Montecarlo siempre fue un torneo especial para los tenistas argentinos. Incluso, algunos tuvieron el privilegio de alcanzar la final y ganarla. Guillermo Vilas logró el trofeo en 1976 y 1982; Alberto Luli Mancini en 1989; y Guillermo Coria en 2004 (de hecho, el Mago es el último campeón no europeo del certamen). Más allá de la distancia obvia con aquellos días dorados, la cuarta jornada en el Monte-Carlo Country Club se presentaba atractiva para el porteño Francisco Cerúndolo (22° del ranking) y el platense Tomás Etcheverry (31°). Es verdad que tenían desafíos de alto nivel, pero por méritos propios despertaban cierta esperanza. Claro que el resultado final estuvo muy lejos del esperado y el primer certamen grande de la gira europea sobre polvo de ladrillo ya se quedó sin argentinos.
Los mejores puntos de Khachanov vs. Cerúndolo
Dispuesto a esforzarse para contener los martillazos de Khachanov, el argentino exhibió una productiva actitud. Pero tras ganar el primer set, se le fueron los games muy rápido en el segundo parcial (llegó a estar 0-5). Mostró una reacción, pero no le alcanzó. Cerúndolo encaró el tercer set con ilusión, pero se quedó sin combustible, Khachanov mejoró la efectividad y sumó su cuarto éxito ante el argentino.
El italiano Jannik Sinner, el jugador más destacado de la temporada, flamante N° 2 del mundo, debutó en Montecarlo con autoridad, venciendo por 6-1 y 6-2 a Sebastian Korda (EE.UU.). El rival del vigente campeón de Australia en los 8vos de final será el N° 25, el alemán Jan-Lennard Struf. Asimismo, el campeón defensor en Montecarlo, el ruso Andrey Rublev (6°), perdió por un doble 6-4 con el australiano Alexei Popyrin (46°).
Sólo tres días después de competir en otro país (Houston, EE.UU.) y con un cambio de continente en el medio, Etcheverry superó cualquier cansancio físico y el martes lo encontró derrotando al espinoso chileno Nicolás Jarry (21°) por 6-4 y 7-5. Se esperaba que este miércoles el hincha de Gimnasia y Esgrima La Plata pudiera hacerle frente a Tsitsipas, quien salió del top 10 en febrero pasado. Sin embargo, el argentino pocas veces fue tan inferior a un rival desde que compite en el ATP Tour. Lo curioso es que en el inicio del encuentro, el jugador entrenado por Walter Grinóvero (acompañado en Montecarlo por el platense Jerónimo Lanteri) le quebró el saque el europeo. Pero a partir del segundo game todo se alteró. El jugador de revés de una mano ganó doce juegos consecutivos, exhibiendo un nivel de creatividad, precisión y lucidez más digno al de otros momentos que al actual.
Tsitsipas, número 3 del mundo en 2021, temporada en la que fue finalista de Roland Garros (dos años después también llegó a la definición del Australian Open), ganó 56 de los 86 puntos disputados ante Etcheverry. Logró 24 tiros ganadores (14 más que el argentino) y cometió 11 errores no forzados (5 menos que el rival). Pero, sobre todo, no tuvo problemas para impactar de revés (la zona en la que los rivales suelen presionarlo) y tomar la iniciativa del punto. Etcheverry no pudo desanudar el encuentro y se marchó. Una vez que concluya su tarea en el dobles de Montecarlo (en pareja, precisamente, con Cerúndolo), su próximo torneo será el ATP 500 de Barcelona, desde la semana próxima.
Luego de la lesión que sufrió a mediados de febrero, un desgarro en el músculo semimembranos de la pierna derecha (un sector muy valioso para el salto, la frenada y la carrera del deportista), Etcheverry perdió terreno, ritmo y semanas de actividad. Ahora, poco a poco, intenta recobrar su mejor versión. Los 50 puntos por los torneos de Madrid y Roma, más las 360 unidades por los cuartos de final de Roland Garros, es lo que deberá defender en los próximos tiempos de gira europea sobre polvo de ladrillo, números nada sencillos, claro. Por lo pronto, Montecarlo, tantas veces un sitio de enamoramiento para los tenistas argentinos, esta vez le dio la espalda con crudeza.
Resumen de la derrota de Etcheverry
LA NACION
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Conocé The Trust ProjectFuente: tn.com.ar