José Nicolás Russo, vive en la ciudad de Monteros y en este 2023 cumple una década con su tradición de armar un Árbol Navideño en el kilómetro 31 de la ruta provincial 307, un lugar muy frecuentado por automovilistas debido a su ubicación en el camino a los Valles Calchaquíes. Invita a los transeúntes a contribuir al embellecimiento del árbol.
Este jueves por la tarde, José se dirigió al lugar para decorarlo, como hace todos los años. Normalmente, coloca tres estrellas en honor a sus padres, Carlos y Nilda, y a su tía Negrita. Sin embargo, desde 2021, añadió otras dos estrellas en recuerdo de sus amigos fallecidos, Alberto Tripolloni y Flavio Raimondo, quienes también disfrutaban de los paisajes serranos.
Su deseo, es que el árbol se convierta en un verdadero símbolo navideño para la provincia de Tucumán. Sin embargo, a pesar de que José ha intentado buscar el apoyo de las autoridades y diferentes instituciones, hasta el momento no ha tenido respuesta. A pesar de esto, él sigue adelante con su tarea de adornar el árbol y espera que en algún momento alguien se sume a esta tradición.
En 2022, el árbol contó con cinco estrellas y se ha convertido en una atracción para los automovilistas que pasan por el lugar. Muchos se detienen para apreciar y contemplar el atractivo navideño.
José se dedica a su tarea con mucho amor y dedicación. Cada año, él mismo se encarga de comprar los adornos y las luces para el árbol. También se asegura de mantenerlo limpio y en buen estado. En ocasiones, ha contado con la ayuda de su familia y amigos más cercanos, pero en su mayoría, es él quien se ocupa de todo.
La tradición monteriza del árbol navideño en el kilómetro 31 de la ruta provincial 307 continúa gracias a José. El objetivo de embellecer el camino hacia los Valles Calchaquíes sigue vivo y se renueva año tras año.
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La “Tradición Monteriza”
Desde temprana edad, cuando sus padres lo llevaban de vacaciones a la localidad de El Mollar, que hoy en día es una villa veraniega, José quedaba impresionado por un árbol particular que se encontraba a mitad de camino. Un día decidió adornarlo para Navidad, y desde entonces ha mantenido esta tradición.
Originalmente, José esperaba que Vialidad de la Provincia o Turismo de Tucumán se hicieran cargo de decorarlo año tras año. Sin embargo, nueve años después, ha seguido adelante con su iniciativa personal. Aunque el árbol ha crecido y se ha vuelto más difícil de alcanzar las ramas más altas, José decidió hace algunos años plantar otro en la zona. Es este árbol el que sigue alegrando corazones y sorprendiendo a los viajeros en el camino hacia los Valles Calchaquíes.
Su idea, era que desde Vialidad de la Provincia o desde Turismo de Tucumán hicieran eco y que fueran ellos quienes continuaran adornándolo navidad tras navidad, pero nueve años después, él sigue adelante con la iniciativa.
El sueño
José, a pesar del poco apoyo que ha recibido, sigue soñando con que su iniciativa trascienda y se convierta en algo más grande. Sueña con que el árbol se convierta en un símbolo de la Navidad no solo en Tucumán, sino en todo el país.
Pero, más allá de los sueños y las expectativas, lo importante es que la tradición del árbol navideño en el kilómetro 31 de la ruta provincial 307 sigue viva, gracias al esfuerzo y la dedicación de una persona que cree en la importancia de mantener viva la magia de la Navidad.
José Nicolás Russo, apodado “El Loco Russo” por sus amigos, continúa adelante con su tarea de embellecer el camino hacia los Valles Calchaquíes y invita a todos los automovilistas a sumarse a esta tradición navideña. El árbol se mantiene gracias a su esfuerzo y al amor de aquellos que deciden dejar su huella en forma de luces y adornos.
Mientras tanto, José sigue soñando con que su iniciativa sea reconocida y apoyada por las autoridades, pero hasta entonces, él seguirá con su tarea, adornando el árbol y llevando alegría a todos aquellos que pasan por el lugar.
La historia de José Nicolás y su tradición monteriza del árbol navideño es un ejemplo de amor, dedicación y perseverancia. Es un recordatorio de que las pequeñas acciones pueden tener un impacto significativo en la sociedad y en el corazón de las personas.
En un mundo donde la Navidad muchas veces se ve opacada por el consumismo y el estrés, personas como José nos recuerdan el verdadero sentido de esta época: el amor, la esperanza y la generosidad.
El árbol navideño en el kilómetro 31 de la ruta provincial 307 es mucho más que un simple adorno. Es un símbolo de la magia de la Navidad y de la importancia de mantener viva esa magia, de generación en generación.
José Nicolás Russo, con su iniciativa y su dedicación, nos enseña que todos podemos hacer la diferencia, incluso con pequeños gestos. El árbol navideño en el kilómetro 31 de la ruta provincial 307 nos invita a renovar la esperanza y a recordar que la magia de la Navidad está en nuestras manos.