El pasado fin de semana, la emoción del automovilismo se centró en el Rally de Icaño, la segunda fecha del Campeonato Catamarqueño. La competencia dejó un sabor agridulce para los participantes de la ciudad de Monteros.
Mientras el navegante oriundo de Acheral, Pablo Molina, tuvo grandes motivos para festejar su victoria, los binomios monterizos enfrentaron la adversidad con abandonos y hasta un vuelco sin consecuencias físicas.
La dupla conformada por Juan María Posse y el navegante de Acheral, se llevó un resonante triunfo en la clase RC5 en tierras catamarqueñas. Esta victoria es un hito importante para Molina, quien demostró su destreza en la lectura de la hoja de ruta.
La categoría RC5, de hecho, vio un claro dominio tucumano en los primeros puestos, ya que en el segundo lugar finalizó otro representante de nuestra provincia, Matías Morán.
La etapa final de la RC5 fue particularmente emocionante. La precisa navegación de Molina fue clave para que Posse se mantuviera como protagonista en una intensa lucha por el segundo lugar con Valentín Vitale y el ya mencionado Matías Morán.
Sin embargo, un giro inesperado en la última prueba cambió el panorama. La competencia tuvo el abandono de Tadeo Scalora, quien venía dominando la clase sin mayores problemas y contaba con la navegación del monterizo Alfredo Espadín (h). Posse aprovechó la situación y, al igual que en la primera fecha del campeonato, celebró su triunfo en la categoría.
Abandonos Monterizos: La Mala Suerte en la Recta Final y un Vuelco Afortunado
La contracara de la jornada para los tucumanos la vivieron los representantes de Monteros. La mala fortuna golpeó al binomio de Tadeo Scalora y Alfredo Espadín (h), quienes sufrieron un inesperado abandono en el último kilómetro de carrera, a tan solo un kilómetro del final, cuando lideraban su categoría.
Un error en la búsqueda de la clasificación general del rally llevó al piloto a anticipar una curva a la izquierda, impactando contra un poste. Este incidente provocó daños severos en el vehículo, rompiendo la triceta, la parrilla y el precap, lo que los obligó a retirarse de la competencia a un paso de la gloria.
El binomio monterizo que tuvo que abandonar la carrera fue el conformado por Exequiel Giorgi y su navegante Benjamín Perea. Su Ford Ka volcó en una curva a la izquierda, luego de que una huella en el camino hiciera que el auto se les cruzara.
Afortunadamente, y a pesar de la espectacularidad del accidente, no hubo consecuencias físicas para los pilotos, registrándose únicamente daños materiales en el vehículo.
Finalmente, el otro binomio de Monteros, integrado por Andrés Luna y su navegante Juan José Seco, tampoco pudo completar el recorrido. Lamentablemente, solo lograron avanzar unos pocos metros debido a nuevos problemas con los soportes de los amortiguadores traseros de su vehículo, lo que los obligó a abandonar tempranamente la competencia.