Un sujeto que simuló ser auto rural y luego atacó a su pasajera que viajaba de Simoca a Monteros, irá a prisión. El suceso ocurrió en el pasado mes de febrero.
La mujer se había subido al vehículo en Simoca y viajaba hasta Monteros. En el trayecto el imputado y otro sujeto la amenazaron con cuchillos y le robaron sus pertenencias para luego abandonarla al costado de la ruta.
Mediante un acuerdo de juicio abreviado arribado entre el Ministerio Público Fiscal y la defensa técnica, que contó además con el consentimiento de la víctima, Franco Sebastián Fernández (28) fue sentenciado este miércoles, 30 de noviembre, a cinco años de condena de cumplimiento efectivo.
Estaba imputado por el delito de robo agravado por el uso de armas, por un hecho ocurrido el 10 de febrero de este año, cuando simulando ser chofer de un auto rural, subió a una pasajera en Simoca y, tras amenazarla con un cuchillo, le robó sus pertenencias.
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La causa fue investigada por Unidad Fiscal de Investigación y Enjuiciamiento en Delitos contra la Propiedad de Monteros, que conduce Mónica García de Targa.
Esta mañana se celebró una audiencia donde fue presentado el acuerdo, el cual fue oralizado por el auxiliar Bernardo Sassi. El representante hizo lectura de la acusación y las pruebas reunidas en la investigación.
Ante esto, Fernández reconoció su autoría en el ilícito, por lo que el juez interviniente declaró admisible el procedimiento abreviado y ordenó el traslado del acusado al penal número tres de Concepción.
El hecho
El 10 de febrero de 2022, siendo horas 18:00 aproximadamente, Fernández junto a otro sujeto no identificado con el que se trasladaba en un automóvil Volkswagen Gol por la ruta provincial 325, se detuvo a la altura de la localidad de Yerba Buena, departamento Simoca, en la parada de la comuna.
Allí el conductor ofreció el servicio de taxi rural a una mujer que se encontraba esperando el colectivo y que debía trasladarse a la ciudad de Monteros. Una vez que la víctima se encontraba en el interior del auto, continuaron la marcha unos kilómetros hasta que pararon al costado de la ruta.
En esas circunstancias sacaron cada uno un cuchillo y le exigieron sus pertenencias. La mujer entregó su teléfono celular, una mochila negra deportiva, una billetera con la suma de 4 mil pesos y una camisa. Luego la obligaron a bajar del auto.