César Juárez, más conocido Turrón Juárez es un humorista, músico, cantante e imitador apreciado sobre todo por sus originales monólogos.
De la mano del productor de radio y televisión, Adán Martínez, quien se interesó bastante sobre los intérpretes del artista monterizo, nació el nombre artístico Turrón Juárez.
En la actualidad con 40 años de trayectoria, Turrón Juárez continúa deleitando al público con sus propios repertorios, realizando actuaciones en los países de Uruguay, Bolivia, Paraguay. Además de las diferentes provincias que componen el territorio de la República Argentina.
Con 54 años de vida y más de 42 años de trayectoria, Turrón incursionó como artista a los 12 años junto al popular guitarrero Mario Norry con quien continúa compartiendo escenarios.
Se podría decir que el humor en Turrón Juárez nació de manera accidental tras una presentación realizada en el Centro Árabe de Monteros. Allí junto a Mario Norry realizando una interpretación a dúo de los hermanos Visconti, en la mitad de la interpretación en la cual había una parte de la melodía en la que se debía realizar silbando, ambos artistas comenzaron a reírse y tentados por la risa no pudieron silbar. Por fortuna de ellos, el público comenzó a acompañarlos con la risa y el espectáculo terminó con una ovación hacia ellos.
¿Cómo es la vida del artista monterizo?
No sé cómo será la de los demás… Pero la mía es como que a medida que va pasando el tiempo dejas de pertenecer a un sitio, porque vas formando parte de todos. Bueno, yo he logrado mucho el cariño y el afecto de la gente en donde voy. No termina en que voy y hago el espectaculo, si no que ya te invitan a su casa, a que almorcé con ellos. Me pasó en Uruguay de que en todo momento me estuvieron acompañando. Por eso es que digo que ya dejas de pertenecer a un solo sitio.
¿El Humorista nace o se hace?
Yo creo que un poco se nace y después uno lo termina de armar. Por que la verdad esto de hacer humor me nació sin saberlo después de haber tenido una infancia bastante complicada y ha sido lo que me ha sacado adelante.
Yo solía hacer reír a mis amigos con ocurrencia, con actuaciones, que se yo, y eso me hacía bien a mí. Yo los hacía reír a ellos y ellos a mí, me hacían sentir bien a mí, por eso siempre sostengo y digo que muchas veces por ahí los psicólogos hoy dicen que una persona tiene conductas complicadas por que ha sufrido en la infancia o por que le han faltado cosas. ¿Querés un ejemplo de alguien que le faltó cosas?. Poneme primero a mí, pero yo elegí hacerme humorista, hacer reír a la gente, llevarme lo mejor que puedo con todo el mundo, respeto a todo el mundo, respeto a los ancianos, a la naturaleza y demás.
¿Cuáles han sido el peor momento y el mejor momento de su carrera hasta hoy?
Creo que el peor momento fue cuando me tocó participar en el programa estos amarillos que hay en televisión, donde estaba de jurado uno de Los Nocheros (Talento Argentino). Y digo que es el peor momento por que fue justo en el tiempo en que me estaba separando y yo he cargado con todos los problemas míos antes de subir al escenario, es más minutos antes de actuar me tocó discutir con mi señora, o sea que estaba condenado a no avanzar. Ha sido un momento de bajón pero bueno, yo soy un tipo de esos que pase lo que le pase trato de volver a levantarme, soy muy creyente en Dios y eso siempre me ayudó para salir siempre adelante.
El mejor momento, fue poder levantarme después de lo que me pasó. En ese entonces yo venía trabajando a full, me encontraba muy arriba en cuanto lo que se decía de mí. Allí logré conocer a una persona que es muy importante para mí como lo es Romina Carrizo, que al retomar con mi carrera ha sido quién me ha ido guiando en muchos aspectos, llevándome a dar a conocer en otros países. Salir al exterior no es algo que se dé de forma corriente para un artista del interior.
Como profesional del humor, ¿Turrón se ríe fácil? ¿Con qué tipo de chistes?
No, particularmente los chistes no son mi fuerte, yo creo que nos podemos reír ya en este instante de la nada, por una mueca, por lo que fuere, incluso por una ocurrencia, que se yó, la risa es algo que sale ahí al toque.
¿Alguna anécdota relacionada con su profesión?
Hay muchísimas, calculale que son 42 años de profesión. Pero recuerdo una sobre El Negro, mi chofer.
En una de las tantas noches de giras, hacía bastante calor y se tomó un par de cervezas, y como ví que estaba con sueño además de alcoholizado le dije dame que maneje yo.
En ese entonces íbamos hacia Santiago, a Los Jurié, un viaje largo en el que acabábamos de salir de actuar en una peña de acá de Tucumán. Y claro ya había amanecido y el negro seguía durmiendo sin despertarse por nada, ya era yo chofer de él.
En un momento me dio bronca y como ya me estaba viniendo sueño decido prender el estéreo para escuchar un tema de Julio Iglesias, ese que dice llueve y está mojada la carretera. A esto el negro roncaba y salió ese sol santiagueño de las 10 de la mañana, por lo que aproveché en prender la calefacción al máximo. El negro empezó a ponerse brilloso como si fuera que le pasaron un pincel con manteca, ya no daba más…(risas), se despertó y dice que va a estar lloviendo en la carretera, hace un calor (eleva la voz) apaga eso…(risas).
