El escandaloso divorcio entre el presidente Donald Trump y el multimillonario Elon Musk shockea a los estadounidenses, que pasaron de ver una extraña relación de casi convivencia de 24 horas entre Mar-a-Lago y Casa Blanca (con el hijito del magnate incluido), a una pelea épica que puede escalar a límites insospechados.
De alguna manera se esperaba en Washington que estos dos millonarios de altísimo perfil, acostumbrados a ganar y a no aceptar un no como respuesta, terminaran en un choque de egos que hiciera explotar todo por el aire. Y los personajes no defraudaron las expectativas, con acusaciones y durísimos cruces.
Pero la ola expansiva llega más allá de Estados Unidos. Según supo Clarín, en Argentina se sigue con atención esta pelea porque el gobierno de Javier Milei es aliado incondicional de Estados Unidos y de Donald Trump, pero a la vez el líder libertario había logrado una fuerte relación con Musk.
“Esperamos que, así como se generó una explosión súbitamente también se desinfle la pelea rápidamente”, señaló un funcionario argentino que sigue de cerca el tema. Y señaló que están en una actitud de “esperar y ver” al menos 48 horas para evaluar hasta dónde llega la guerra en realidad.
Ni bien se conocieron, en abril del año pasado y mucho antes de que Trump llegara al poder, Musk encandiló a Milei y viceversa. Ya se habían lanzado elogios mutuos por X, la red social del magnate.
Al argentino lo deslumbró la versatilidad y capacidad de trabajo del hombre más rico del mundo y también la posibilidad de que invirtiera en el país con algunas de sus múltiples empresas. Con su hermana Karina y con el entonces embajador Gerardo Werthein lo visitó en su fábrica en Texas y hasta manejó un Cybertruck.
Pero Musk también se deslumbró con la motosierra y la ideología de Milei. Ya desde el primer minuto sintonizaron sobre la importancia de la libertad de mercados, el progreso, la necesidad de terminar con las trabas burocráticas, el desarrollo de la tecnología y la necesidad de preservar las reglas de juego. “Amor a primera vista”, describió entonces Werthein.
Musk ya había elogiado públicamente en X el trabajo de desregulación y recortes de la agencia al comando de Federico Sturzenegger y había sugerido que Trump debía tener una oficina similar. Y de hecho, cuando llegó al poder, fue el encargado de blandir la motosierra desde un organismo específico conocido como DOGE.
Elon Musk y Javier Milei, unidos por la motosierra y el potencial inversor del dueño de Tesla. Foto José Luis Magan / APMusk contribuyó al acercamiento de Milei con Trump. Y a la relación personal que se creó entre el republicano y el argentino, que lo apoyó en las elecciones. Incluso el libertario fue uno de los primeros mandatarios que visitó Mar-a-Lago luego de que Trump ganara los comicios.
Sin embargo, a pesar de que Milei está en sintonía con la política sociocultural y anti woke de la Casa Blanca, difiere sustancialmente con el corazón económico de la gestión del republicano, sobre todo con la política arancelaria y proteccionista (contraria al libre comercio) y la ley de presupuesto que Trump envió al Congreso, que incluye un abultado déficit fiscal de US$ 2,4 billones y que fue blanco de ataque de Musk.
La escandalosa pelea pone ahora a la Casa Rosada en una encrucijada. ¿Cómo moverse ahora? Musk es ideológicamente más cercano, pero Trump sigue siendo quien tiene el poder. ¿Hay que continuar la alianza con Musk?
“Como hemos visto con los aranceles que Trump impuso a Argentina, a él nunca le importó la relación entre Estados Unidos y Argentina, a pesar de su verdadera admiración por Milei”, dijo a Clarín Benjamín Gedan, fundador de Argentina Project y director del programa de América latina del Wilson Center.
“El valor de la amistad entre Milei y Musk nunca tuvo la posibilidad de obtener beneficios desde la Casa Blanca”, agregó y señaló que “Musk sí podría ser de utilidad, si Tesla invierte en el sector del litio en Argentina o, aún mejor, construye baterías o autos en el país”.
Javier Milei y el dilema del vínculo con Donald Trump sin Elon Musk.Para Gedan, “la pelea entre Musk y Trump no debería romper el vínculo del multimillonario con Milei. Al fin y al cabo, ambos son fanáticos del ajuste y de la motosierra. En lo macroeconómico, Milei siempre ha sido mucho más DOGE que Trump”. Y recalcó que “en su primer mandato, Trump no mostró ningún compromiso serio para reducir el déficit, y ahora es igual”.
Sin embargo, el experto advirtió que, “para no quedar mal con la Casa Blanca, este no sería un buen momento para dar una muestra de amistad con Musk. Pero en el mediano plazo, puede reencontrarse con él para jugar con sus motosierras y promover inversiones en Argentina”.
DS
Fuente: clarin.com