me sacan a la mierda”, respondió por su parte la marplatense.
Eso llevó a que, llegado el caso, ambas tengan una charla. “Yo no puedo estar con ese grupo”, le marcó Lulú, a lo que Martu respondió: “Y bueno, yo tampoco puedo estar con Gabi y Cata”. “Vos sos imparcial, yo no puedo ser tibia. No voy a seguir en un grupo donde vos confiás más cosas con ellas que las confiás conmigo”, le remarcó la joven de exuberante melena.
“Seguí con ese grupo que se hacen todos los buenos y tibios que después te la ponen por atrás, porque después te van a querer sacar a vos. Si te ponés del lado de ellos van a ir todos contra mí”, le reclamó Lourdes, que luego hablando con Chiara siguió atacando por la espalda a su compañera: “Ya está, me tiene las pelotas llenas”.
Pero esa fue la gota que rebalsó el vaso de agua, porque Martina habló con el Tridente y no pudo ocultar su angustia. “Yo no la quiero traicionar a Lulú”, repetía la joven sin poder contener sus lágrimas de dolor. “Estoy con un poco de decepción de Lulú. Yo me hago cargo de que paso mucho tiempo con ustedes, pero me hacen sentir bien ustedes. Estoy harta, soy yo la que termina llorando pero ella la que me dice cosas malas”, siguió.
Pero en la gala de este domingo se terminaría dando otro fuerte momento. Cuando Martu fue salvada de la placa, la joven se largó a llorar y dijo que viene viviendo días difíciles porque no está acostumbrada a las peleas, que eso la pone mal. Sin embargo, cuando Lulú también se salvó, la marplatense no se cayó nada.
“Yo no me vendo, así que gracias gente por seguir bancándome a mí. Yo no tengo miedo ni de quedarme sola ni de querer sumar unos puntitos en placa, así que gracias”, disparó Lourdes. Y cuando Del Moro le pidió que fuese más clara, la marplatense atacó indirectamente a su compañera.
“Al que le quepa el poncho que se lo ponga. Acá dicen que son víctimas y que la pasan mal, pero ahí tienen la puerta para irse. Tengo formas bastante bruscas para hablar y tampoco soy tibia, pero juntarte con algunos porque pensás que podés llegar a salvarte de la placa por tener miedo de quedarte sola yo no lo tengo. Yo no me vendo y espero que eso se vea afuera”, fue el descargo que hizo Lulú. Obviamente, las cámaras enfocaron a una Martina incómoda y dolida por la actitud de su ahora examiga.
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