A Tucumán volverá para las Fiestas. Hace dos meses y medio que no ve a Carolina, su esposa, ni a su hijo Beltrán, su gran apoyo emocional y afectivo. Pero Conrado López Alonso, el monterizo médico de Los Pumas, sabe que este “mal de ausencias” está valiendo la pena. El ex rugbista dialogó con LG Deportiva a poco del tremendo triunfo que logró el seleccionado nacional de rugby en Australia ante Nueva Zelanda, en el Rugby Championship.
– ¿Sentís que estás en el lugar que querías?
-Todos los lugares en los que me tocó estar fueron buenos para mí. Ya fue un sueño jugar en la primera de Huirapuca. Y más el haber integrado la primera camada que salió campeona en el club, poco tiempo después de que nos “comíamos” 100 tantos. Y lo logramos en 1999, 2001 y 2003. Después, el orgullo de jugar con la Naranja, y salir campeón. No es que uno se levanta y dice “quiero lograr tan objetivo”. Son cosas que se van dando, en mi caso tuve la fortuna de ir consiguiendo cosas. Hay suerte, sacrificio y un trabajo individual en todo esto.
– Y mientras el rugby fluía, estaba el estudio…
– Sí, jugaba y estudiaba medicina, una carrera larga y complicada. Quería recibirme de médico, era mi meta. Me fui a Buenos Aires a hacer la especialidad de traumatología y ortopedia en el hospital Churruca. Luego la subespecialidad, que es cirugía de artroscopía de hombro, rodilla y sport medicine. Y así me relacioné a Hindú, un tremendo club de la Urba. Jugué ahí y salí campeón. Más todavía, en Don Torcuato formé a mi familia. Y aunque cansado y desvelado por la especialización, igual me iba a jugar al rugby. En el medio me tocaron algunas convocatorias para algún seleccionado nacional, como Los Pumitas, Argentina XV, Jaguares. Con este último equipo estuve cuatro años jugando el Súper Rugby, y hasta llegamos a una final con Crusaders, algo que jamás podría haber soñado.
– ¿Qué te genera formar parte del staff del equipo que logró esta proeza?
– Debo decir que a las franquicias de Nueva Zelanda las veía de chico en un videocasete en una reproductora en mi casa de Monteros. Y que lo que veía era tremendo para mí. Ahora me encuentro como parte del plantel jugando el Rugby Championship, y ahora ya con una victoria sobre Nueva Zelanda. De todos modos, no suelo ver lo mío en retrospectiva, soy de los que ve todo pensando en el futuro. Ahora me planteo nuevos horizontes en mi profesión. Trato de ser mejor siempre.
– ¿Te cayeron las fichas por la victoria lograda?
– Aún no asimilo del todo lo que pasó en el partido de los Pumas. Más en el contexto en el que me tocó vivirlo, en medio de una pandemia y de toda la adversidad que hubo. Tengo la sensación de que esto que se hizo fue épico. Nadie sabía lo que iba a pasar, después de haber tenido tanto tiempo de encierro, de no jugar. Pasamos por muchos momentos de incertidumbre.
– ¿Cómo viviste los minutos finales del juego?
– Recién respiré al final. Había una diferencia en el marcador, pero ellos siempre van con todo, siempre intentan llegar las try. No los dejábamos. Los últimos 20 minutos de un partido así siempre son difíciles para un médico, porque los jugadores se empiezan a acalambrar. El intercomunicador con los entrenadores estaba a full. Se está muy metido en cada acción, no en el resultado. Cuando suena la chicharra, recién ahí uno se descarga, sobre todo por la responsabilidad que me toca a mí.
– ¿Y en el final qué hiciste?
– Sólo apreté el puño. No soy muy efusivo, quizás todo en mí vaya más para adentro. Estaba muy contento, pero no podía evitar empezar a pensar en los golpeados por el partido. Eso sí, en el vestuario festejamos, cantamos. Fue un momento muy lindo.
– ¿Cómo pensás que serán los días por venir después de semejante cita con la historia?
– Lo único que anhelo es estar tranquilo y hacer bien mi trabajo. Pongo el foco en eso. Quiero preparar una semana igual a que tuve previo al partido de los Pumas con Nueva Zelanda. Con seriedad y responsabilidad, algo que compartimos con todo el staff.
Sin lesionados
Según detalló ayer Mario Ledesma, el equipo de los Pumas no tiene jugadores lesionados ni fatigados. Ya trabaja pensando en el partido del sábado ante Australia. “Cada semana que pase será más difícil. Es importante asentar todo lo que pasó”, dijo. / La Gaceta.