La guerra entre Wanda Nara y Mauro Icardi está lejos de terminar. Luego que el futbolista blanqueara su relación con la China Suárez, la mediática no cumplió lo que dictaminó la Justicia respecto a entregarle a sus hijas –Francesca e Isabella-. Desde ese momento se pidió la restitución de las pequeñas para que vuelvan con el padre, además de que ella deberá pagar una multa de 80 millones de pesos.
Ante esta situación, Wanda se mostró dispuesta a aceptar la sanción que le impuso la Justicia. Reconoció que buscará cumplir con lo dictaminado para que sus hijas crezcan con su papá, Mauro. “Seguramente que sí, yo lo que más quiero es que mis hijas crezcan con su papá y tengan relación”, dijo la empresaria.
Pero en medio de todo esto, la presencia de la China tiene un rol fundamental. Todo esto se deslizó cuando Wanda aclaró: “Yo lo que quiero es que mis hijas tengan contacto y crezcan con su papá. Yo voy a ser la encargada de volver a forjar esa relación. Mi hijas tienen una personalidad muy fuerte. Ellas también toman sus propias decisiones. Yo creo que a los chicos hay que escucharlos y acompañarlos. Ella saben lo que yo pienso”.
Esas palabras abrieron un interrogante: ¿Qué significa que las niñas tomen sus propias decisiones si ella supuestamente tiene la intención de vincularlas al papá? Por eso en un momento Marcela Feudale repreguntó: “De lo que estás diciendo se desprende que tus hijas no querrían ver a Mauro, ¿estás tratando de insinuar eso?”.
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“Yo prefiero que quede en la Justicia, como tienen que quedar algunas cosas, para resguardar a mis hijas. Yo, como adulta, voy a hacer todo lo posible para que ese vínculo sea como fue siempre”, respondió Wanda.
Luego Ángel de Brito quiso saber si ella presentó un escrito poniendo como condición que la China no esté presente cuando Icardi vea a sus hijas. “No, yo traspasé los pedidos de mis hijas que no viven con el papá y, cuando lo ven es muy poco tiempo, entonces quisieran pasarlo con él, y quizás no con una familia ensamblada en un mes o un mes y medio de relación que tienen…”, se defendió la mediática, dando a entender que ni Isabella ni Francesca se sienten cómodas con la presencia de la ex Casi Ángeles a su alrededor.
Fue entonces cuando Wanda diferenció la relación que ella tiene con L-Gante del actual romance que Icardi está viviendo con la China. Lo cierto es que en un momento la mediática reveló la particular conducta que sus hijas adquirieron en medio de toda esta guerra, ya que no quieren separarse de ella ni siquiera para dormir.
“Nosotros vivimos en casas separadas. Nos hemos ido de vacaciones y dormíamos en cuartos separados. Yo duermo con mis hijas en mi cama, si no no duermen. Últimamente por todo esto, ellas duermen conmigo. Y no desayunan y cenan con una persona nueva. Las estoy acompañando de la mejor manera posible en esto que para ellas es un duelo”, detalló Wanda.
Al parecer, las secuelas de una familia que se rompió, acomodarse a una nueva estructura de la misma ensamblada y la forma en la que Icardi vive su romance con la China, son factores que han afectado a Isabella y Francesca, quienes encuentran un gran refugio en la empresaria.
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