La investigación del caso fue realizada por la Unidad Fiscal de Homicidios I, que dirige Ignacio López Bustos. El auxiliar de fiscal, Guillermo Di Lella, junto al equipo de la Fiscalía, intervinieron por el Ministerio Fiscal. La instrucción del caso fue de Nazarena Gramajo Caponio.
En las audiencias, los investigadores del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) y el Cuerpo Médico Forense (CMF) del MPF, aportaron detalles la investigación, de la autopsia practicada y de los estudios genéticos llevados adelante para lograr esclarecer el hecho.
En la cuarta jornada y última audiencia del debate, el tribunal integrado por Lucas Taboada, Alejandro Valeros y Guido Cattáneo dio a conocer la sentencia condenatoria a la máxima pena por los delitos de homicidio agravado por mediar violencia de género y abuso sexual en grado de tentativa.
“Fue una investigación compleja. En el complejo Juan B. Terán se encontró el cuerpo de una mujer con signos de violencia. Después se determinó que había sido abusada. En ese sentido, la Fiscalía junto al ECIF avanzó con los distintos ADN que fueron realizados por el Ministerio Público Fiscal. Como en todas las causas le dimos una perspectiva de género para darle una respuesta a la familia de la víctima y a la sociedad. Ahora estamos esperando la sentencia”, señaló el fiscal López Bustos.
“La Fiscalía entiende que en el debate, a partir de las pruebas presentadas, hemos logrado acreditar el hecho y la participación de Monasterio, solicitando la pena más alta que prevé nuestro código. El imputado conocía a la víctima y le dio muerte para garantizar su impunidad. Al realizarse los estudios de ADN dieron positivo”, agregó el auxiliar de fiscal Di Lella.
La acusación
El mortal ataque se produjo en la madrugada del 23 de diciembre de 2020. Ramos, quien estaba en situación de calle, se encontraba en un galpón ubicado en calles Marco Avellaneda y Córdoba, a donde Monasterio se hizo presente e intentó abusar sexualmente de ella.
Frente a la resistencia opuesta por la mujer, para obtener su impunidad (era conocido de la víctima), tomó un ladrillo y, con la intención de causarle la muerte, le propinó un golpe en la cabeza, por lo que falleció.
Durante el juicio se reveló que Montenegro intentó desviar la investigación dando una versión falsa cuando le tomaron declaración, afirmando que Ramos y su hijo mantenían una disputa con otras personas en situación de calle por la permanencia en el lugar donde pernoctaban.