Disidentes de las FARC secuestran a 29 uniformados en el sudoeste de Colombia

Disidentes de las FARC retuvieron a 29 policías y militares en un enclave guerrillero del sudoeste de Colombia, donde el gobierno lanzó una ofensiva para frenar la violencia del narcotráfico, informaron este viernes las autoridades. El ministerio de Defensa indicó que “la tentativa de homicidio y el posterior secuestro de 29 miembros de la Fuerza Pública” tuvo lugar en las montañas del departamento del Cauca bajo el control de rebeldes del Estado Mayor Central (EMC), que nunca aceptaron el histórico acuerdo de paz firmado en 2016 con el grueso de la guerrilla.

Según la cartera de Defensa, “pobladores instrumentalizados” por los guerrilleros participaron en la retención de los uniformados, una represalia contra el gobierno que presiona al EMC tras los frustrados intentos de negociaciones para alcanzar su posible desarme. Videos publicados por las autoridades muestran una tanqueta que huye en llamas mientras un grupo de personas le tira piedras. En otros se observa a policías antidisturbios lanzar granadas de humo y avanzar por una calle entre disparos.

Una incursión militar fallida

Los hechos se registraron en los municipios de Argelia y El Tambo, zona donde se registra una de las mayores concentraciones de cultivos de coca, según la ONU. Allí el Ejército lanzó en octubre de 2024 la incursión militar “Perseo” para retomar el control de la región. Sin embargo, cinco meses después el despliegue militar no ha dado el resultado esperado y las disidencias siguen controlando la zona.

El gobierno asegura que el EMC es responsable de las acciones “ejecutadas con sevicia y vistiéndose de civil para infiltrarse y atentar contra la integridad” de los uniformados. “La vida y seguridad de los miembros de la Fuerza Pública secuestrados es responsabilidad directa de quienes cometieron este repudiable delito”, manifestó el ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, en un extenso mensaje en su cuenta de X. 

El ministro no precisó quiénes son los secuestrados, pero medios locales indican que en su mayoría son miembros de la policía que el jueves ayudaron a repeler una asonada de pobladores de El Plateado contra el Ejército y que además “incendiaron dos vehículos oficiales”. Sánchez, que asumió el cargo la semana pasada, rechazó además “la reciente voladura del puente que comunica a El Plateado con La Hacienda”, un ataque que catalogó como “una prueba de cómo estas acciones afectan directamente a las comunidades, restringiendo su movilidad y acceso a servicios esenciales”.

En un mensaje en la red social X, el presidente Gustavo Petro sostuvo que el EMC actúa con “desespero y por eso utiliza la población civil”. “Su debilidad militar no le permite enfrentarse con el Ejército”, agregó el mandatario. “¡Exigimos su inmediata liberación! Rechazamos categóricamente el secuestro de nuestros policías en El Plateado (Cauca), a manos de la organización criminal Carlos Patiño, a la cual hacemos responsable de su integridad”, escribió el viernes también en X el general Carlos Fernando Triana, director de la policía colombiana.

“Crímenes de guerra”

El EMC llevaba a cabo negociaciones de paz con el gobierno de Petro, pero se dividió en 2024 en dos facciones. En esta zona opera la escisión bajo el mando de alias Iván Mordisco, que se apartó de los diálogos y aumentó su violenta presión contra las fuerzas estatales. La otra facción, dirigida por alias Calarcá, mantiene las conversaciones.

“Estos actos constituyen crímenes de guerra que violan el Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos, al desplazar, confinar, aislar y atemorizar a la población civil”, denunció el ministerio de Defensa. La Fiscalía investiga lo ocurrido y “avanza en la identificación” de los responsables de varios “delitos graves, con penas que pueden alcanzar hasta 20 años de prisión”, según el boletín.

El sábado se realizará una reunión en Popayán, capital del Cauca, con miembros del gobierno y la comunidad para evaluar la situación. Colombia atraviesa su más grave ola de violencia en la última década, con distintos focos en el nordeste y sudoeste del país. La escalada pone en jaque la apuesta del gobierno de lograr el desarme de todos los grupos armados para desactivar un conflicto interno de seis décadas.

Un soldado muerto y siete heridos por el ELN

Este viernes un soldado murió y otros siete resultaron heridos en dos ataques del Ejército de Liberación Nacional (ELN) registrados en la región colombiana del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, un día después de una visita del presidente Petro a la zona. “En este acto demencial nuestro Soldado Profesional José Daniel Reyes Urda fue asesinado”, aseguró el viernes el Ejército colombiano en una publicación en la red social X.

Los ataques se dan un día después de que Petro visitara la zona para presentar un plan de “transformación del territorio” que incluye inversiones en educación, salud e infraestructura en la región de Colombia con mayor concentración de narcocultivos, según la ONU. El ELN ejecuta desde mediados de enero una arremetida violenta en el Catatumbo que deja al menos 76 muertos y 55 mil desplazados, según cifras oficiales.

El ambicioso plan gubernamental para la región se da en medio de un estado de “conmoción interior” vigente desde enero y contempla una inversión de 2,7 billones de pesos (unos 670 millones de dólares) con el fin de erradicar unas 25 mil hectáreas de cultivos de hoja de coca. “Vamos en camino hacia la paz”, dijo Petro en una breve declaración a medios el jueves en el municipio de Tibú.

Fuente: pagina12.com.ar

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