Como un círculo infinito, y vicioso, todo se remonta a ese nombre: Wanda Nara. La mediática transita por uno de sus periodos de mayor exposición y principalmente de recriminaciones de la opinión pública por sus acciones, tras el escándalo del edificio Chateau.
La famosa protagonizó una jornada de gritos, llantos, retrasos, intervención policial y psiquiátrica con esa dilación de once horas en la entrega de sus dos hijas a Mauro Icardi. Nadie sabrá a ciencia cierta los motivos para no ceder a sus pequeñas en tiempo y forma, como dictaminó la Justicia.
En todo ese revuelo, Wanda rompió el cerco del silencio el lunes y habló de todo ese entuerto, esa controversia descomunal. Y en esa fascinación por ser el foco de decenas de micrófonos, la blonda disparó un dato retroactivo que nadie imaginaba.
Resulta que Nara aseguró que Icardi le prohibía hablar con Maxi López, que le realizaba una presión tal que provocó el alejamiento de sus tres varones con su ex esposo. Una confesión singular, que algunos pusieron en duda sobre la veracidad absoluta.
CÓMO WANDA NARA VOLVÍA LOCA A LA ESPOSA DE MAXI LÓPEZ
Así se maximizaron las investigaciones y salió a la luz un comportamiento errático de Nara con la esposa de López, la sueca Daniela Christiansson, quien siempre profesó un perfil bajo, lejos de todos los focos y los escándalos. La cuestión es que se supo cómo Wanda atormentaba a la mujer de Maxi.
Todo se remonta a una tapa de revista Gente, del 2016, donde la ex conductora de Bake Off le lanzó munición pesada a Daniela: “Envidian mi felicidad”. Y añadió otra concepción picante: “Querés todo lo que tengo”. En tanto que ahí ironizó contra Maxi: “Tiene el ego herido por la separación”.
Fuente: paparazzi.com.ar