En un hecho sin precedentes para la Iglesia Católica en Tucumán, el Papa Francisco ha dispuesto la expulsión del estado clerical de Justo Ilarraz, un sacerdote quien tuvo sus pasos por Monteros y fue condenado a 25 años de prisión por abusar sexualmente de siete menores que eran seminaristas bajo su cuidado.
Un caso que conmocionó a la comunidad eclesiástica de Monteros
La noticia de la condena de Ilarraz en 2018 generó una gran conmoción en la sociedad tucumana y trascendió las fronteras provinciales. Las revelaciones sobre los abusos cometidos por este sacerdote durante años fueron escalofriantes y pusieron en evidencia una realidad oscura dentro de la institución eclesiástica.
Testimonios desgarradores
Los testimonios de las víctimas fueron fundamentales para la condena de Ilarraz. Los jóvenes describieron situaciones de abuso sexual sistemático, manipulación psicológica y amenazas por parte del sacerdote, quien se aprovechaba de su posición de autoridad para cometer estos delitos.
Una decisión histórica
La decisión del Papa Francisco de expulsar del clero a Ilarraz representa un paso fundamental en la lucha contra la pedofilia dentro de la Iglesia. Este fallo envía un mensaje claro: no habrá impunidad para quienes abusen de menores, ni siquiera si son miembros del clero.
La Iglesia de Tucumán se pronuncia
El Obispado de Concepción, Tucumán, emitió un comunicado oficial en el que expresa su compromiso con la búsqueda de la verdad y la justicia, y condena enérgicamente los abusos cometidos por Ilarraz. Asimismo, la diócesis manifestó su acompañamiento a las víctimas y sus familias.
Un largo camino por recorrer
Si bien la expulsión de Ilarraz es un paso importante, aún queda mucho por hacer para erradicar la pedofilia de la Iglesia.