Cientos de estímulos articulados en una sola agenda. Diversas situaciones se hilvanaron en la cotidianidad de Pampita, que transitó por un lunes repleto de emociones, con el foco enclavado en la imborrable experiencia de llevar a su hija Anita García Moritán a su primer día de jardín de infantes.
La famosa vibró alto con ese estreno de la pequeña, que se sumó a la salita de tres años y disfrutó de la compañía de su mamá, quien la siguió a sol y sombra con la sonrisa a pleno en su rostro. La modelo se encargó de inmortalizar diferentes momentos de esa inolvidable mañana.
Así, Carolina Ardohain seleccionó de su galería de imágenes una montaña de postales con la niña, ya sea en la escalinata de ingreso a la institución con la pequeña en sus brazos, así como en el interior del aula que se convirtió en el espacio iniciático en su recorrido educativo.
Además, Pampita también procuró que subsista un recuerdo de los primeros minutos de Anita en la salita, por eso prendió la cámara de su dispositivo celular y filmó una tierna conexión de madre e hija, así se las ve a ambas jugando con colores, papales y fibrones.
Claro que la niña también arribó a este universo por el aporte de Roberto García Moritán, como fruto de ese matrimonio que se disolvió para siempre en septiembre del año pasado. De ese modo, el ex funcionario público de la Ciudad de Buenos Aires también se acercó al establecimiento y se fotografió con la gurrumina.
Un par de horas más tarde, Carolina habló con A la tarde y admitió que odia a su ex suegra, la madre de Moritán, ya que declaró con mucha honestidad: “Me molestó porque no sabía la verdad y entonces opinaba desde el lugar de desconocer. Me molestó muchísimo, me enojó muchísimo y estoy enojada hasta el día de hoy. Esas cosas yo no las perdono”.
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