InicioLa monteriza Ana Pedraza: "Me derrumbé emocionalmente"

La monteriza Ana Pedraza: “Me derrumbé emocionalmente”

"Cuando rompí en llanto fue cuando hice una videollamada con mis hijos, eso fue terrible", relata la querida conductora de TV Prensa en Canal 10, con el corazón abierto este viernes tan especial

La monteriza Ana Pedraza se quiebra y pide disculpas durante el diálogo con el tucumano como si hiciera falta. Es una catarsis que la notable conductora de Canal 10 realiza este viernes, a horas de las nuevas medidas que regirán en todo el país, una noticia que en tiempos normales hubiera comunicado ella misma en TV Prensa, pero no: “Todo empezó hace dos domingos, cuando me agarró un dolor muy fuerte de garganta. Llamé a mi médico y le dije: ‘Tengo 37º, ¿qué hago?’ Así empezó todo”.

Luchadora como ella sola, madre de dos hijos, Ana enfrentó la realidad como lo hace cada día al aire, se hisopó y leyó la noticia que nunca esperaba recibir: “Cuando recibí el positivo, me quería morir. Me derrumbé emocionalmente. Siempre extremé todos los cuidados: en mi auto, en mi cartera, el alcohol en gel, el doble barbijo, en el canal, en las clases de gimnasia con distanciamiento absoluto, clases con pocos cupos, sin contacto. De verdad, no entendía cómo podía haberme contagiado”.

Asumido el Covid, Ana dice: “Lo primero que se me vino a la cabeza fue pensar en ese cómo. Me decía todo el tiempo: ‘No puede ser, cómo, de qué manera’. Empecé a repasar los lugares por los que había ido que eran pocos. Ni en el canal ni en el gimnasio hubo casos. Había ido a una farmacia cerca del canal hace dos días, pero no sé”.

Sin los chicos a su cuidado durante esos días, Ana repasa: “Los chicos no estaban conmigo sino con el papá. Eso fue lo más duro: no poder verlos todo este tiempo. Estuve tres días tirada, sin apetito, no me podía levantar. Me tiró más el estado de ánimo que el covid”.

“Los primeros días fueron tremendos. Me agarró una depresión tremenda. Ya había tenido gripe A y en cada invierno me vacunaba. Venía con una tos con el cambio de clima, venía bien con los cuidados. A mi mamá la habían hisopado y había dado negativo, la vacunaron, pero con todo esto volví a sentir ataques de angustia, trastornos de ansiedad. No me podía levantar. Me salvaron los gatos que me lloraban desde la mesita de luz para darles de comer. Ayer recién fue al hospital y me dio como un pánico. La mente juega mucho cuando pasan estas cosas”.

“No tenía ganas de nada. Durante tres días no quería ver la tele, nada. De a poquito empecé a ver. Me actualicé con la serie de Luis Miguel, pero me derrumbó emocionalmente. Cuando hice el click, cuando rompí en llanto, fue cuando hice una videollamada con mis hijos. Y cuando venían a visitarme desde la vereda y no podía abrazarlos. No, no, no… Mi vida son mis hijos. Verme desnuda sin ellos fue terrible”, se quiebra nuevamente Ana, ya a la espera del alta el próximo lunes por suerte después de los días más difíciles vividos.

“Durante este tiempo me refugié en mi mamá. Ojalá todos tuvieron una madre de hiero como la que tengo que yo. Venía y me decía: ‘Tenés que comer’. Hace una semana no comía, tomaba un té. Mi madre fue todo. Mi hermano, con quien no tuve contacto, también estuvo aislado, y me contenía con mensajes al igual que mis amigos”.

“Ahora estoy mejor de ánimo porque fui al médico a hacerme una placa y salió todo bien. Todavía no voy a poder volver al canal porque pidió que me hiciera unos chequeos, pero la verdad: lo único que quiero es volver a mis hijos. Falta que pase este fin de semana, el sábado y el domingo, y ya el lunes vuelvo a abrazarlos, tengo que hacer el último esfuerzo”, dice la monteriza Ana Pedraza.

Antes del cierre de la nota, Ana deja un mensaje, luego de vivir en carne propia todo lo vivido: “No hay que relajarse nunca, hay extremar los cuidados. El 96% de las cepas actuales contagian mucho más. Atacan mucho más a la gente más joven. Todo se acelera. Estamos ante un escenario donde nos tenemos que cuidar más que nunca. Y poner el foco en lo que es realmente importante, lo que tenemos en casa. Más que nunca. Más que nunca”.

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