La historia de Dorila del Carmen Aguirre es una inspiración para todos aquellos que la conocen. A sus 100 años de edad, esta encantadora abuela ha vivido una vida llena de experiencias y ha dejado una huella imborrable en la historia de su familia y de la ciudad de Monteros.
Dorila creció en una familia humilde junto a sus cinco hermanos. Su madre, dedicada a la costura, inculcó en ella el amor por las labores del hogar, mientras que su padre trabajaba como obrero en un aserradero de la ciudad. Desde pequeña, Dorila se destacaba por su habilidad para tejer hermosos vestidos con sus dos agujas.
Durante su juventud, Dorila disfrutaba de las noches de baile en el Boxing Club de Monteros Viejo, siempre acompañada de su grupo de amigas. Estas veladas eran momentos especiales en los que podía olvidarse de las preocupaciones y divertirse al ritmo de la música.
A los 29 años, Dorila contrajo matrimonio con José Ale, el amor de su vida. Su boda fue una ocasión sumamente especial, en la que toda la familia se unió para hacer de ese día un evento inolvidable.
¡Feliz cumpleaños, querida Dorila!
Su hermano Antonio le regaló una orquesta para amenizar la celebración, mientras que su hermana Emma cosió su vestido de novia en una sola noche, demostrando así la verdadera unión familiar.
Después de algunos años, Dorila decidió trasladarse a Buenos Aires antes de regresar a Tucumán y establecerse en Lules. Sin embargo, su verdadero hogar siempre fue Monteros, donde dio a luz a dos hijos. Hoy, a sus 100 años de edad, Dorila es la orgullosa abuela de cuatro nietos y ha sido bendecida con la alegría de tener doce bisnietos.
El cumpleaños número 100 de Dorila del Carmen Aguirre se convierte en un día especial para toda la comunidad de Monteros. Su vida ha sido testigo de innumerables cambios a lo largo del tiempo y su legado perdurará en la historia de su familia y de la ciudad. Su fortaleza, amor y alegría son un ejemplo para todos nosotros.