La provincia de Tucumán se encuentra al borde de un colapso en el transporte público luego de que la Unión de Tranviarios Automotor (UTA) anunciara un nuevo paro sorpresivo a partir del próximo miércoles.
La medida de fuerza, de duración indeterminada, es una respuesta a los despidos masivos anunciados por la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat), que planea dejar en la calle a cerca de 200 trabajadores.
La decisión de la UTA se produce tras la notificación a los choferes de su despido, una medida que las empresas justifican en la crisis económica y la reducción de los servicios. César González, secretario general de la UTA Tucumán, expresó su indignación a través de La Gaceta ante esta situación y aseguró que el gremio luchará hasta las últimas consecuencias para defender los puestos de trabajo de sus afiliados.
“No vamos a permitir que queden compañeros en la calle”, hizo hincapié González, quien destacó que los trabajadores del transporte han demostrado un gran compromiso durante la pandemia y que no merecen ser castigados de esta manera.
El nuevo paro sorpresivo: un arma de doble filo
La UTA ha optado por un paro sorpresivo para presionar a las autoridades y a las empresas a revertir la situación. Esta medida, aunque puede generar inconvenientes a los usuarios del transporte público, busca visibilizar la problemática y generar una reacción rápida.
“Si hace falta, también vamos a parar jueves, viernes y el tiempo que haga falta hasta que tengamos una respuesta”, aseguró González.
Un conflicto que se arrastra
La crisis en el transporte público tucumano no es nueva. Desde hace meses, empresarios y trabajadores mantienen un enfrentamiento por cuestiones salariales y laborales. A pesar de que en agosto se logró evitar un paro, las tensiones nunca llegaron a solucionarse y, por el contrario, se han agravado en las últimas semanas.
La reducción de las frecuencias en un 40%, anunciada por las empresas, ha generado un mayor malestar entre los usuarios y ha puesto de manifiesto la fragilidad del sistema de transporte público de la ciudad.
Tanto el gobierno provincial como el municipal han sido llamados a intervenir en este conflicto para buscar una solución que beneficie a todas las partes. Los usuarios del transporte público son los principales perjudicados por esta situación, ya que se verán obligados a buscar alternativas de movilidad o a sufrir largas esperas en las paradas de colectivo.
Se espera que en las próximas horas se intensifiquen las negociaciones entre las partes y que se pueda encontrar una salida a esta crisis que amenaza con paralizar sobre todo, la ciudad de San Miguel de Tucumán.