Si bien hace menos que la mayoría de los concursantes del reality que está encerrada en la casa de Gran hermano, no por ello padecen menos el aislamiento y convivencia con personas que hasta semanas atrás eran desconocidas. Por eso, sobrepasada por la mala onda que ronda en el ambiente la novia de Lauty Gram decidió desahogarse con Big.
Luego de compartir su descontento con sus más allegados en el juego, y destacando que fue porque estaba aburrida, Lucía Patrone fue al confesionario y expuso lo que ve y piensa de sus compañeros. “En esta casa hay una energía terrible que no soporto”, lanzó.
Y la joven cantante siguió: “No me banco a ninguno, están todos insufribles, no sé qué les pasa. Bati nunca decía nada y ahora se hace el canchero, mete púa y contesta. ¡Cállate la boca! Me da una bronca… que vuelva a su molde. Se hace el cocorito, pero cuando le decís algo de frente, no te dice nada y hasta te pide perdón”.
“Lo mismo la Tana, que ahora se hace la loca y tira bocadillos. Le dice a Martina que no es la misma de antes, pero ella está todo el día chupándole las medias a Furia”, expuso la flamante novia de Lauty Gram a modo de resumen y analísis de lo que hasta la fecha vio y vivió.
LA NOVIA DE LAUTY GRAM SIN FILTRO
Así, lejos de detenerse, Lucía pasó a atender a otra de sus pares. En este se refirió a Sandra de quien manifestó: “Al principio estaba atrás de Furia, pero cuando ella no le dio bola por dos días, cambió la cabeza”. Luego pasó a Selva de quien dijo: “Cuando quiere decirte algo, saca ese acento cubano que no sé qué hace”.
“Pero cuando vos le querés responder y encararla de frente, se hace la de ‘acá es un juego’. Si la vas a picar, picala bien y de frente“, sumó. Finalmente, Petrone fue por Eugenia y opinó: “Me cae bien, pero la veo muy caprichosa. Para mí, está enamorada de Devi. No digo nada porque tiene marido y no quiero ser desubicada, pero está todo el día atrás de él. Si yo fuera el marido de Eugenia, ya la hubiera dejado”.
“Algunos tienen un carácter insoportable, viven peleando y gritando. Lulu, por ejemplo, está de mal humor todo el día y se queja por todo. Ya no los soporto. Hay momentos en los que me dan ganas de mandarlos a todos a la mier… La única solución acá es que se vayan yendo uno a uno”, cerró Lucía.
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