Miles de campesinos y obreros afines al expresidente de Bolivia Evo Morales llegaron este lunes a La Paz, luego de una marcha de cuatro días, para protestar por la crisis económica y pedir la renuncia del presidente Luis Arce. Los sectores “evistas” llegaron pasado el mediodía a la sede de gobierno y decidieron instalar vigilias en todos los accesos a la plaza Murillo a la espera de que el gobierno atienda un pliego que presentaron. En el centro de La Paz efectivos policiales usaron gases lacrimógenos para reprimir a los manifestantes.
“Queremos que el gobierno de una vez por todas resuelva, que regule los precios en el tema de la canasta familiar”, declaró durante la marcha Leonardo Loza, senador del Movimiento Al Socialismo (MAS) y colaborador cercano de Morales. El legislador habló de más de cinco mil personas en la marcha, mientras que el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, aseguró que se trató de “una marcha que aproximadamente aglutina a 2.300 personas”.
“El gobierno no ofrece ninguna solución”
Rodolfo Machaca, dirigente evista del MAS, exigió “que se vaya el gobierno porque no ofrece ninguna solución a la crisis y la economía está hecha trizas”. Con banderas bolivianas y “wiphalas”, el símbolo multicolor de los indígenas, los manifestantes protestan por la crisis económica y el incremento del costo de vida. La inflación cerró en 2024 con un acumulado anual del 9,9 por ciento, el más alto en los últimos 16 años para Bolivia.
La Policía Boliviana desplegó un fuerte contingente en torno a la vicepresidencia para proteger el edificio. Sin embargo los manifestantes intentaron atravesar la barricada policial en su intento de llegar a la Plaza Murillo, lo que desató enfrentamientos. Los efectivos emplearon gases lacrimógenos mientras que los manifestantes respondieron con palos. Se reportaron dos personas heridas por impactos de balines usados por las fuerzas policiales, según el diario Los Tiempos.
La policía también usó gases lacrimógenos contra un grupo de personas que pretendía irrumpir en la sede de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Cochabamba. El expresidente Evo Morales denunció que “la dictadura de Arce Catacora convirtió las sedes sindicales en cuarteles policiales y dividió a las organizaciones interviniendo congresos, gasificando e imponiendo dirigentes serviles”.
Organizaciones gremiales lideran una protesta a la que se sumaron varios sectores, rechazando el Presupuesto General del Estado para 2025, que entró en vigencia sin debate en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Las movilizaciones ocurren en un contexto de disputa entre Morales y Arce por el liderazgo del partido oficialista y la posibilidad de postularse a la presidencia en las elecciones de agosto, para las cuales Morales fue inhabilitado por la justicia.
“Marcha por la vida”
La caravana, que partió el viernes desde Patacamaya, a 100 kilómetros al sur de La Paz, fue denominada “marcha por la vida” por los cientos de participantes que avanzaron a través del altiplano. “La marcha es pacífica y no tiene ninguna intención de generar violencia, no estamos armados”, declaró el dirigente campesino Pedro Llanque. Según el dirigente, la marcha también exige la liberación de los “presos políticos”, refiriéndose a cerca de 125 personas detenidas durante los bloqueos de rutas organizados por sectores afines al evismo entre octubre y noviembre de 2024.
“Queremos decirle a todo el pueblo boliviano que es momento de sumarse, es momento de protestar. No podemos seguir aguantando que la canasta familiar siga disparándose, que el pueblo sufra de hambre”, sostuvo Llanque. Los manifestantes también piden una solución a la escasez de combustibles y de dólares en el mercado financiero, que se viene agudizando desde el año pasado a raíz de que el gobierno casi agotó sus reservas internacionales para subvencionar la importación de diesel y gasolina.
La ausencia de Evo
A diferencia de las marchas de septiembre, en esta ocasión no participa el propio Evo Morales, quien permanece en el Trópico de Cochabamba tras un intento de asesinato en su contra en octubre pasado. La justicia boliviana emitió una orden de detención contra Morales el 16 de octubre, aunque esta no fue ejecutada. El líder progresista también enfrenta una alerta migratoria y fue notificado para comparecer este martes en una audiencia en Tarija, relacionada con el mismo caso.
El diputado del MAS, Héctor Arce Rodríguez, calificó las denuncias contra el exmandatario como “políticas”. También aseguró que la orden de aprehensión no corresponde debido a errores en la notificación, por lo que Morales no asistirá a la citación. Este lunes Morales saludó en su cuenta de la red X “a las hermanas y hermanos que protagonizan la Marcha Comunal por la Vida contra el incremento de la canasta familiar y el negocio familiar del litio; por la libertad de más de 100 detenidos que clamaban justicia; y para que cese la criminal política económica que aplica el gobierno nacional”.
El gobierno de Arce minimizó los reclamos de los manifestantes, sosteniendo que la movilización busca, en cambio, garantizar la impunidad del líder cocalero y retrasar el proceso judicial que enfrenta por un supuesto caso de “trata de personas agravado”. El secretario general de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, Mario Seña, ligado al arcismo, afirmó que la marcha de los sectores afines a Morales es “política” y busca proteger a personas con procesos pendientes ante la justicia.
Fuente: pagina12.com.ar