¿Qué lo incentiva a seguir en el humor?
Creo que, investigando si te pones a ver, el humor te prolonga la vida, es muy sano, es algo que le hace bien a los demás. Vos le das la mano a un tipo que tiene buen humor y seguro te cambia el día, es energía.
¿Qué tiene en cuenta a la hora de un espectáculo?
Tenés que tener magia, conexión con la gente, por que como te digo: “una cosa es hacer teatro y otra cosa totalmente diferentes es ir a un lugar donde no saben quien sos vos, donde no te esperan. Pero aunque ahora con las redes sociales ya más o menos saben del manejo que vos tenes, pero se debe tener bastante en cuenta la química con el público.
Sabemos que viene trabajando en un nuevo repertorio. ¿Podría contarnos de qué se trata?
Lo que viene pegando mucho es lo clásico, o sea hablar de mi experiencia. Yo hablo mucho sobre la experiencia de los caminos y obviamente empiezo a contarte sobre mi viaje a Bolivia y te hablo como boliviano. Y si te cuento una anécdota del sur, te cuento como habla el sureño y ya de ahí extraigo como canta un artista sureño, voy mezclando un poco eso. Lo que te da la pauta para mostrar tu habilidad con la guitarra, tu habilidad con el stand up, un poquito de cada cosa.
¿Cómo fue actuar con La Gringa?
Fue algo totalmente maravilloso, aparte yo la aprecio mucho, pero que arranca, arranca. Yo tengo la capacidad de hacerla arrancar, no es que tuvo todo preparado, hubo algo que estuvo de libreto en donde varias veces le preparé la trampa para hacer hablar por que si no ella se pone muy correcta arriba del escenario.
¿Cómo nació el vínculo con “La Gringa” para hacer el espectáculo que fue un éxito en Santiago del Estero?
Eso nació de mi productora, Romina es muy amiga del hijo de ella, Luciano. Bueno nos propuso, fuimos un par de veces a almorzar y compartir en casa de ellos para ver si había química. El hecho es que yo soy un tipo muy ocurrente, soy una persona que tiene una juguetería en la cabeza. Así arrancamos con cosas y después las trasladamos al escenario.
En el último escenario por ejemplo, estábamos ahí y me habían pedido que la lleve de invitada nomás, no como para actué pero sí de invitada. Por lo que se me ocurre decirle a la persona que me contrató, que a ella le gustan que le regalen flores, entonces regalale una maceta con flores y esa va a ser la paga de ella, dinero no le hace falta. Pusieron en la mesa donde estábamos almorzando la maceta con flores, pero en ningún momento se le avisó que era para ella, pero al estar muy adornada la maceta “La Gringa” ya suponía que era para ella. Por lo que cuando subo al escenario la invito a que suba ella y le digo: “Gringa así contenta venis a saludar a la gente”, a lo que ella responde: “sí muy contenta”. En eso pasaba el mozo y le digo: “la planta en la mesa en la que estábamos con La Gringa me la pones en el auto. Y ahí parece que le echaron agua hervida…(risas), a lo que respondió “no señor esa planta es mía…
¿Le pesa el éxito a Turrón?
No, para nada… Ojalá que el día que me pese, me agarre y me pegue yo solo. Lo que más amo es la sencillez, la humildad que siempre me ha caracterizado. Sería feo que ahora con los años que tengo me venga a cambiar la vida y si me cambia que sea para bien, para ser mejor persona, mejor vecino.
¿Qué le aconsejaría a las personas que comienzan en el mundo del espectáculo?
Que se enfoquen en eso, que si trabajan en otra cosa que dejen. A mí me pasó, yo tuve que cerrar un negocio y dedicarme a ser músico. Yo creía que con el negocio comía, pero con el humor y el espectáculo hice otra diferencia.
El artista tiene que ser eso, ensayar mucho, cuidarse mucho, prepararse mucho, leer y hacer todo lo que esté vinculado a su arte. Pero sobre todo tratar de ser buena persona, llegarle a la gente con lo que uno es, por que nosotros transmitimos mucha energía y la energía les guste o no viene de un solo canal, que es del creador de todas las cosas.
En septiembre de 2019, antes de terminar con la entrevista, Turrón nos dio como primicia de cómo continuaba su agenda de trabajo. En aquel entonces, indicó sobre la posibilidad de compartir la pantalla chica, a través de la señal de Canal 10, junto a Adolfo Nicolaus en el programa Cacharpaya. En esa oportunidad, estaba previsto que el humorista forme parte del programa de manera permanente.
Antes de la pandemia
Antes de la pandemia, su agenda se encontraba bastante apretada, incluso con fechas vendidas para todo el 2020. En 2019, pretendía cerrar el año con actuaciones en el teatro Rosita Ávila y luego continúa con su gira por el país, con una presentación en cada provincia haciendo teatro.
Desde Grupo El Monterizo, agradecemos a Turrón Juárez por abrirnos las puertas de su casa, brindarnos lo mejor y permitirnos realizar esta grata entrevista.