Los datos del Indec, publicados recientemente, muestran que 29 comunas, entre ellas cinco del departamento Monteros, cumplen con los requisitos para ascender a la categoría de municipios.
León Rouges y Santa Rosa (9.935 habitantes y 3.029 propiedades); Río Seco (7.630 y 2.168); Santa Lucía (7.534 y 2.084); Villa Quinteros (7.145 y 2.090) y Acheral (5.041 y 1.561).
Se trata de un cambio radical en la estructura política de la provincia, que podría traducirse en un aumento significativo del número de intendencias y concejos deliberantes.
Según un artículo publicado por La Gaceta durante este fin de semana, Tucumán está a punto de vivir una reconfiguración política sin precedentes. La provincia, con sus 93 comunas, se encuentra ante un panorama que invita a repensar la distribución del poder y la representación ciudadana.
Un Boom de Municipios en el Horizonte de Tucumán
Tucumán está a punto de vivir una reconfiguración política sin precedentes. La provincia, con sus 93 comunas, se encuentra ante un panorama que invita a repensar la distribución del poder y la representación ciudadana.
Si la ley vigente se aplicara de forma estricta, Tucumán tendría que contar con 47 municipalidades, en lugar de las 19 actuales. Esta transformación implicaría un reordenamiento completo del mapa político provincial, con un impacto directo en la organización territorial y la representación ciudadana.
El censo 2022 nos muestra un Tucumán en constante movimiento, donde las comunidades rurales experimentan un crecimiento demográfico notable. Es un hecho que destaca la necesidad de una redefinición de los límites políticos y administrativos de la provincia.
Las comunas que podrían transformarse en municipios representan un gran porcentaje de la población tucumana. Algunas, como Cebil Redondo, El Manantial y San Pablo, superan incluso los 10.000 habitantes, lo que las posiciona como centros urbanos con necesidades específicas y un rol crucial en el desarrollo de la provincia.
Burruyacu, con sus 4.438 habitantes, se encuentra en una situación particular. Aunque supera la cantidad de propiedades privadas necesarias para ser municipio, no llega a la cantidad mínima de habitantes. Su situación abre un debate sobre la necesidad de reformar la legislación y actualizar los parámetros para definir la categoría de los distritos.
El incremento en el número de municipios conlleva un nuevo desafío: la redistribución de los recursos a través de la Ley de Coparticipación. Este punto ha sido objeto de discusión entre la oposición y el gobierno, y se presenta como un factor crucial en la reconfiguración del poder y la gestión de recursos en Tucumán.
El análisis de las nuevas cifras del censo abre un debate sobre la necesidad de una reforma política profunda. La provincia se enfrenta a la posibilidad de un cambio radical en su estructura administrativa, un cambio que implicaría una redistribución de las responsabilidades y una nueva forma de entender el gobierno local.
El aumento en el número de municipios se traduce en una mayor representatividad para las comunidades rurales. Sin embargo, este cambio no debe limitarse a la creación de nuevas intendencias. Es fundamental asegurar que este proceso se acompañe de un fortalecimiento de las instituciones y de la participación ciudadana en las nuevas entidades.
Las transformaciones que se avecinan en el mapa político de Tucumán representan una oportunidad para repensar la relación entre el gobierno y la ciudadanía. La provincia necesita un sistema que responda a las necesidades y las demandas de sus comunidades rurales, un sistema que promueva un desarrollo equitativo y sostenible.